Bloomberg — El Representante de Comercio de EE.UU., Jamieson Greer, lanzó una nota cautelosamente optimista sobre las conversaciones con China sobre los flujos de tierras raras, tras unas conversaciones comerciales que estabilizaron aún más los lazos entre las economías.
Greer dijo que los componentes industriales clave fueron el centro de las negociaciones en Estocolmo la semana pasada que, según Pekín, condujeron a una ampliación de su tregua arancelaria. Sin entrar en detalles, dijo que EE.UU. se aseguró compromisos sobre su suministro en la CBS emitida el domingo.
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“Estamos centrados en asegurarnos de que los imanes de China a Estados Unidos y la cadena de suministro adyacente puedan fluir tan libremente como lo hacían antes del control”, dijo Greer en la entrevista, que fue grabada el viernes. “Y yo diría que estamos más o menos a mitad de camino”.
Esa valoración se produjo unos cuatro meses después de que China impusiera controles a la exportación de imanes de tierras raras, utilizados en productos que van desde electrodomésticos a misiles, en represalia por las amenazas arancelarias de EEUU. Pekín ha accedido a acelerar sus envíos después de que Washington suspendiera los altísimos gravámenes a las exportaciones chinas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, tomará la decisión final sobre el mantenimiento de la tregua arancelaria, que expira el 12 de agosto, dijo Greer.
“Estamos trabajando en algunas cuestiones técnicas y estamos hablando con el presidente al respecto”, dijo.
Los flujos de imanes de tierras raras de China a EE.UU. aumentaron a 353 toneladas en junio, frente a solo 46 toneladas en mayo, según los últimos datos de aduanas. Los envíos totales fueron aún sustancialmente más bajos que antes de que Pekín pusiera en marcha los controles a la exportación a principios de abril.
Greer dijo anteriormente que el equipo comercial de Trump espera haber terminado de discutir los imanes con China, después de que él y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, concluyeran una tercera ronda de conversaciones comerciales con Pekín en la capital sueca a finales de julio. Si EE.UU. puede superar la cuestión de los imanes, podrá pasar a una nueva discusión sobre la relación entre EE.UU. y China, añadió.
Las conversaciones han contribuido a estabilizar las relaciones entre las dos mayores economías del mundo, aunque siguen existiendo muchas fricciones, entre ellas por las restricciones impuestas por EE.UU. a la exportación de chips avanzados de inteligencia artificial a su principal competidor.
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Las autoridades de Pekín convocaron el jueves a Nvidia Corp. para hablar de supuestas vulnerabilidades de seguridad relacionadas con sus chips H20. La administración Trump se comprometió hace poco a eliminar las restricciones a la exportación de la tecnología menos avanzada a China, en un revés que estimuló las conversaciones sobre un posible acuerdo más amplio con Pekín.
La Administración del Ciberespacio de China citó comentarios de legisladores estadounidenses sobre la necesidad de instalar capacidades de rastreo en los chips avanzados vendidos a otros países. La agencia pidió al personal de la empresa más valiosa del mundo que explicara los riesgos potenciales y proporcionara los documentos necesarios, dijo la CAC sin dar más detalles.
Con la colaboración de Zheng Wu.
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