Bloomberg Línea — Elon Musk, el multimillonario más mediático de los últimos tiempos, tiene las próximas páginas de su agenda compromisos en Brasil. Voló a São Paulo desde Texas en su jet privado para reunirse con el presidente Jair Bolsonaro y empresarios locales.
Musk y Bolsonaro hablarán sobre una posible asociación en materia de conectividad rural y monitoreo de la deforestación, según informó el diario O Globo.
El presidente Bolsonaro confirmó el viaje. “Tendremos una reunión con una persona de renombre mundial, que viene a ayudar a nuestra Amazonía”, dijo durante una transmisión en vivo en las redes sociales el jueves por la noche, sin revelar un nombre.
Durante la mañana, Musk confirmó en un tuit su viaje e indicó que tiene como propósito “el lanzamiento de Starlink para 19.000 escuelas sin conexión en áreas rurales y el monitoreo ambiental del Amazonas”.
Según el diario brasileño, a la reunión de hoy, que se celebrará en un hotel cerca de Sorocaba (Sao Paulo), asistirán varios ejecutivos, entre ellos el director general de Telecom Italia, Pietro Labriola, y el socio mayoritario del banco BTG Pactual, André Esteves.
En noviembre del año pasado, el CEO de SpaceX y Tesla (y aspirante a dueño de Twitter) se reunió en Estados Unidos con el ministro brasileño de Comunicaciones, Fabio Faria, y hablaron de utilizar la tecnología de SpaceX para llevar Internet por satélite a las escuelas rurales y reducir la deforestación ilegal en la selva amazónica.
Elon Musk ha dominado los titulares en las últimas semanas, especialmente tras anunciar su voluntad de comprar Twitter, una operación valorada en US$44.000 millones.
Inclinación hacia la derecha
La reunión con Bolsonaro se produce pocos días después de que el hombre más rico del mundo, con una fortuna estimada en US$220.000 millones, dijera en Twitter que cambiaría su voto y pasaría de votar a los demócratas a los republicanos en EE.UU.
Musk ha donado a candidatos y comités políticos de ambos partidos, pero sus contribuciones se inclinaron más hacia los republicanos el año pasado. Utilizó su enorme número de seguidores en Twitter para atacar a los legisladores demócratas, entre ellos el presidente de Finanzas del Senado, Ron Wyden, la senadora Elizabeth Warren o Alexandra Ocasio-Cortez, todos ellos defensores de subir los impuestos a los multimillonarios.
Con esto, y la campaña para el regreso del expresidente derechista Donald Trump a Twitter, que fue prohibido por la red social, Musk se ganó la simpatía del bolsonarismo.
