Bloomberg — Seis fiscales generales estatales de Estados Unidos instaron a la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) a mejorar las condiciones laborales de las empleadas tras denuncias de que la organización es un lugar de trabajo hostil para las mujeres.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, debe tomar “medidas rápidas” en respuesta a informes de que decenas de exempleadas describieron una “cultura omnipresente de sexismo y discriminación generalizada en el lugar de trabajo”, dijo la fiscal general de Nueva York, Letitia James, en un comunicado el miércoles.
“Con 1.100 empleados en la NFL, de los cuales el 37% son mujeres y el 30% son personas de color, es imperativo que usted se asegure de que todos los empleados sean tratados de manera equitativa, justa y con la dignidad que se merecen”, dijeron los fiscales de Nueva York, Massachusetts, Illinois, Oregón, Washington y Minnesota en una carta conjunta a Goodell.
The New York Times informó en febrero que más de 30 mujeres que trabajaron para la liga describieron una “cultura corporativa sofocante y profundamente arraigada que desmoralizó a algunas empleadas, llevó a algunas a renunciar por frustración y dejó a muchas sintiéndose apartadas”.
En un comunicado, el portavoz de la NFL, Brian McCarthy, dijo: “Compartimos el compromiso de los fiscales generales de garantizar que todos nuestros lugares de trabajo -incluyendo la oficina de la liga y los 32 clubes- sean diversos, inclusivos y libres de discriminación y acoso.”
El fiscal general de Nueva York dijo que la liga no ha cumplido sus promesas de reformas.
“En 2014, vimos con horror cómo se hizo público el video de Ray Rice atacando brutalmente a su prometida”, dijo James. “A raíz de ese inquietante incidente y de demasiados otros, la NFL prometió hacerlo mejor, tomarse en serio la violencia de género y mejorar las condiciones de las mujeres dentro de la liga. Ahora sabemos que no hicieron nada de eso”.
Las extrabajadoras han descrito incidentes en los que se les obligaba repetidamente a ver el video de Rice, mientras que sus compañeros de trabajo comentaban que el propio comportamiento de la víctima provocaba el incidente, según la carta. También dijeron que fueron tocadas sin su consentimiento por jefes masculinos, que asistieron a fiestas en las que se contrataron prostitutas y que no se les concedieron ascensos debido a su sexo, dijeron los fiscales generales.
