Xi con varias victorias diplomáticas tras polarizantes Juegos Olímpicos de Invierno

Bloomberg — Los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín terminaron el domingo sin protestas importantes ni incidentes diplomáticos, sin debacle por el Covid-19 ni una guerra en Ucrania. Para el presidente chino, Xi Jinping, eso es todo lo bueno que cabría esperar.

Un boicot diplomático liderado por los Estados Unidos había aumentado las apuestas para los gobiernos de todo el mundo, con la asistencia enmarcada como una elección entre respetar los derechos humanos o ajustarse a la economía número 2 del mundo. El asistente más poderoso, el presidente ruso, Vladimir Putin, se sumó al drama con una concentración militar en torno a Ucrania mientras las potencias occidentales buscan disuadir un conflicto.

Aún así, Xi salió con algunas victorias. Sostuvo al menos 18 reuniones bilaterales con líderes mundiales de países en su mayoría en desarrollo, firmando varios acuerdos económicos al margen. También ofreció un banquete en el Gran Salón del Pueblo de Pekín, al que asistieron el jefe del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach y el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres.

Y Xi anotó un golpe de poder blando: la esquiadora de estilo libre nacida en EE.UU:, Eileen Gu, ganó dos medallas de oro y una de plata después de elegir competir por China sobre EE.UU., un respaldo muy necesario del sistema de gobierno del Partido Comunista cuando caen opiniones de país autoritario en todo el mundo.

“Pekín parece haber logrado lo que se propuso políticamente”, dijo Wen-Ti Sung, profesora del programa de estudios de Taiwán de la Universidad Nacional de Australia. “Es probable que China vea el boicot diplomático como un inconveniente a corto plazo. El mayor premio a largo plazo es la oportunidad de demostrar la legitimidad del desempeño del modelo de gobierno de China”.

Putin se robó el espectáculo al comienzo de los Juegos, respaldando a China en Taiwán y ganando el apoyo de Xi para cerrar filas contra EE.UU. y sus aliados en cuestiones clave de seguridad. En una declaración conjunta después de la primera reunión en persona de los dos líderes en más de dos años, China apoyó a Moscú en su oposición a la expansión de la OTAN, lo que llevó a los funcionarios estadounidenses a advertir a Pekín que cualquier conflicto entre Ucrania y Rusia afectaría los intereses de China.

Si bien algunos líderes no se presentaron (el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, se retiró en el último minuto debido a un conflicto de programación y el primer ministro de Papúa Nueva Guinea voló a casa después de dar positivo a Covid-19 a su llegada), las otras reuniones de Xi resultaron fructíferas.

Argentina se convirtió en la nación número 148 en unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y el presidente Alberto Fernández prometió un plan de cinco años para la cooperación agrícola. La segunda economía más grande de América del Sur está trabajando con el Fondo Monetario Internacional para evitar el incumplimiento.

Xi también promocionó la disposición de China para ayudar a Polonia, uno de los dos miembros de la Unión Europea que envió un jefe de Estado, a convertirse en un centro logístico y habló de una amistad “revestida de hierro” con Serbia en reuniones con sus líderes, el Partido Comunista, informó el Global Times. China y Pakistán renovaron su compromiso con su corredor económico, mientras que la relación de Pekín con Kazajstán " alcanzó un nuevo nivel “, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

Dentro de China, unos 600 millones de personas vieron los Juegos a pesar de las restricciones sin precedentes sobre los atletas dentro de la Burbuja Olímpica. La mejor cosecha de medallas de oro de la historia de China en la competición invernal la colocó en el tercer lugar en la tabla de líderes, lo que refuerza la ambición de Xi de involucrar a 300 millones de ciudadanos en los deportes de invierno para 2025.

La capacidad de China para celebrar los Juegos en medio de una pandemia mundial mostró al mundo que el sistema de Xi y su estrategia de eliminación del virus, funciona, dijo Henry Wang Huiyao, fundador del grupo de investigación de políticas del Centro para China y la Globalización en Pekín. “China ha estado tan organizada, funcionando tan bien, sin ningún accidente importante”, dijo. “China ciertamente puede cumplir”.

No todo salió bien. India anunció que su principal diplomático en Pekín no asistiría después de que un soldado del Ejército Popular de Liberación involucrado en enfrentamientos mortales en la frontera de los países participara en el relevo de la antorcha. Eso se sumó al boicot separado liderado por EE.UU. por presuntos abusos contra los derechos humanos en la región occidental de Xinjiang en China y Hong Kong, respaldado por importantes economías como Australia, Canadá y el Reino Unido.

Algunos atletas se pronunciaron después de competir. Un medallista de oro sueco dijo que era “irresponsable” dejar que China fuera la anfitriona dado su historial de derechos humanos, mientras que Gus Kenworthy, un esquiador de nueva escuela británico, pidió al COI que presione más en esos temas después de quedar octavo en su competencia.

Aún así, China evitó protestas vergonzosas, particularmente por la estrella del tenis Peng Shuai, cuyas acusaciones de maltrato por parte de un ex viceprimer ministro fueron borradas por la censura el año pasado.

“Los Juegos ilustraron cómo la diplomacia china enfrenta una batalla cada vez más cuesta arriba con los EE.UU. y sus aliados más cercanos”, dijo Neil Thomas, analista de política exterior y política china en Eurasia Group, “pero continúa progresando en el mundo en desarrollo y con algunas potencias medias europeas”.

-Con la asistencia de Lisa Du .

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Este artículo fue traducido por Miriam Salazar