Este es el estado de la economía de EE.UU. de cara a las elecciones de medio término

La inflación, un mercado laboral resiliente, el ciclo de endurecimiento monetario de la Reserva Federal, entre los principales aspectos que marcan el rumbo de la economía

Un centro de votación en EE.UU.
Por Reade Pickert - Nancy Cook
08 de noviembre, 2022 | 08:36 AM

Los estadounidenses que se dirigen a las urnas este martes para votar en las elecciones de medio término dicen que la economía es su mayor preocupación.

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Los dos partidos que compiten por sus votos han hecho descripciones dramáticamente diferentes de su estado actual.

Los republicanos, que solo necesitan ganar un puñado de escaños para hacerse con el Congreso, han puesto a la inflación en el centro de sus campañas y culpado de ella a Joe Biden y su partido.

Las subidas de precios, que junto con la economía como un todo suele estar en la cima de la lista de preocupaciones de los votantes, es la más alta en una generación.

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El tema más importante para los votantes en las elecciones de medio términodfd

Mientras tanto, el desempleo está cerca de su nivel más bajo en décadas. Para los demócratas de Biden, la abundancia de puestos de trabajo y el aumento de los salarios son el núcleo de su discurso económico ante los votantes.

El auge de la contratación ha sido lo suficientemente fuerte como para mantener el gasto de los consumidores, el motor del crecimiento de EE.UU., en marcha. Pero el riesgo de una recesión -probablemente desencadenada por la lucha de la Reserva Federal contra la inflación- ensombrece las perspectivas postelectorales. Ello podría provocar nuevos descensos en los mercados de valores y de la vivienda, erosionando la riqueza de los hogares estadounidenses.

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A continuación, una visión general de la situación de la economía el día de las elecciones.

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La amenaza de la inflación

El regreso de la inflación, en gran medida latente durante décadas, ha puesto en jaque tanto a la política como a la economía de Estados Unidos. La tasa general se sitúa ahora en el 8,2%, más de cuatro veces la media de la década anterior a la crisis.

Las tasas hipotecarias llegaron a un máximo de dos décadas, aplastando la demanda de casasdfd

Mientras los estadounidenses tienen dificultades para pagar las facturas de la comida y el alquiler, los demócratas de Biden han tratado de culpar a la invasión rusa de Ucrania, que desencadenó un salto en los precios de las materias primas, y a los efectos de una pandemia única en el siglo que paralizó las cadenas de suministro.

Los republicanos señalan el Plan de Rescate Americano de US$1,9 billones, aprobado a principios de 2021 con los votos de los demócratas, a diferencia de los anteriores paquetes de ayuda para la pandemia que contaban con el respaldo bipartidista. Incluía cheques para los hogares, ampliación de las prestaciones por desempleo y dinero para los gobiernos estatales y locales.

“Los republicanos tienen un argumento muy fuerte al decir que es un error de política de la administración Biden lo que nos dio este pico de inflación”, dijo Douglas Holtz-Eakin, presidente del American Action Forum y economista jefe del Consejo de Asesores Económicos del presidente George W. Bush. “Ha contribuido enormemente”.

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Los economistas discuten sobre la magnitud de esa contribución. Los investigadores de la Reserva Federal de San Francisco estiman que el apoyo fiscal durante la pandemia puede haber elevado la inflación en unos 3 puntos porcentuales. Bloomberg Economics ha encontrado que el llamado “ahorro extra”, reforzado por las transferencias del gobierno, añadió alrededor de 2 o 3 puntos porcentuales.

Las ayudas pandémicas impulsaron los ahorros, pero estos han caído de manera consistente desde entoncesdfd

Para muchos estadounidenses, el recordatorio más doloroso de la alta inflación llega en el surtidor. La guerra entre Rusia y Ucrania ha presionado los mercados mundiales del petróleo, llevando los precios de la gasolina en Estados Unidos a máximos históricos en junio, y convirtiéndolos en un importante tema electoral.

Los asesores de Biden, que hace tiempo se dieron cuenta de que la inflación general no se reduciría mucho en noviembre, esperaban que un descenso de la gasolina disipara, al menos en parte, la ira de los votantes por el aumento del costo de todo lo demás. Los precios de los surtidores han bajado un 25% desde el máximo de junio, aunque siguen siendo altos en comparación con los de los últimos años.

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La administración ha tomado medidas para aliviar la escasez de gasolina liberando parte de las reservas estratégicas de petróleo del país. Ha tomado otras medidas contra la inflación, como la creación de un grupo de trabajo sobre la cadena de suministro, y ha considerado la posibilidad de eliminar los aranceles sobre algunas importaciones de China. Sin embargo, la Casa Blanca tiene herramientas limitadas para controlar los precios, que el equipo de Biden considera competencia de la Reserva Federal.

