Bogotá — Por lo menos desde finales de 1990, con el Conpes de apertura económica, Colombia viene hablando de la necesidad de internacionalizar su economía, de reducir los obstáculos para que el comercio traspase las fronteras, entre otros temas afines que aún continúan vigentes en la discusión pública.
Precisamente avanzar en esos temas fue una de las razones que incentivaron la creación de la Misión de Internacionalización a mediados de 2020, que este lunes entrega sus recomendaciones para el país.
Además de contar con el liderazgo de la vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez, en la Misión participa un grupo de expertos de organismos internacionales y nacionales entre los que está el Banco Mundial, el Instituto de Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra, Analdex, Fedesarrollo, la Dirección Nacional de Planeación, el Ministerio de Comercio y otros actores del sector privado y la academia.
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El reconocido economista venezolano y docente de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, es uno de los líderes de la Misión y habló con Bloomberg Línea sobre las oportunidades y retos de Colombia para abrir su economía al mundo.
Claves de la internacionalización
Para Hausmann la pregunta base sobre la cual se debe partir es la de qué tan insertada está Colombia en el mundo y en qué. Sobre ello rescató que “el aspecto que va más lento es insertar al país en los flujos de conocimiento del mundo. Hay muchas formas de apertura de conocimiento, una es a través de la migración”.
“El aspecto que va más lento es insertar al país en los flujos de conocimiento del mundo. Hay muchas formas de apertura de conocimiento, una es a través de la migración”
Ricardo Hausmann
El experto agregó que “en el censo nacional de 2015 había un extranjero por cada 350 colombianos viviendo en Colombia y 35 colombianos viviendo fuera del país por cada extranjero viviendo en Colombia. El país estaba muy aislado del mundo en términos de flujos de personas, pero eso ha cambiado ahora con la inmigración venezolana porque hay más o menos 1,5 millones de venezolanos en Colombia, el 3% de la población de un país con 50 millones de habitantes”.
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Continuó diciendo que “en Estados Unidos los extranjeros son 14% de la población y en Singapur son el 45%, entonces, todavía los niveles de internacionalización de la gente en Colombia son bajos, pero tiene una diáspora muy importante”.
Respecto a la inmigración, el economista complementó su idea diciendo que en el gran crecimiento que tuvo Venezuela entre la década de 1920 y la de 1970 el país se benefició de recibir inmigración europea porque en esta “vino bastante conocimiento para desarrollar mucho de los ramos manufactureros y artesanales que de otra forma Venezuela no habría podido desarrollar”.
No obstante, más allá del flujo de migrantes, Hausmann resaltó que otra manera de internacionalizar a Colombia es precisamente a través de sus universidades. “Colombia es el 0,7% de la población del mundo, pero es el 0,02% de las patentes del mundo. Si Colombia tuviera tantas patentes per cápita como el mundo, tendría 35 veces más. Esta es una de las dimensiones en las que el país no tiene una inserción internacional profunda”.
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Como es de esperarse, el comercio es un renglón clave para internacionalizar la economía nacional. Venderle más y comprarle más en el mundo, debe estar en el radar. “Si uno mira las exportaciones del país y lo considera para un país del nivel de ingresos de Colombia y de su población, uno esperaría que fueran un poco más de tres veces mayores de las que son”, aseveró Hausmann.
“El problema de por qué Colombia no exporta otras cosas además oro, petróleo, café, entre otros, es porque no lo sabe hacer bien y la única forma de transformar eso es desarrollando empresas que sí saben hacer las cosas bien o si las empresas no están en Colombia, pero sí en el mundo hay que traerlas o adquirirlas”
Ricardo Hausmann
La inversión extranjera también es esencial en el proceso de abrir la economía. “En Colombia se ve un paquete exportador muy estático. Eso es un reflejo de que las empresas colombianas no han absorbido tecnología, no han aprendido a hacer cosas que no sabían y eso es porque uno al final termina exportando las cosas que sabe hacer bien”.
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“Ahí debemos tener una política más activa de atracción de inversión extranjera, que lo que quiere es producir desde Colombia para el mundo, usando la mano de obra colombiana y no necesariamente los recursos naturales que se hallan en el país”, añadió el experto.
El papel de las empresas
Entre los desafíos que ha presentado el comercio exterior colombiano está diversificar la canasta exportadora para que las ventas externas no dependan del sector de hidrocarburos y de la industria extractivista.
