La cotización paralela superó los 100 bolívares por dólar desde los 66 de principios de año, disparando la diferencia con el tipo oficial hasta el nivel más alto en más de cinco años.
Los territorios venezolanos que más realizaron operaciones en divisas extranjeras en noviembre fueron San Cristóbal (52,9%), Lechería (41,8%) y Nueva Esparta (37,4%).
El bolívar se ha visto sometido a una intensa presión tras la disputada votación presidencial, ya que los venezolanos han tratado de vender bolívares por la seguridad del dólar estadounidense
La caída de la dolarización en Venezuela es similar a la registrada en el 2022, cuando la implementación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) favoreció la utilización de los bolívares ante una alta volatilidad cambiaria y de precios