Standard Chartered apuesta por acciones, oro y bonos de mercados emergentes para 2026

El banco mantiene una visión positiva para los mercados en 2026, con apuestas claras por acciones de EE. UU. y Asia, bonos en moneda local de emergentes.

PUBLICIDAD
DBS Headquarters and Bank Branches Ahead of Earnings Results
09 de diciembre, 2025 | 04:00 AM

Bloomberg Línea — Con la expectativa de un aterrizaje suave para la economía de Estados Unidos y un entorno de tasas de interés a la baja, Standard Chartered perfila sus recomendaciones de inversión para 2026 apostando por la renta variable, el oro y bonos de mercados emergentes.

Ver más: Así es la “estrategia barbell” de Invesco y sus activos preferidos para invertir en 2026

PUBLICIDAD

La narrativa positiva persiste pese a los riesgos geopolíticos, la incertidumbre comercial y la volatilidad en torno al dólar estadounidense. El banco británico considera que el reciente retroceso en los mercados, en especial del oro, representa una oportunidad más que una señal de alarma.

“El retroceso reciente reabre la ventana para sumar oro. Seguimos con sobreponderación, dado que la demanda de diversificación a largo plazo sigue siendo sólida. Esta corrección ofrece una oportunidad para sumar”, señalaron desde su comité de inversión global.

Aunque los rendimientos de los bonos han comenzado a ceder y el dólar se recuperó parcialmente hacia finales de 2025, en Standard Chartered anticipan que este rebote será transitorio.

PUBLICIDAD
Standard Chartered Plc Chief Financial Officer Diego De Giorgi Interview

En ese contexto, destacan oportunidades específicas en activos sensibles al ciclo económico, pero también recomiendan mantener una exposición estratégica a sectores defensivos y metales preciosos.

¿En qué invertir en 2026?

Standard Chartered recomienda mantener una postura constructiva en renta variable global, especialmente en Asia ex-Japón y Estados Unidos. “Seguimos con sobreponderación en acciones hacia fin de año, prefiriendo acciones sobre crédito. Los recortes de tasas de la Fed y las sólidas expectativas de beneficios deberían impulsar finalmente a las acciones”.

Los analistas destacan que los modelos cuantitativos a corto y largo plazo siguen siendo favorables para las acciones. En este entorno, prefieren la renta variable como vía para capturar el potencial alcista de los sectores corporativos, en lugar de hacerlo a través de bonos corporativos, cuyos rendimientos ya no compensan el riesgo.

Suscríbete al newsletter Línea de Mercado, una selección de Bloomberg Línea con las noticias bursátiles más destacadas del día.

“En un entorno de valoraciones elevadas en acciones y bonos corporativos, preferimos el potencial relativamente menos limitado al alza en acciones”, explican.

En cuanto al oro, el banco considera que los fundamentos estructurales y cíclicos permanecen firmes. A pesar de la corrección de corto plazo, han elevado sus proyecciones de precio para los próximos meses. “Hemos elevado nuestros objetivos de precio del oro a 3 y 12 meses a US$4.300 y US$4.500 por onza, respectivamente”.

El metal precioso se ve beneficiado tanto por la demanda de bancos centrales como por la creciente búsqueda de refugio ante las dudas sobre la política fiscal de EE.UU. y la independencia de la Reserva Federal.

Monedas de oro de una onza.

“Creemos que los impulsores a largo plazo del oro siguen en pie: la demanda de diversificación, especialmente de los bancos centrales, es sólida, mientras que el oro también ofrece características de cobertura en un entorno donde la inflación sigue siendo una preocupación clave”.

En esa línea, también han abierto una visión táctica alcista sobre acciones de mineras de oro, con base en sus márgenes elevados y flujos de caja sólidos. “Iniciamos una idea oportunista en mineras de oro tras el reciente retroceso”, dicen los analistas del banco. “Somos estructuralmente alcistas en los precios del oro, lo que respalda a las mineras con márgenes de beneficio más altos y flujos de caja libre en alza”.

En bonos, la visión es más selectiva. Reducen la exposición a deuda corporativa de mercados desarrollados, tanto de grado de inversión como de alto rendimiento, y mantienen una posición neutral en bonos gubernamentales.

Ver más: Oro y tecnología lideran las preferencias de inversión para 2026, según Goldman Sachs

La excepción clara son los bonos de gobiernos en moneda local de mercados emergentes, que mantienen una calificación de sobreponderación. “Mantenemos una visión de sobreponderación en bonos soberanos de mercados emergentes en moneda local, impulsada por una inflación local benigna, perspectivas monetarias acomodaticias y nuestra expectativa de un dólar débil”, aseguran.

Riesgos en el horizonte

El escenario base del banco es un soft landing en EE.UU. con una probabilidad del 60%, mientras que reducen la posibilidad de una recesión profunda al 20%. Esperan que la Reserva Federal continúe con los recortes de tasas a lo largo de 2026, lo que, combinado con estímulos fiscales y comerciales, permitiría compensar los efectos de los aranceles y la desaceleración del mercado laboral.

“El repunte del dólar debería demostrarse temporal (...) y esperamos que cualquier repunte esté firmemente limitado”, indican.

Traders work during the Evommune Inc. initial public offering (IPO) at the New York Stock Exchange (NYSE) in New York, US, on Thursday, Nov. 6, 2025. Evommune Inc., a biotechnology company targeting chronic inflammatory diseases, raised $150 million in an initial public offering, adding to the list of companies that have been able to proceed with listings despite the US government shutdown. Photographer: Michael Nagle/Bloomberg

Dentro de la renta variable, Standard Chartered recomienda un enfoque de “barra” entre sectores de crecimiento y defensivos. En Estados Unidos, sobreponderan tecnología, beneficiada por la expansión del gasto en IA, junto con salud y servicios públicos como pilares defensivos. En Europa, replican esa estrategia con sobreponderación en tecnología, industriales y salud.

También destacan oportunidades tácticas en sectores específicos. “Iniciamos una nueva idea oportunista en el sector farmacéutico estadounidense, dado sus valoraciones atractivas y crecimiento de beneficios”, apuntan. Además, incluyen una idea defensiva en servicios públicos de EE.UU., apalancada en el crecimiento de la demanda eléctrica por la expansión de centros de datos.

Por otro lado, en Asia ex-Japón destacan acciones de empresas estatales chinas no financieras de alto dividendo, al ser menos sensibles al comercio internacional y ofrecer ingresos estables. Y en tecnología, apuestan por el índice Hang Seng Tech, impulsado por políticas públicas a favor de la inteligencia artificial y una mejor perspectiva de beneficios.

Ver más: El precio del dólar pierde fuerza y HSBC proyecta rally en mercados emergentes en 2026

Sobre las divisas, Standard Chartered prevé una debilidad estructural del dólar más allá de un posible repunte a corto plazo, lo cual favorece tanto a acciones asiáticas como a bonos de mercados emergentes.

También anticipan presión bajista sobre la libra esterlina, por expectativas de recortes del Banco de Inglaterra, y una apreciación progresiva del yen japonés conforme el Banco de Japón suba tasas.

PUBLICIDAD