Bloomberg — Tras registrar una fuerte baja durante la semana, el petróleo revirtió el viernes parte de las pérdidas en momentos en que la OPEP y sus aliados se disponen a discutir la política de producción de crudo al tiempo en que las perspectivas de un nuevo acuerdo nuclear con Irán son poco halagüeñas.
Este viernes, los futuros del West Texas Intermediate (WTI) cotizaron por arriba de los US$86 por barril, habiendo retrocedido casi un 11% en las tres jornadas anteriores. Por su parte, los operadores se desmarcaron del aviso de los líderes del Grupo de los Siete (G7) de su intención de fijar un tope al precio del petróleo de Rusia en respuesta a su invasión a Ucrania.
Los analistas de TACenergy, empresa distribuidora de carburantes al por mayor, señalaron en una nota a sus clientes que “la medida del Grupo de los Siete es en gran parte simbólica, ya que Rusia ha sido capaz de esquivar las restricciones ya establecidas por los países del grupo y ha conseguido un récord en el volumen de exportaciones el mes pasado, pese a las sanciones”.
La sensación alcista se vio impulsada por un tropiezo en las conversaciones en torno al programa atómico de Irán, cuando el Departamento de Estado estadounidense manifestó que la última respuesta de los iraníes “no era satisfactoria”. Los operadores del sector petrolífero observan de cerca las negociaciones, ya que un eventual acuerdo de flexibilización de sanciones facilitaría la circulación de un mayor volumen de crudo de Irán en los mercados.
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A principios de semana, el petróleo estuvo bajo presión debido a que la política monetaria más estricta y los nuevos bloqueos por Covid-19 en China generaron preocupaciones sobre la demanda.
El petróleo cayó más del 20% en el lapso de tres meses hasta agosto, borrando todas las ganancias desde la invasión rusa de Ucrania a fines de febrero
El retroceso de los precios plantea un desafío para la OPEP y sus aliados, cuyos ministros se reunirán el lunes para planificar la política de producción. Si bien los observadores esperan que el grupo mantenga los suministros estables, el ministro de Energía de Arabia Saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salman, planteó la posibilidad de un recorte de la producción en declaraciones la semana pasada.
Los diferenciales de tiempo ampliamente observados, un indicador de la estrechez del mercado, han sido volátiles. El diferencial rápido de Brent, la diferencia entre sus dos contratos más cercanos, fue de US$1,25 por barril en un ajuste retroactivo, en comparación con casi US$2 por barril a finales de la semana pasada y 63 centavos hace dos semanas.
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