Ciudad de México — El futuro energético de México se debate en el Congreso. El gobierno intenta cambiar la Constitución para tener el control del sistema eléctrico nacional, mientras el mundo discute este fin de semana los caminos para revertir el calentamiento global y sus fuertes efectos en el mundo.
El sector privado encabeza las críticas por la propuesta para el sector eléctrico, el país y la comunidad internacional observa con cuidado los cambios del presidente Andrés Manuel López Obrador y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ante la posibilidad de usar sus plantas eléctricas contaminantes si se aprueba la iniciativa.
El gran problema que enfrenta la iniciativa del mandatario son los huecos en la organización del nuevo mercado eléctrico y el futuro de las energías renovables de las grandes empresas y los hogares, principalmente de los techos solares.
Manuel Bartlett, director de CFE, criticó a las energías solar y eólica desde sus primeras conferencias de prensa en 2019 por el riesgo para el sistema eléctrico que provoca su intermitencia, pero esta semana presumió ante diputados que la empresa genera 56% de la energía limpia del país, mientras que el 37% de su producción en con tecnología renovable.
La Ley de la Industria Eléctrica, aprobada luego de la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto en 2013, considera energía limpia a la tecnología eólica, solar, oceánica, geotérmica, bioenergética, gas natural, hidrógeno con eficiencia y criterios de emisiones, hidroeléctrica, nuclear, cogeneración eficiente, gasificación o plasma molecular sin emisiones contaminantes.
Problemas en el aire
Al menos 17.800 muertes pueden atribuirse a la mala calidad del aire en México, el cual ocupa el cuarto lugar de emisiones antropogénicas de dióxido de azufre, con puntos críticos de emisiones en Tula, Hidalgo, donde se produce energía y combustibles.
La infraestructura de Pemex y CFE responden a la contaminación del aire en zonas aledañas, incluida la Ciudad de México, detalló el think tank México Evalúa en un reporte con datos de Greenpeace, NASA y el Instituto para la Evaluación y Métricas de la Salud.
Tras dos años de críticas, el gobierno rectificó su discurso inicial y ha planteado construir la central solar fotovoltaica más grande de América Latina en el estado de Sonora de 1.000 MegaWatts de Capacidad (MW) y conectar el sistema eléctrico de Baja California con el resto del país, además de repotenciar 14 centrales hidroeléctricas para aumentar la capacidad en más de 250 MW.
Pero el país ha frenado, a través de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la conexión de más centrales por la inestabildidad de la red y bajos pagos por el transporte de la energía, según la empresa estatal.
En ese marco, este fin de semana se desarrolla la cumbre del Clima COP26 en Glasgow. Representantes del Gobierno asistirán para pedir más compromiso a los países ricos para fondear a naciones pobres con el objetivo de que combatan la emergencia climática, dijo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien asiste en nombre de México ante el G-20.