Buenos Aires — El economista Ricardo Arriazu, uno de los más escuchados por el sector privado argentino, anticipó que el Banco Central (BCRA) compraría dólares en un rango de entre ARS$1.350 y ARS$1.400 bajo el nuevo esquema cambiario. “Mi cálculo es que van a comprar entre ARS$1.350-1.400, comprando lo que quieren comprar”, afirmó el especialista.
La proyección, pronunciada en un desayuno organizado por la firma de inversión BlackToro en el Palacio Duhau de Buenos Aires, se da tras el anuncio del BCRA de que, a partir del 1 de enero de 2026, las bandas de flotación se ajustarán mensualmente según el dato de inflación publicado por el INDEC dos meses antes. Arriazu se mostró crítico de la medida y la calificó como “una tontera moderada”, argumentando que genera incertidumbre en el mercado.
VER MÁS: BCRA anuncia cambios en el ritmo al que ajustan las bandas y un programa de acumulación de reservas
El economista explicó que el nuevo mecanismo convierte a la banda en lo que denominó una “banda muda”. “Lo que están diciendo es que ... hay que comprar a un tipo de cambio distinto, porque la banda claramente no va a caer para abajo”, analizó.
“¿Para qué me generaron esto? Para decir que me acerco a la flotación”, sumó.
Arriazu reconoció que el gobierno “indexa la banda, pero no el tipo de cambio”, algo que considera “absolutamente cierto”. Sin embargo, insistió: “Me generaron una incertidumbre”.
El especialista advirtió que la incertidumbre cambiaria tiene un costo concreto en el comportamiento de los inversores. “Si yo creo que voy a tener una pequeña baja o la probabilidad de una alta suba, ¿qué hago? Me quedo con los dólares esperando”, graficó.
Fernando Marengo de BlackToro resumió en conjunto con Arriazu algunos de los argumentos que podrían generar mayor incertidumbre a partir del nuevo esquema de bandas:
- El techo de las bandas se vuelve endógeno: Antes se movía al 1% mensual fijo, ahora depende de la inflación de dos meses atrás. Marengo señala: “Ya no hay tanta previsibilidad de dónde está el techo de la banda, lo cual podría generar incertidumbre cambiaria”.
- Riesgo de divergencia: En un escenario negativo donde cae la demanda de dinero, el tipo de cambio vuelve al techo de la banda. Como el techo es endógeno, “podría empezar a ser divergente”, lo que arrastraría las expectativas de tipo de cambio futuro y llevaría a los argentinos a dolarizar portafolios.
- Comparación con el crawling peg anterior: Marengo recuerdó que bajo el esquema de crawling al 1% mensual había “absoluta certidumbre respecto al tipo de cambio”, lo que generó desplome de inflación, recuperación de actividad y compra de US$25.000 millones en reservas. Con la banda ancha, en cambio, “se aceleró la tasa de inflación, subieron las tasas de interés, la actividad se estancó y el BCRA dejó de comprar dólares”.
- Límite de las tasas de interés: “Cuando hay incertidumbre y la tasa de interés no me cubre esa incertidumbre, los argentinos dolarizamos portafolios”.
Arriazu aclaró que el Gobierno “no está indexando el tipo de cambio, está indexando la banda”, algo que considera cierto. Sin embargo, advirtió que eso genera “incertidumbre y flexibilidad”, y recordó su experiencia en el sector público: “Me tocó manejar un sistema de crawling peg con control monetario y lo que puedo decir es que jamás baja la inflación cuando indexan el tipo de cambio”.
El economista, que se definió como “un ex flotador” por su formación en Estados Unidos, explicó que cambió de postura al observar el funcionamiento de una economía bimonetaria. “En una economía dolarizada, cuando se mueve el dólar se mueve todo. Nuestra unidad de cuenta es el dólar, entonces mientras más estable sea, mejor”, afirmó.
No obstante, tanto Arriazu como Marengo respaldaron la decisión del BCRA de abastecer la demanda de pesos comprando dólares sin esterilizar.
“Lo que causa inflación no es la oferta de dinero sino la discrepancia entre la oferta y la demanda de dinero”, explicó Marengo, validando la lógica detrás del programa de acumulación de reservas.
VER MÁS: Bausili confirma compra de dólares del Tesoro este lunes: qué dijo del nuevo régimen cambiario
Un gran 2026 si no “chocan la calesita”
Arriazu ve el potencial para un gran año de actividad económica en 2026. No obstante, delineó una serie de factores de incertidumbre que el Gobierno deberá seguir trabajando para despejar.
La actividad económica podría despegar entre 2026 y 2027, “mientras no choquemos la calesita”, advirtió el economista. La probabilidad de que ello suceda “es baja, pero no es cero”, aclaró.
Esos tropiezos implicarían cometer “errores de política económica que provoquen que la gente salga corriendo”, sumó. Arriazu delineó las siguientes variables de incertidumbre entre los argentinos: si el Gobierno puede aguantar una corrida; si vale la pena ganar la pulseada contra los que apuestan al dólar; si el Gobierno puede pagar los vencimientos de deuda; y cuándo podrá volver a los mercados de crédito.
“Los astros nos están favoreciendo, no seamos idiotas”, dijo Arriazu, a la hora de repasar el potencial de las inversiones en la minería de cobre, además de los proyectos de gas natural licuado en Vaca Muerta, entre otros.
VER MÁS: Milei envió al Congreso nueva Ley de Glaciares con fuerte apoyo a la industria minera
El respaldo de Estados Unidos
Arriazu descartó que el Gobierno enfrente problemas de liquidez significativos. Los dos escenarios de estrés serían defender el peso o pagar la deuda, pero ninguno debería representar un obstáculo para Javier Milei y Luis Caputo al contar con el respaldo del Tesoro estadounidense.
En esa línea, el economista recordó que el secretario del Tesoro de Estados Unidos apostó por Argentina y que una eventual pérdida le habría costado el cargo. “¿Qué creen que le habría pasado al secretario del Tesoro de Estados Unidos si pierde plata en una apuesta en Argentina? Lo tienen corrido”, afirmó Arriazu.
Recompra de deuda para colapsar el riesgo país
Arriazu sostuvo que Argentina debería avanzar con el programa de recompra de deuda que había anunciado el actual canciller y entonces secretario de Finanzas, Pablo Quirno, previo a las elecciones de medio término. Esa estrategia, que supo utilizar Perú en los años ’70, es lo que provocaría un colapso en el riesgo país y abriría las puertas para emitir deuda internacional en Nueva York.
El economista puso en contexto la situación fiscal argentina, señalando que la deuda de mercado representa apenas el 19% del PBI, “una de las más bajas del mundo”. Pese a ello, cuestionó que Argentina mantenga un riesgo país que era “el triple del promedio de América Latina” y “10 veces Uruguay y Paraguay”.
“¿Por qué? Porque somos escapadores seriales”, explicó Arriazu. “Entonces la gente dice, ¿cómo me vas a pagar? Y además hay gente que propone volver a escapar”.
El especialista se mostró optimista respecto al retorno de Argentina a los mercados internacionales de capital. “Mi cálculo es que Argentina va a volver pronto a los mercados internacionales de capital”, sumó.









