CEO del FMI en riesgo de ver autoridad debilitada tras investigación sobre China

Se trata de la más reciente controversia en salpicar al controversial informe “Doing Business”, del Banco Mundial. Las potenciales consecuencias para Georgieva.

Kristalina Georgieva, managing director of the International Monetary Fund (IMF), gestures as she speaks during a panel session on the closing day of the World Economic Forum (WEF) in Davos, Switzerland, on Friday, Jan. 24, 2020. World leaders, influential executives, bankers and policy makers attend the 50th annual meeting of the World Economic Forum in Davos from Jan. 21 - 24. Photographer: Jason Alden/Bloomberg
Por Eric Martin y Shawn Donnan
17 de septiembre, 2021 | 08:19 AM

Bloomberg — Kristalina Georgieva corre el riesgo de ver socavada su autoridad como directora del Fondo Monetario Internacional a pocas semanas de una reunión anual de jefes de finanzas mundiales, tras ser acusada de influir a favor de China en un informe cuando trabajaba en el Banco Mundial.

Georgieva dijo el jueves que estaba “fundamentalmente” en desacuerdo con la conclusión, realizada por un bufete de abogados externo contratado por el Banco Mundial, de que había presionado al personal del banco para mejorar la clasificación de China en un informe económico. El jueves informó al directorio del FMI de las acusaciones y el viernes se dirigirá al personal del Fondo, según personas familiarizadas con el asunto.

La esencia de la acusación, presionar “indebidamente” al personal del Banco Mundial para que ajustara la calificación del informe “Doing Business” cuando ella ocupaba el cargo de directora general, fue el último de una serie de escándalos que han salpicado al problemático informe en los últimos años. La metodología del informe, que mide la facilidad y la transparencia de las operaciones en una economía, es tan controvertida y subjetiva que el Banco Mundial ha anunciado que dejará de elaborarlo.

Pero para Georgieva, de 68 años, el escrutinio puede estar recién empezando.

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La clasificación por la que se le acusa es la de China, un imán para las críticas en Washington sobre todos los asuntos, desde el comercio hasta la geopolítica. El Tesoro estadounidense considera que las acusaciones son serias y está “analizando el informe”, dijo el departamento; Estados Unidos tiene poder de veto sobre las principales decisiones del FMI y el Banco Mundial. Los legisladores republicanos podrían utilizar el asunto para renovar las críticas a la ampliación de los recursos del FMI bajo la dirección de Georgieva.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, dijo en una rueda de prensa periódica el viernes en Pekín que el Banco Mundial debería “seguir los procedimientos internos de revisión para investigar el asunto y proteger mejor la profesionalidad y la autoridad del informe Doing Business y la reputación del Banco Mundial y sus miembros”.

El gobierno de la nación asiática “concede una gran importancia a la mejora del entorno empresarial y el logro es atestiguado por todos”, dijo.

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Preguntas serias

El miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU. French Hill, republicano de Arkansas y uno de los más legisladores más críticos de la emisión de reservas del FMI del mes pasado, dijo que el informe plantea serias dudas sobre las motivaciones de Georgieva durante su estancia en el Banco Mundial.

“Si estas acusaciones son ciertas, la junta directiva del FMI debería evaluar sin demora su servicio en el puesto más alto”, dijo.

Hill, miembro del Comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes, dijo que pediría a la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, que evaluara el informe y llevara esa opinión al Congreso.

“Los mercados financieros y los responsables políticos confían en la experiencia de los prestamistas multilaterales y esa reputación se ve ahora empañada”, dijo.

“Bastante condenatorio”

Justin Sandefur, investigador principal y observador del Banco Mundial en el centro de estudios Center for Global Development, dijo que el informe podría acabar afectando la relación de Georgieva con los miembros del FMI.

“El FMI es el encargado de garantizar la integridad de las estadísticas macroeconómicas internacionales y de exigir a los países que rindan cuentas sobre la integridad de sus datos”, dijo Sandefur en una entrevista. “Este informe muestra a Georgieva con las manos en la masa, implicada activamente en la manipulación de datos con fines geopolíticos. Eso parece bastante condenatorio”.

El episodio ofrece una rara ventana a la forma en que China ha ejercido influencia sobre los dirigentes de las instituciones financieras internacionales en los últimos años, y lo reactivos que han sido esos altos funcionarios a las sensibilidades de Pekín.

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El informe encargado por el Banco Mundial, redactado por los abogados de WilmerHale, se esfuerza por exonerar a China de haber hecho algo malo. “Para ser claros, nuestro análisis no debe interpretarse como si hubiera una conducta inapropiada por parte de algún funcionario chino o de otro gobierno”, escribieron.

Interacción con China

Georgieva estaba desempeñando el cargo de directora general del banco bajo la dirección de Jim Yong Kim, que fue nominado por el presidente Barack Obama y pasó gran parte de su mandato como presidente del Banco Mundial haciendo geopolítica, a menudo por necesidad. Trabajó duro para construir una relación tanto con China como con el rival de su propia institución que el país había establecido: el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras.

