Ciudad de México — Kavak, el unicornio mexicano de compra y venta de autos usados, realizó esta semana ajustes a nivel ejecutivo en su negocio en México, lo que incluye la salida de su gerente general local, de acuerdo con personas con conocimiento del tema.
A diferencia del recorte de personal que tuvo la empresa en junio pasado donde se afectó a alrededor de 150 personas del equipo operativo en México y Brasil, en este recorte que sólo afecta a México, se despidieron al menos cinco directivos clave y algunos gerentes.
Entre los ejecutivos que salieron de la empresa, refieren dos personas consultadas, figuran el country manager de México, Alejandro Guerra y Miguel Rocha, el director de ventas, así como Óscar Villazana, head of origination, el departamento encargado de la primera etapa de ventas de la startup valuada en US$8.700 millones.
Bloomberg Línea buscó a Kavak para obtener una postura oficial, pero miembros de su equipo de comunicaciones declinaron responder con detalles y se limitaron a decir que la empresa llevó a cabo una reestructura.
Aunque el mes pasado Kavak anunció su expansión a cuatro países de Medio Oriente, un exdirectivo de la startup consultado por Bloomberg Línea asegura que es una hazaña ambiciosa intentar crecer en otros mercados cuando en México aún no alcanza la rentabilidad y enfrenta problemas con la satisfacción del cliente.
De acuerdo con esta persona, internamente se habían calculado ventas de 17.000 unidades al mes en 2022, por lo que al final del año pasado se contrató un ejército de personas para procesar la compra y venta de esos autos. La expectativa era muy alta y llegó enero y no se pasó de vender 3.500 autos, dice, y la cifra sigue actualmente por esos niveles.
Según esta persona, que fue parte del equipo directivo de Kavak, la empresa realiza su reestructura ante la falta de crecimiento en el mercado local. Además, dice, la startup no ha visto retornos de las inversiones en los patrocinios de la Selección Mexicana de fútbol y la Fórmula 1. Esto no se ha traducido en una mayor ventas de autos y por eso se realizan los cambios, dijo la persona a Bloomberg Línea.
No llegar a las ventas planeadas, de acuerdo con esta persona, se ha convertido en una bola de nieve porque el almacenamiento de los autos es caro, lo que ha ocasionado el cierre de entre 10 y 15 sucursales, lo cual fue una de las causas del despido en junio.
Otra persona que trabajó en el departamento de finanzas de Kavak fuera de México, dijo a Bloomberg Línea que desde febrero la empresa comenzó a hacer ajustes a la baja en cuanto a expectativas de una menor venta de autos, plantearon una menor compra y mayor número de venta para tener menor inventario en stock y tratar de rotarlo al máximo.
Entrevistado en mayo pasado durante un tour a medios a las instalaciones de Kavak, Federico Ranero, director de operaciones (COO) de Kavak, dijo que el liderazgo de la firma es importante para la operación y para resolver el problema de la satisfacción al cliente que ha enfrentado.
Ranero dijo a Bloomberg Línea en ese entonces que “Kavak no es para todos”. Este es un lugar de alta exigencia donde no podemos comprometer un desempeño promedio o relativo a lo que hace el mercado porque tenemos que hacer innovación continua. Eso habla de exigir muchísimo al equipo y llegar a metas cada vez más altas”.
Kavak recientemente captó la deuda más grande que haya adquirido una startup en Latinoamérica por US$810 millones de dólares de HSBC, Goldman Sachs y Santander.
La línea de crédito de Kavak es mayor a lo que ha conseguido en su última ronda de inversión en venture capital. El año pasado cerró una ronda E por US$700 millones de dólares, con lo que alcanzó su actual valoración de US$8.700 millones que lo posiciona como el unicornio más valioso de América Latina.
