Bloomberg — La Unión Europea está a punto de llegar a un acuerdo sobre lo que está llamado a convertirse en la regulación de inteligencia artificial más extensa y de mayor alcance en el mundo occidental.
Los negociadores acordaron un conjunto de controles para herramientas de inteligencia artificial generativa como ChatGPT de OpenAI Inc. y Bard de Google, del tipo capaz de producir contenido a pedido, dijeron personas familiarizadas con las discusiones a primera hora del jueves.
Los delegados de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y 27 países miembros alcanzaron un compromiso en una reunión que comenzó el miércoles por la tarde y se prolongó durante horas, acercando al grupo a un acuerdo formal sobre una legislación más amplia conocida como la Ley de IA. dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones no son públicas.
Un acuerdo marca un paso crítico en la aprobación de una política histórica de IA que, en ausencia de cualquier acción significativa por parte del Congreso de los EE. UU., marcará la pauta para la regulación de herramientas de IA generativa como ChatGPT de OpenAI y Bard de Google en el mundo desarrollado.
Los formuladores de políticas han estado trabajando durante meses para finalizar el texto de la Ley de IA y lograr que se apruebe antes de que las elecciones europeas de junio marquen el comienzo de una comisión y un parlamento completamente nuevos que podrían forzar más cambios y detener los esfuerzos.
La Comisión Europea no respondió a una solicitud de comentarios enviada fuera del horario comercial habitual.
Las extensas discusiones hasta altas horas de la noche subrayan cuán polémico se ha vuelto el debate sobre la regulación de la IA, dividiendo tanto a los líderes mundiales como a los ejecutivos de tecnología a medida que las herramientas generativas continúan ganando popularidad. La UE, al igual que otros gobiernos, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido, ha luchado por encontrar un equilibrio entre la necesidad de proteger sus propias nuevas empresas de IA, como la francesa Mistral AI y la alemana Aleph Alpha, contra posibles riesgos sociales.
Ese ha demostrado ser un punto clave en las negociaciones, ya que algunos países, incluidos Francia y Alemania, se opusieron a reglas que, según dijeron, perjudicarían innecesariamente a las empresas locales. Los funcionarios estaban cada vez más confiados en que se alcanzaría un acuerdo a primera hora del jueves, aunque los detalles técnicos de la ley aún tendrían que resolverse en una serie de reuniones de seguimiento.
Los formuladores de políticas de la UE habían propuesto un plan que requeriría que los desarrolladores del tipo de modelos de IA que sustentan herramientas como ChatGPT mantuvieran información sobre cómo se entrenan sus modelos, resumieran el material protegido por derechos de autor utilizado y etiquetaran el contenido generado por IA.
Los sistemas que plantean “riesgos sistémicos” tendrían que trabajar con la comisión a través de un código de conducta de la industria. También tendrían que monitorear y reportar cualquier incidente de los modelos.
