Buenos Aires — Es común escuchar en círculos afines al intervencionismo económico que los países productores de combustibles pueden –y deben– subsidiar el consumo interno. Ha sido el caso en la historia reciente de la Argentina, que, pese a un aumento del 44,7% en el litro de nafta súper desde diciembre, sigue teniendo el segundo precio más bajo entre los principales exportadores de petróleo en la región, después de Venezuela.
Del otro lado del debate se encuentran los economistas y empresarios de afinidad liberal, quienes pregonan por una desregulación total de estos valores, o al menos por la posibilidad de ubicarlos en línea con el precio promedio internacional de la nafta súper, hoy en US$1,32, de acuerdo al portal especializado Global Petrol Prices. El precio internacional del litro de diesel, en tanto, se ubica en un promedio de US$1,27.
En las estaciones de YPF, la petrolera estatal con el mayor market share de la Argentina tanto en producción como en ventas de combustibles, las pizarras actualmente marcan un precio por litro de súper de US$0,94, mientras que el gasoil (diesel) se vende por US$0,99 el litro, tomando el tipo de cambio oficial mayorista.
Al dólar blue, esos valores pasan a ser de US$0.77 y US$0,82 por litro, respectivamente. A ese tipo de cambio, Argentina tiene hoy la nafta súper más barata entre los principales países productores de combustibles de la región, con la excepción de Venezuela. Sin embargo, el gasoil se adquiere por un precio más alto en Buenos Aires que en Caracas, Quito y Bogotá.
Bloomberg Línea consultó a YPF en relación al calendario de ajustes de precios para lo que resta del 2024. Desde la compañía respondieron que no contaban con esa información en este momento.
La excepción venezolana y el diesel en Ecuador y Colombia
Cabe aclarar que el mercado más económico, el de Venezuela, se trata de un caso atípico en términos de fijación de precios. En medio de una delicada situación económica y política, en el país gobernado por Nicolás Maduro el diesel se comercializa a un precio extraordinariamente bajo de 0,1 dólares por litro, mientras que la nafta súper se vende por 0,84 dólares, esto gracias a fuertes subsidios gubernamentales.
Sin embargo, estas políticas van acompañadas de restricciones en la carga de combustible, con límites mensuales establecidos tanto para vehículos (120L) como para motocicletas (60L).
Del relevamiento realizado por Bloomberg Línea también se desprende que Argentina dejó de ser el país sudamericano más barato para comprar gasoil –exceptuando a Venezuela–, habiendo quedado ese precio por arriba de los encontrados en Ecuador y Colombia. Esos países cobran el litro de diesel a US$0.46 y US$0.63, respectivamente.
Precios “súper” competitivos
Argentina ya no es tan barata en dólares a la hora de comprar gasoil, pero las estaciones de servicio del país continúan ofreciendo los valores más económicos de la región para adquirir nafta súper.
Según datos recopilados por diversas fuentes del sector energético, Argentina lidera con precios competitivos en nafta súper, con un valor promedio de US$0.94 dólares. Este precio contrasta con el promedio regional de US$1.11 por litro (excluyendo a Venezuela), destacando la ventaja económica para los conductores argentinos.
De esa manera se da la situación opuesta a la de Ecuador, Venezuela y Colombia, donde el precio del diésel es más bajo que el de la nafta súper, teniendo en cuenta la importancia del diesel en diversas industrias y sectores de la economía.
Mientras que Colombia ofrece diesel a US$0.63 por litro, Argentina se sitúa en US$0,99 por litro, según los datos recopilados por este medio.
Subsidiar el precio de los combustibles implica un costo fiscal, y puede tener efectos significativos para la competitividad económica y la capacidad de para mantener costos operativos bajos en sectores como el transporte y la agricultura.
–Con la colaboración de Ángela Meléndez, María C. Suárez, Filipe Serrano y Michelle del Campo.