Bloomberg Línea — Las proyecciones de BBVA Global Markets Strategy para 2026 muestran un panorama diferenciado entre las principales economías de América Latina. Según el banco, México tendría un mayor potencial alcista que Brasil en un escenario base, lo que refuerza su posicionamiento relativo en las carteras de inversión.
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Esta perspectiva se apoya en factores macroeconómicos, políticos y sectoriales que, en conjunto, sitúan al mercado mexicano en una posición destacada dentro de la región. En el escenario central proyectado para 2026, el índice de México alcanzaría los 69.200 puntos frente a su nivel actual que está cerca de los 62.000.
En cambio, el índice de Brasil subiría hasta 166.250 desde los 155.300 actuales. Esto representa un alza de 11% para México y 7% para Brasil. En escenarios más optimistas, el índice mexicano podría llegar a 74.920, superando en términos porcentuales el potencial de Brasil, que alcanzaría 183.150 puntos.
La proyección se basa en un entorno regional en el que los márgenes de expansión se han estrechado tras el buen desempeño de 2025. BBVA anticipa que el crecimiento de utilidades por acción en la región, medido en dólares para los índices MSCI, se moderará del 18% en 2025 al 6% en 2026.

América Latina: valuaciones y riesgos políticos
La visión del banco reconoce que los mercados latinoamericanos han recuperado parte del terreno perdido en años anteriores, pero sin alcanzar aún los niveles históricos de valoración que exhiben otras regiones.
Según BBVA, “la región todavía rinde por debajo de sus propios promedios históricos, en contraste con las primas a las que cotizan otros mercados frente a sus promedios”. Sin embargo, añade que “los descuentos ahora son mucho más estrechos tras el desempeño superior de la región en 2025”, según los analistas.
En cuanto a valuaciones individuales, el banco identifica oportunidades selectivas. “Los descuentos relativos más profundos se encuentran en México y Perú, mientras que Chile es el más caro (en línea con su promedio de 10 años)”, según BBVA.
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Dentro del análisis sectorial, los analistas del banco distinguen entre las fuentes de impulso en cada país. En Brasil, Colombia, Chile y Perú, el sector financiero fue el principal motor de crecimiento en 2025. En México, en cambio, el liderazgo lo tuvo el sector de materiales, con protagonismo de las mineras y cementeras.
Para el próximo año, se espera que la desaceleración sea más notoria en este último segmento. En palabras del informe, “el mayor freno será probablemente en materiales, del +26% en 2025 al -5% en 2026”, según el banco.
También existen diferencias estructurales que afectan la comparación con otras regiones. “La región no tiene una exposición real al sector tecnológico de alta valoración”, y “LatAm tiene una exposición desproporcionada a financieros (35% frente a 17% en el resto del mundo) y materiales (18% frente a 4%)”, según el informe. Estas composiciones explican en parte la divergencia de rendimiento frente a otros índices globales.

El panorama político añade una capa de complejidad adicional a las decisiones de inversión. Durante los próximos 18 meses, cuatro de los cinco principales países de la región celebrarán elecciones presidenciales o legislativas, con posibles implicaciones en la estabilidad de políticas macroeconómicas. “El calendario político será intenso en los próximos 12 meses”, advierte el documento. México será la excepción, con sólo elecciones locales menores en 2026 y comicios intermedios programados para 2027.
Las diferencias en las proyecciones de crecimiento también influyen en las perspectivas. A pesar del atractivo de México para los inversionistas, el país crecería solo 1,3% en 2026, el ritmo más bajo entre los principales mercados latinoamericanos.
Aun así, BBVA argumenta que “el proceso de normalización macro podría proporcionar cierto respaldo a las utilidades y una mayor visibilidad sobre comercio y aranceles en los próximos meses”, lo que, en su análisis, “podría convertirse en un catalizador para una narrativa renovada sobre el nearshoring y una perspectiva de inversión más positiva”, según el banco.
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La región opera actualmente con un múltiplo de 8,8 veces utilidades, lo que representa una desviación estándar de -0,36 frente a su promedio histórico, según BBVA. En el caso de Chile, el banco advierte que “sigue siendo una incógnita a corto plazo, pendiente de los resultados políticos”, y añade que “otra posible ventaja para el mercado accionario podría derivarse de la reciente reforma de pensiones”, según los analistas.
A nivel táctico, el banco expresa una preferencia explícita dentro de los mercados andinos. “Nuestra posición modelo incluye una operación larga/corta entre Perú y Chile”, según los analistas.
Entorno global: liquidez y cambio de ciclo
El análisis regional se inserta en un contexto global caracterizado por una transición hacia una nueva fase del ciclo de activos. Según BBVA, 2026 marcará el paso desde un entorno de alto crecimiento en 2025 hacia una etapa con más apalancamiento, pero todavía resiliente.

“El crédito sigue fluyendo y la liquidez se mantiene como apoyo”, dice el informe. “El aumento del apalancamiento está generando más sensibilidad, pero no fragilidad”, según BBVA Global Markets Strategy.
La política monetaria de Estados Unidos también juega un papel clave en este escenario. Con la Reserva Federal apuntando a una tasa neutral entre 3,00% y 3,50%, los analistas sostienen que “las tasas reales estarán ‘más bajas, pero no bajas’”, según el banco. Además, se anticipa que “la atención se trasladará a mantener amplias reservas bancarias para apoyar el re-apalancamiento del sector privado”, según el informe.
El riesgo fiscal en Estados Unidos es otro elemento observado. “La aritmética fiscal se está volviendo difícil de ignorar”, afirman los analistas al referirse a los déficits cercanos al 6% y al aumento del endeudamiento por el “One Big Beautiful Bill Act”.
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Desde el punto de vista de los mercados emergentes, el informe señala una preferencia por activos fuera de Estados Unidos, incluyendo Europa y algunas economías en desarrollo. “
Los mercados emergentes se aceleran modestamente a medida que se disipa el shock inflacionario”, según el banco. En este contexto, México aparece como una de las apuestas destacadas. “Los mercados emergentes son nuestra región clave preferida, particularmente China —por la operación ‘apoyo de políticas’— y México”, según los analistas.
¿Cómo invertir en 2026?
Dentro de su estrategia para 2026, BBVA propone cuatro líneas de inversión prioritaria. La primera está centrada en redes eléctricas, impulsadas por la electrificación y la digitalización. “Las redes eléctricas están bajo presión a medida que las energías renovables y los centros de datos aumentan la demanda”, según los analistas.

La segunda apuesta está relacionada con salud y diagnósticos. “La integración de la inteligencia artificial está transformando la eficiencia médica y la precisión en los diagnósticos”, señala el informe.
El tercer eje está en baterías de nueva generación. Aunque el sector enfrenta retos en costos y adopción, los expertos de BBVA consideran que tras una corrección de valuación “el sector está mejor posicionado para una recuperación de utilidades”, según el banco.
Finalmente, la estrategia cuantitativa incluye ideas de trading a corto y mediano plazo, como posiciones relativas entre mercados emergentes. Esta estrategia se complementa con dos apuestas adicionales: una posición larga en consumo básico europeo frente al índice STOXX 600, y otra que enfrenta el índice europeo con el japonés Nikkei, basada en divergencias de valuación.









