:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/TDYQ3XR73BDIPCBUUOZ7FNX6CI.jpg "El triángulo del litio, compuesto por Argentina, Bolivia y Chile, es la principal reserva de este mineral en el mundo (Wolfgang Kaehler/Getty Images via Bloomberg)")
Bloomberg — La empresa estatal de litio que Chile planea lanzar asumiría una participación mayoritaria en futuros proyectos en un intento por mejorar las prácticas ambientales, sociales y de gobernanza corporativa en el segundo mayor proveedor mundial del metal, dijo la ministra de Minería, Marcela Hernando.
El Gobierno se asesorará con un grupo de expertos para decidir la estructura de la empresa, que podría ser una filial de un operador estatal existente como Codelco o podría incorporar a grupos privados como accionistas minoritarios, señaló Hernando el lunes en una entrevista desde sus oficinas en Santiago. El Gobierno comenzará a implementar el plan el próximo año, sostuvo.
Ha habido “mucho interés desde embajadas, gobiernos y empresas de poder conocer cuál será la posibilidad que tendrán de participar en esto”, indicó.
Agregar una empresa nacional a la industria chilena del litio ayudaría a acelerar el progreso en asuntos ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa), dijo la ministra. Las mineras privadas han tardado en reaccionar a la crisis climática; es probable que regulaciones más estrictas propuestas en una nueva constitución aceleren la investigación sobre técnicas de extracción más ecológicas, señaló.
Chile es el mayor productor del metal para baterías después de Australia, y sus dos operadores actuales, Albemarle Corp. y SQM, están en proceso de aumentar la producción para satisfacer la creciente demanda en la revolución de los vehículos eléctricos, mientras intentan controlar su uso de agua dulce y salmuera. El lunes por la noche, Albemarle elevó su perspectiva de resultados por segunda vez este mes.
El Gobierno del presidente Gabriel Boric también está buscando formas de alentar las inversiones aún más a lo largo de la cadena de suministro de baterías.
Pero los mandatos presidenciales sólo duran cuatro años. “Porque tenemos poco tiempo es que nos interesa dejar sentados algunos procesos que después sean muy difíciles de revertir”, dijo Hernando.
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