:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/DEOWQYU3IBHL7DI3ANMJR6S32E.jpg "El Presidente, contra la espada y la pared")
El Gobierno de Pedro Castillo atraviesa horas críticas. Tras ocho meses de mandato y tres cambios de Gabinete de ministros, el Presidente comparecerá el lunes 28 de marzo a las 3 de la tarde ante el Congreso para afrontar el segundo pedido de vacancia por incapacidad moral que pesa sobre él.
La oposición necesita 87 votos (dos terceras partes del Congreso) para lograr la remoción del mandatario y, por ahora, todo parece indicar que no los tiene. Sin embargo, desde ambos lados hay negociaciones a contrarreloj para convencer a los indecisos.
El tratamiento de la vacancia, que podría implicar la destitución de Castillo, fue aprobado con 76 votos a favor, 41 en contra y una abstención.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/EUB6OH7NWBECPMESOOMZ7CLTAE.jpeg "Las mociones de vacancia en Perú en el tiempo: una herramienta cada vez más usada")
¿Por qué piden su remoción?
Entre los 20 puntos que presentó la oposición para pedir la vacancia de Castillo se destacan: la supuesta existencia de un gabinete actuando desde las sombra, las designaciones “cuestionables” de al menos 10 ministros de Estado y la presunta intención del mandatario de otorgar una salida al mar a Bolivia.
La moción de censura también presenta señalamientos por un presunto tráfico de influencias en licitaciones y ascensos policiales y militares, así como las denuncias de la empresaria Karelim López, que ha vinculado a Castillo con una red de corrupción.
En el documento de vacancia se señalan supuestas “contradicciones y mentiras del presidente Castillo en las investigaciones fiscales”. Según la moción “el Presidente de la República habría incurrido en los delitos de fraude procesal y falsedad genérica”.
Castillo negó todas estas acusaciones y el lunes se presentará dar su visión frente a los congresistas que lo acusan. El partido que busca su salida del poder es Renovación Popular.
Advertencia
Buscando generar conciencia de la supuesta gravedad institucional que implicaría la salida de Castillo, su primer ministro el actual presidente del Consejo de Ministros de Perú, Aníbal Torres, declaró: “Si Pedro Castillo cae, caemos todos, todo el pueblo, todos los pueblos del Perú y nadie debe estar seguro de que, si Pedro Castillo cae, va a ser presidenta o presidente del Perú. Las consecuencias no lo sabemos”, dijo Torres al inicio de un Consejo de Ministros en la región surandina de Huancavelica.
Frente a eso, Torres repitió el llamado del Ejecutivo “al diálogo, a la concertación, a establecer consensos con todos, actuando de buena fe, con la verdad”. “Yo le pido al Congreso que terminemos con esto, que dialoguemos. Nosotros no tenemos el complejo de inferioridad o superioridad, para nosotros el que tiene estos complejos y que ejerza algún cargo público es un asco”, añadió.
Lo cierto es que, tras haber llegado al poder por una fuerza de izquierda, el Presidente no ha logrado imprimirle a su gobierno un sello propio y ha sufrido debilidad institucional en todo momento. En los últimos días, sus funcionarios han hecho llamamiento al diálogo con las demás fuerzas del Congreso, pero los mismos no han prosperado.
Repercusiones financieras
La solidez fiscal que ha evidenciado Perú le ha permitido al país contar con buenas calificaciones crediticias a pesar de las permanentes crisis políticas que atraviesa el país. Sin embargo, esta situación es cada vez más inestable. Al punto que a fines del año pasado la calificadora de riesgo estadounidense Fitch le bajó el puntaje a Perú a raíz de estos cataclismos en el poder.
De acuerdo a Fitch, la continua inestabilidad y crisis del ambiente político en Perú, país que desde octubre del 2021 ostenta una calificación de ‘BBB’ con una perspectiva estable, es “sintomática del debilitamiento de la gobernanza y de los persistentes retos de gobernabilidad”. Fitch Ratings recordó en un informe que fue esa creciente volatilidad política uno de los factores principales para que la agencia tuviera menor credibilidad sobre la política macro y fiscal, y ello restó a la calificación del soberano peruano unos cinco meses atrás.
“Las tensiones entre el presidente, el gabinete y el Congreso han socavado la formulación y ejecución de políticas y han elevado la incertidumbre política. Esto, a su vez, ha deteriorado las perspectivas de inversión”, adviertió Fitch Ratings. En esa misma línea, la calificadora precisó que si se mantiene el deterioro de las instituciones políticas de Perú o “el consiguiente debilitamiento de las perspectivas económicas más allá de los niveles ya reducidos en relación con la mediana ‘BBB’”, se podría dar nuevamente un escenario de presión sobre la calificación peruana hacia un espectro negativo (de estable a negativa).
Pedidos de vacancia
El Congreso de Perú respaldó por una breve mayoría a la iniciativa de un sector político y con 76 votos a favor aprobó la admisión de la moción de vacancia presidencial contra Pedro Castillo, la segunda presentada en casi ocho meses de gobierno. La figura de vacancia por incapacidad moral del presidente se incluyó en la Constitución de 1893 y se ratificó en las 10 que le siguieron, siendo incluida en la carta magna actual (1993).
Pero en los últimos años, ante la creciente inestabilidad política en Perú y los diferentes escándalos de corrupción, se ha convertido en un mecanismo cada vez más consultado por el Congreso para sacar del cargo al mandatario de turno y los procesos han logrado su cometido.
