Bloomberg — La altamente infecciosa variante ómicron, ha desplazado a la delta en los Estados Unidos, pero la aparición de la forma supuestamente más leve de Covid-19 no ha hecho nada hasta ahora para aliviar la carga de los hospitales.
La variante ómicron representa alrededor del 98% de los casos, según declaró el martes la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), Rochelle Walensky. Esta cifra se basa en los datos de la semana que terminó el 8 de enero y supone un aumento significativo con respecto a las dos semanas anteriores, cuando ómicron representaba el 71,3% de los casos.
La mayor transmisibilidad de ómicron, junto con la inmunidad que algunos han creado para combatir a la variante delta mediante la vacunación y la exposición, han hecho que las condiciones favorezcan a la variante “más suave”, dijo David Wohl, profesor del Instituto de Salud Global y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill. Pero los expertos advierten que, para quienes siguen sin vacunarse o sufren otros problemas de salud, la infección por cualquier variante de Covid-19 es una gran preocupación. Y si no se interviene, los datos indican que se avecinan días oscuros para un sistema de atención sanitaria que ya está al límite, dicen.
En muchas partes de EE.UU., el sistema de salud se está “colapsando bajo el peso de los pacientes de Covid-19″, afirma Neil Sehgal, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland. “Empecé a preguntarme si esta era la semana en que el sistema sanitario se rompería”.
Los datos más recientes del CDC Nowcast predicen que ómicron está dominando el número de casos en todas las regiones del país. Y aunque las infecciones parecen estar alcanzando su punto máximo en los lugares que se vieron afectados antes, como la ciudad de Nueva York, la mayoría de las ciudades siguen viendo cómo las infecciones eclipsan los récords anteriores y las hospitalizaciones se disparan.
En Maryland, donde trabaja Sehgal, algunos hospitales han adoptado normas de atención en caso de crisis, lo que significa que han suspendido ciertas cirugías electivas y han redistribuido el personal. Hospitales de otros estados, como Colorado y Oregón, han declarado crisis similares. Sehgal dijo que el martes la Asociación de Hospitales de Maryland abogó por un mayor cumplimiento de las medidas preventivas, como el enmascaramiento y volvió a insistir en la vacunación.
Algunos lugares están restableciendo los protocolos de seguridad para tratar de aliviar la carga de los hospitales locales. Cuando los casos se dispararon en Utah la semana pasada, la directora de salud del condado de Salt Lake, Angela Dunn, emitió una orden de uso de mascarillas en todo el condado, dando el paso adicional de exigir las de tipo respiratorio, como las KN95, KN90 o KF94. El condado dijo que proporcionaría las mascarillas sin costo alguno a quienes las necesitaran.
“Preservar la capacidad del sistema sanitario es crucial”, dijo Sehgal.
“Si no actuamos ahora y no actuamos con decisión, será demasiado tarde”, dijo Sehgal. “Los casos de hoy son las hospitalizaciones de la semana que viene”.
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Este artículo fue traducido por Andrea González