El actual empleador de Kim, un fondo de inversión llamado Global Infrastructure Partners, no respondió a una solicitud de comentarios sobre el informe del jueves.

La política no ha hecho más que complicarse a medida que China se ha vuelto cada vez más asertiva bajo el mandato del presidente Xi Jinping y a medida que la relación entre Washington y Pekín se ha vuelto más tensa en varios frentes, incluidos el comercial y el económico.

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Paul Romer, el ganador del premio Nobel que fue el economista jefe del Banco Mundial hasta que se fue a principios de 2018 (después de discrepar con Kim y Georgieva) dijo en una entrevista que China había presionado a menudo al personal del banco para alterar los borradores de los informes. Fue su crítica de despedida al proceso “Doing Business”, en una entrevista con el Wall Street Journal, lo que llevó a la investigación sobre el informe y la política que lo rodea.

La posición de China en el informe de 2018, publicado en octubre de 2017, debería haber estado siete puestos más abajo (en el número 85 y no en el 78), dijo el Banco Mundial en una revisión publicada el pasado diciembre. Kim y Georgieva habían influido en la reelaboración de la calificación, descubrió WillmerHale.

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“No se podría haber diseñado una colección de hechos más embarazosa para Kristalina ante los críticos del Fondo en el Capitolio”, dijo Sandefur.

Integridad del FMI

Georgieva, la primera directora del FMI procedente de un mercado emergente -Bulgaria-, ha estado supervisando una expansión histórica de los activos de reserva de los miembros del FMI, de US$650.000 millones, destinada a ayudar a los países a hacer frente a la creciente deuda y a las consecuencias de la pandemia del Covid-19. Los legisladores republicanos han criticado la medida, en parte por considerarla una recompensa a las naciones no democráticas, incluida China.

El miembro de la Cámara de Representantes republicano Andy Barr, de Kentucky, calificó a última hora del jueves el informe de “alarmante” e instó al Tesoro a “evaluar” las acciones de Georgieva en el periodo previo a la asignación de ese dinero, conocido como derechos especiales de giro, a la luz de las conclusiones del informe.

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“Garantizar la integridad en el FMI es esencial”, dijo Barr.

Según el informe y una persona familiarizada con los hechos, Georgieva se hizo cargo de lo que se consideró dentro del banco como una intervención inusual en favor de China. En el pasado, los altos funcionarios habían hecho todo lo posible por no intervenir con el equipo que supervisaba el informe “Doing Business” por temor a violar las normas internas, dijo la persona familiarizada con lo sucedido.

El malestar del Primer Ministro

También se produjo en un momento de intensa sensibilidad en China sobre la clasificación “Doing Business”. A principios de ese año, Li Keqiang, el primer ministro, se quejó de los malos resultados de China, lo que desencadenó un aumento de los esfuerzos internos para mejorar su rendimiento. Esos esfuerzos llegaron demasiado tarde para afectar a la clasificación de 2018, aunque luego dieron sus frutos. En la clasificación de 2020, China quedó en el puesto 31, por delante de Francia.

La cuestión se planteó al menos dos veces en las cenas que Kim mantuvo con altos funcionarios chinos durante sus visitas de ese año, según la persona familiarizada con los acontecimientos. Los funcionarios chinos también se lo plantearon a Georgieva durante una visita que realizó en el marco del Foro de Desarrollo de China.

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Por parte del Banco Mundial también se produjeron cuando Kim y Georgieva estaban inmersos en delicadas negociaciones con China, Estados Unidos y otros miembros para aumentar el capital del banco. Al final, China aceptó tanto una participación menor en el banco de la que pretendía como unos tipos de interés más altos en los préstamos bancarios que recibía como parte de un plan para desactivar la oposición de la administración Trump.

El episodio detallado en el informe puso de manifiesto una tensión inherente a la dirección del FMI y del Banco Mundial, con sede en Washington, dijo Romer. Ambas son instituciones en las que los líderes tienen que ser astutos diplomáticos tanto para ganar como para mantener sus puestos, lo que significa cada vez más asegurar la aprobación de Pekín, así como de Washington.

“Digno de ser leído”

Sin embargo, este necesario plano político puede contrastar con su misión de ser guardianes escrupulosamente independientes de datos y análisis importantes. Esto significa que el último episodio tendrá un coste para la credibilidad no sólo del Banco Mundial sino también del FMI, dijo Romer.

Por tradición, en virtud de un acuerdo transatlántico no escrito, Europa ha seleccionado a los directores gerentes del FMI, mientras que Estados Unidos elige a los presidentes del Banco Mundial. Georgieva es la segunda mujer que ha dirigido el FMI tras la actual presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.

Es poco probable que la atención sobre el informe de WilmerHale desaparezca rápidamente, según observadores veteranos de la política del Fondo.

“Merece la pena leer el informe completo, es algo muy importante”, escribió en Twitter Stan Veuger, miembro del American Enterprise Institute, un grupo de expertos conservadores de Washington. DIjo que había “algunas acciones notables” de Georgieva.