Bernard Arnault, el magnate francés que lidera LVMH, el gigante del lujo, ha alcanzado un nuevo hito en su patrimonio personal. Según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, su patrimonio neto ha superado los US$200.000 millones, lo que le convierte en la tercera persona que alcanza semejante cifra. Este logro le sitúa en la misma liga que Jeff Bezos y Elon Musk, que son las únicas otras personas que han logrado esto. Cabe destacar que Arnault es la primera persona fuera de Estados Unidos que alcanza este hito.
Arnault, de 74 años, se convirtió en diciembre por primera vez en la persona más rica del mundo, superando a Elon Musk. Esto se debió a la resistencia de su imperio LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton SE, que ha tenido un mejor rendimiento que las fortunas tecnológicas que dominan la clasificación de Bloomberg de las 500 personas más ricas del mundo. A pesar de la pandemia y la recesión económica, la demanda de productos de gama alta se ha mantenido fuerte, lo que ha dado lugar a un aumento de US$39.000 millones en el patrimonio neto de Arnault sólo este año.
El precio de las acciones de LVMH ha alcanzado un récord, beneficiado por el anuncio el mes pasado de que recompraría hasta 1.500 millones de euros (US$1.600 millones) de sus propias acciones. La empresa registró unas ventas récord de 79.200 millones de euros el año pasado, con unos ingresos superiores a los 20.000 millones de euros en su gallina de los huevos de oro, Louis Vuitton, que en febrero nombró al músico reconvertido en empresario Pharrell Williams nuevo diseñador de moda masculina.
Los inversores tendrán la oportunidad de comprobar la fortaleza de la demanda de los productos Dior y Tiffany de LVMH cuando el grupo comunique sus ventas del primer trimestre a finales de este mes.
Muchos de los participantes en una reciente encuesta informal de Bloomberg entre mesas de fusiones y adquisiciones, gestores de fondos y analistas esperan que el grupo de Arnault se haga con rivales en un entorno competitivo difícil para las empresas más pequeñas. Un descendiente de la dinastía Hermes apodó en su día al multimillonario “lobo de cachemira”, después de que lanzara una oferta fallida para hacerse con el grupo de lujo competidor.
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