Panamá participa del primer patrullaje contra la pesca ilegal

El país forma parte de la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur

La embarcación James patrulló la gran flota pesquera de más de 400 embarcaciones al sur de las Galápagos durante 10 días en la zona de la convención de la Organización Regional de Gestión Pesquera del Pacífico Sur (SPRFMO).
12 de octubre, 2022 | 05:01 PM

Ciudad de Panamá — La primera operación de inspección en altamar organizada por la Guardia Costera de Estados Unidos, bajo la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (SPRFMO), tuvo como participante a representantes de Panamá, uno de sus países miembros.

Durante los 10 días que duró la operación, la tripulación de la embarcación James, de la Guardia Costera de Estados Unidos, protegió la pesca internacional patrullando la zona de alta mar, fuera del Santuario Marino Galápagos.

Esta zona es explotada por pescadores ilegales que intentan mantenerse fuera del alcance de las entidades de seguridad.

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El accionar de la Guardia Costera garantizó la aplicación de la ley en una flota de más de 400 barcos pesqueros que operaban en alta mar, así como de embarcaciones de transbordo.

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Con este acuerdo regional, Panamá y otros 15 países han pactado para que Estados Unidos pueda abordar, inspeccionar y reportar cualquier posible violación en embarcaciones con bandera de los países miembros.

Posteriormente, el país que abandera la embarcación implicada en algún ilícito debe continuar las investigaciones.

Según funcionarios de Estados Unidos, las autoridades panameñas cooperaron con esta operación, a través de un constante intercambio de información con la Guardia Costera.

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En un conversatorio, un funcionario de la Embajada de Estados Unidos en Panamá explicó que a su juicio Panamá está actuando con sus instituciones de manera conjunta para combatir la pesca ilegal, una actividad que representa la principal amenaza para la seguridad marítima mundial.

En este tema, Panamá ha sido calificado en dos ocasiones con la tarjeta amarilla, es decir, pre-identificado como no colaborador para desalentar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada por la Unión Europea, lo que arriesga a la nación canalera a un bloqueo a sus exportaciones hacia el viejo continente.

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En cambio, Estados Unidos no tiene una lista similar, explicó el vocero de esa nación, quien añadió que el objetivo del acuerdo es trabajar en conjunto con Panamá, Costa Rica, Ecuador y Colombia para combatir la pesca ilegal.

Panamá tiene un enorme reto en la aplicación y regulación de normas que garanticen prácticas de pesca sostenibles, toda vez que es responsable de las acciones de los buques pesqueros que atraviesan el mundo y que enarbolan la bandera panameña. Por ello, Estados Unidos desea colaborar con esta tarea, afirmó el funcionario.

Entre los próximos pasos a seguir se contempla continuar con los patrullajes por parte de la Guardia Costera estadounidense y mantener los entrenamientos con Panamá para erradicar el ilícito.

“Más del 40% de la población mundial depende del pescado como fuente integral de proteínas, pero entre el 20% y el 30% de la pesca mundial se realiza de forma ilegal, no regulada o no declarada, y supone más de 20.000 millones de dólares en pérdidas anuales”, manifestó el funcionario estadounidense.

Además, la pesca ilegal se relaciona con actividades como el tráfico de drogas, trata de personas y el trabajo forzado, además de arriesgar la capacidad de un país para lograr su propia seguridad alimentaria.