Sobre este reto Hausmann dice que los grandes grupos económicos juegan un papel importante en la diversificación, “un rol que ha jugado Samsung en Corea, Mitsubishi y Toyota en Japón, pero que no han jugado a la fecha los grandes grupos económicos colombianos. Yo creo que hay que hacerles un llamado para que tomen el reto de ayudar a transformar a Colombia, transformarse como grupos”.
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Sin embargo, desligar las exportaciones colombianas de sectores tradicionales como el petróleo y café también se convierte en un reto cuando a estos les está yendo bien y el dólar está alto porque dichos renglones terminan aportando a las finanzas públicas.
Para el docente, “el problema de porqué Colombia no exporta otras cosas además oro, petróleo, café, entre otros, es porque no lo sabe hacer bien y la única forma de transformar eso es desarrollando empresas que sí saben hacer las cosas bien o si las empresas no están en Colombia, pero sí en el mundo hay que traerlas o adquirirlas”.
“Si las empresas no están en Colombia, pero sí en el mundo hay que traerlas o adquirirlas”
Ricardo Hausmann
“Por esas vías pueden ayudar a transformar la producción dentro de Colombia y por tanto el potencial exportador del país”, añadió Hausmann.
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Mirando más allá del petróleo, el experto expone que a mediano plazo el mundo se va a querer descarbonizar más, lo cual debe generarle preocupación al país respecto a su dependencia del petróleo e industrias extractivas por lo que además enfatiza en la necesidad de que se comiencen a exportar más servicios, en parte, aprovechando la virtualidad.
“Inmigración, inversión extranjera, inversión colombiana en el exterior, inmersión de las universidades y centros de investigación en el mundo, todas las dimensiones de internacionalización”.
Ricardo Hausmann
Agregó que Colombia tiene un potencial hidroeléctrico no desarrollado muy importante por lo cual debe aprovechar que el mundo quiere hacer las cosas con menos emisiones de carbono. “Tienen que ponerse las pilas, tienen que poder transformar ese potencial hidroeléctrico en una realidad hidroeléctrica”.
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Sobre cómo aumentar la productividad en los países de la región, Hausmann enfatizó en que se debe conectar a las empresas colombianos a las oportunidades tecnológicas pues la baja productividad “es consecuencia de la falta de adopción y adaptación de las tecnologías con las que se está innovando en el mundo”.
¿Y la Misión?
Sobre la Misión que se lanzó en el país a mediados del año pasado, Hausmann dijo que algunos de los factores que han analizado son los que ya se han mencionado previamente: “Inmigración, inversión extranjera, inversión colombiana en el exterior, inmersión de las universidades y centros de investigación en el mundo, todas las dimensiones de internacionalización”.
Aunque la Misión culmina en medio del proceso de reactivación de la economía nacional, muchas de las tareas que se definen en esta son de largo plazo para el país que requiere dedicación y esfuerzo para que haya más empleos bien remunerados.
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“Vamos a tratar de ayudar a definir cuáles son esos esfuerzos sostenidos que ayudarían al país a conseguir lo que está buscando que son buenos empleos, bien remunerados e interesantes donde la gente pueda crecer. Para eso es la internacionalización”, enfatizó.
El cambio en Venezuela
A la pregunta de cómo vería una Venezuela postchavismo y cómo reconstruir el país en un caso en el que sucediera la transición política, el economista venezolano reconoce que el problema más difícil es el político y el de seguridad del Estado “porque Venezuela es un estado fallido que ha perdido el control de su propio territorio. De modo que el cambio político en Venezuela es una condición sine qua non para la recuperación del país”.
“Pero ¿cómo se va a recuperar Venezuela? Simplemente devolviéndole a los venezolanos sus derechos porque la destrucción del país se debe a que a las personas les quitaron sus derechos a pensar, emprender, soñar y organizar, lo que llevó a que la producción se hiciera con pésima productividad y a que se extorsionara la actividad productiva lo que llevó a muchos venezolanos a irse”, comentó el experto.
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Por último, enfatizó en que no sabe cuán optimista ser sobre el cambio político que hace falta en Venezuela, pero dijo que en el contexto de ese cambio político es optimista de que la recuperación de Venezuela pudiera ser un fenómeno bastante acelerado, “aunque va a tomar mucho más de una década regresar a niveles de vida que el país conoció no hace tanto. Por ejemplo, para regresar a los niveles de ingreso de 2012 probablemente estemos en la postrimería de la década del 2030, en el mejor de los casos”.