Boris Johnson se enfrentará a una moción de censura y podría perder su cargo

Bloomberg — Boris Johnson se enfrentará a una votación de confianza dentro de su Partido Conservador, actualmente en el poder, después de que decenas de diputados tory consideraran que una serie de escándalos y pasos en falso ya eran demasiado para ellos.

El parlamentario conservador Graham Brady dijo el lunes que se había alcanzado el umbral de al menos 54 apoyos -el 15% del total- para catalizar este proceso en contra de Johnson, que se convirtió en el primer primer ministro en funciones en haber infringido la ley, según las autoridades.

Algunos parlamentarios habían pedido que la votación se pospusiera hasta después de las celebraciones del fin de semana por los 70 años del reinado de Isabel II en el Reino Unido. La votación secreta se celebrará durante dos horas a partir de las 18.00, hora local, y el resultado se conocerá poco después.

Los tories rebeldes necesitan una mayoría para ganar la votación, y las posibles abstenciones alterarán las cuentas. El número de parlamentarios con cargos en el Gobierno puede dificultar sus posibilidades de ganar la votación. Pero incluso si sobrevive, el golpe a Johnson podría ser fatal.

La presión sobre el primer ministro británico lleva semanas aumentando por el “partygate”, el apodo mediático de los actos ilegales en Downing Street durante la pandemia por los que Johnson recibió una multa de la policía.

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No obstante, el descontento con el liderazgo de Johnson va mucho más allá de este hecho: algunos parlamentarios se han sentido frustrados al verse obligados a defender políticas controvertidas sólo para que el gobierno se vea obligado a dar marcha atrás por la presión pública.

El enojo de los rebeldes

Un impuesto a las empresas energéticas ha enfadado a los conservadores fiscales, mientras que otros están enfadados porque su plan de romper el Brexit por Irlanda del Norte hará que los tories -que se llaman a sí mismos el partido de la ley y el orden- rompan el derecho internacional.

El lunes, el ex ministro Jesse Norman publicó una carta al primer ministro con fuertes críticas a Johnson, a quien acusó de “carecer de sentido de misión”.

Que tantos diputados hayan perdido la confianza es un golpe enorme para Johnson, que lideró al Partido Conservador en su mayor victoria en más de tres décadas en las elecciones de 2019. Aun así, Johnson dejó claro que planea salir a luchar para conservar su puesto.

“Esta noche es una oportunidad para poner fin a meses de especulación y permitir al Gobierno trazar una línea y seguir adelante, cumpliendo con las prioridades de la gente”, dijo un portavoz de la oficina de Johnson en un comunicado. El primer ministro se dirigirá a los diputados conservadores a las 16.00, hora local, para exponer sus argumentos.

Respaldo del gabinete

Altos cargos de su gabinete, como el ministro de Hacienda, Rishi Sunak, la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, y el ministro de Sanidad, Sajid Javid, afirmaron el lunes que Johnson cuenta con su apoyo.

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“El primer ministro se mantendrá en pie y luchará. Tiene un caso muy, muy fuerte”, dijo Javid a Sky News el lunes, antes de la declaración de Brady. “Así que esperemos a ver qué pasa”.

Si Johnson gana la votación secreta, sería inmune a otra votación durante un año, según las normas del partido .

Pero la historia demuestra que la realidad suele ser mucho más complicada, y los primeros ministros suelen quedar muy debilitados incluso si ganan. Esto se debe a que la profundidad de la oposición que enfrenta a nivel interno queda al descubierto, tanto en el resultado de la votación como en los comentarios públicos de los diputados rebeldes durante el tiempo que pasa hasta ella.

La predecesora de Johnson, Theresa May, ganó una votación de confianza, pero se vio obligada a abandonar el cargo meses después, ya que las disputas tories sobre el Brexit y la fuerza de su oposición a sus políticas hicieron insostenible que permaneciera en su cargo. Para Johnson, hay claros peligros por delante incluso si gana el lunes.

Peligro por delante

Los temores de los tories de que Johnson pueda costar a los conservadores las elecciones generales de 2024 se habrán incrementado por los nuevos sondeos que sugieren que el partido se enfrenta a una derrota en unas elecciones especiales en Wakefield el 23 de junio. El escaño se encuentra entre los distritos que históricamente apoyan al Partido Laborista en el norte de Inglaterra -el llamado Muro Rojo- que ayudó a conseguir una enorme mayoría en la Cámara de los Comunes para los tories en 2019. El domingo, la encuestadora J.L. Partners situó a los laboristas con 20 puntos de ventaja.

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El partido también se enfrenta a una humillación en otra elección especial que tendrá lugar en Tiverton y Honiton, en el suroeste de Inglaterra, el mismo día. Los liberales demócratas se alzan allí como favoritos para hacerse con el bastión conservador. Ambas votaciones fueron provocadas por la dimisión de diputados tories por distintos escándalos sexuales.

Esta amenaza electoral ha sido un factor clave a la hora de impulsar su destitución en los últimos días. Johnson ya ha perdido algunos escaños parlamentarios clave y su partido recibió una paliza en las elecciones locales del mes pasado. Con los conservadores a la zaga de los laboristas en las encuestas de opinión desde diciembre, gran parte del atractivo de Johnson como ganador de votos ha desaparecido.

La incertidumbre sobre el futuro de Johnson llega en un momento vulnerable para el Reino Unido, en el que las consecuencias económicas del Brexit y la pandemia hacen que los consumidores se enfrenten a la peor reducción del nivel de vida desde la década de 1950.

La crisis del costo de la vida se ha visto exacerbada por la invasión rusa de Ucrania, que inicialmente parecía haber salvado a Johnson de enfrentarse a una votación de confianza. Pero el goteo de tories que se suman a las filas de los rebeldes significa que Johnson está ahora luchando por salvar su cargo.

--Con la ayuda de Ellen Milligan.