Bloomberg — Argentina y Brasil están trabajando para impulsar su comercio bilateral y recuperar el market share que cedieron a China, mediante el establecimiento de líneas de crédito en reales que evitan el uso de dólares estadounidenses, según un funcionario del Gobierno argentino que se reunió con sus homólogos en Brasilia.
La próxima semana, representantes de los ministerios de Economía e Industria de ambos países discutirán formas de implementar dichas líneas de crédito.
Bajo el nuevo mecanismo, las importaciones de Argentina a Brasil se acelerarían, reduciendo los tiempos de aprobación de 180 a 30 días. Los bancos involucrados como contraparte en las líneas de crédito probablemente serán estatales, dijo el funcionario, quien pidió permanecer en el anonimato ya que las discusiones no son públicas.
Las conversaciones entre las economías más grandes de Sudamérica se producen cuando Argentina enfrenta importantes desafíos como la disminución de las reservas internacionales, una inflación superior al 100% y una caída del peso. El comercio entre ambas naciones ha sufrido un impacto de miles de millones de dólares en los últimos años, según estimaciones del Gobierno. Al menos 210 empresas brasileñas de sectores como el del hierro, acero, confecciones, agricultura y automóviles estarían interesadas en sumarse a las líneas de crédito.
Los funcionarios brasileños ahora trabajarán en un sistema para financiar y garantizar los pagos, similar a una cuenta de depósito en garantía. Las líneas ayudarían a los bienes de exportación del país a recuperar participación de mercado en Argentina, luego de caer de alrededor de US$19.000 millones en 2013 a US$13.000 millones en 2022.
El presidente argentino, Alberto Fernández, se reunió el martes con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasilia, donde discutieron formas de ayudar a Argentina a superar su crisis financiera.
Una sequía récord está empeorando las perspectivas de la nación en medio de los esfuerzos del Gobierno para asegurar líneas de crédito con organizaciones multilaterales para apoyar a los productores de soja, así como la creación de tipos de cambio múltiples para impulsar las exportaciones antes de las elecciones presidenciales de octubre.
Fernández también está buscando una reelaboración del acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional, que pasó su cuarta revisión, para elevar los desembolsos del programa de facilidades extendidas a US$28.900 millones. Lula dijo que trabajará por cambios en las políticas del fondo, para evitar que los países sean “asfixiados” por la entidad.
El apoyo de un socio comercial clave como Brasil es muy importante en las negociaciones con el fondo, dijo el funcionario. Hasta el momento no ha habido indicios de que el banco esté dispuesto a extender los desembolsos.
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