Abundancia de puestos de trabajo

El argumento económico más fuerte de los demócratas es, con mucho, el boyante mercado laboral. Menos de dos años y medio después de que la pandemia dejara sin trabajo a millones de estadounidenses, la tasa de desempleo nacional había vuelto a caer al nivel más bajo en medio siglo. Se necesitó más del doble de tiempo para recuperar los puestos de trabajo perdidos en la Gran Recesión. Y aunque los nuevos datos publicados el viernes mostraron un aumento del desempleo, también mostraron que las empresas siguen contratando a un ritmo más rápido de lo esperado.

“Tener un trabajo es la base de la seguridad económica de las familias de todo el país”, dijo Heather Boushey, miembro del Consejo de Asesores Económicos de Biden. “Reducir la tasa de desempleo era la prioridad número uno”.

Más de la mitad de los estados de EE.UU. han registrado una tasa de desempleo récord (por lo baja) en algún momento de este año. En 17 de ellos, está por debajo del 3%. Los empresarios siguen creando muchos puestos de trabajo y, dado que la pandemia hizo que muchas personas abandonaran la población activa, lo que obligó a las empresas a competir por una reserva limitada de trabajadores, en general han tenido que ofrecer mejores salarios y prestaciones.

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Los trabajadores de bajos ingresos son los que más rápido han aumentado sus salarios. Los empleados de cuello blanco han podido aprovechar su mayor poder de negociación para conseguir más días de trabajo en casa. Los niveles históricamente altos de vacantes permitieron a millones de estadounidenses dejar sus empleos para obtener un mejor salario o un trabajo más agradable.

Dicho esto, la mayoría de los salarios aún no han podido seguir el ritmo de la inflación, lo que obliga a muchos hogares a recurrir a los ahorros o a las tarjetas de crédito para mantener sus gastos.

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“No se puede pronunciar una victoria del mercado laboral hasta que la inflación baje”, dijo Jason Furman, profesor de la Universidad de Harvard y jefe del Consejo de Asesores Económicos del ex presidente Barack Obama. Hasta entonces, “las perspectivas del mercado laboral son muy TBD”.

La cuenta de la miseria

Si se suman las tasas de desempleo e inflación, se obtiene una medida que los economistas denominan Índice de Miseria. Este indicador ha mejorado desde el verano boreal, pero sigue siendo alto en comparación con los estándares históricos.

Según un análisis de Bloomberg Economics, basado en los patrones de votación del pasado, el nivel actual del índice apunta a que los demócratas perderán 29 escaños en la Cámara de Representantes, más que suficiente para quitarles la mayoría.

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En estados clave como Georgia, Nevada y Pennsylvania, el índice de miseria está en línea o ligeramente por encima de la lectura nacional.

Índice de miseria, la combinación de inflación y desempleo, es menor en el medio oestedfd

Efecto riqueza

El intento de la Reserva Federal de aplastar la inflación con tasas de interés más altas está haciendo caer los precios de los activos, lo que hace que muchos estadounidenses sean más pobres.

Las tasas hipotecarias se han disparado hasta los niveles más altos de los últimos 20 años, ahogando la demanda. Los precios de la vivienda siguen siendo excepcionalmente altos -protegiendo la principal fuente de riqueza de los hogares de clase media, en particular-, pero en muchas regiones están empezando a caer. El Centro de la Vivienda del American Enterprise Institute prevé una caída a nivel nacional de hasta el 15% para finales de 2023.

Las tasas hipotecarias llegaron a un máximo de dos décadas, aplastando la demanda de casasdfd

Además, el mercado de valores se ha desplomado un 20% este año, reduciendo los ahorros para la jubilación en las cuentas 401k.

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Estos efectos de la riqueza han tenido un impacto notable en el sentimiento, especialmente entre los hogares más ricos. Por ejemplo, las encuestas de la Universidad de Michigan suelen mostrar que los encuestados con mayores ingresos ven sus finanzas personales de forma más favorable que los de menores ingresos, pero recientemente esa dinámica se ha invertido.

Aterrizaje suave o duro

En última instancia, el endurecimiento de la Reserva Federal amenaza con llevar a la economía a un bache que probablemente haga aumentar el desempleo.

Larry Summers, ex secretario demócrata del Tesoro, afirma que para domar los precios puede ser necesario que la tasa de paro supere el 6%, lo que probablemente supondría que varios millones de estadounidenses perdieran su empleo. Bloomberg Economics prevé que la economía estadounidense entre en recesión en el segundo semestre del año próximo.

La probabilidad de recesión en EE.UU. en 2023 ha crecido de manera consistente todos los meses de este añodfd

Biden admitió recientemente el riesgo de una recesión “muy leve”. Incluso las recesiones leves causan mucho dolor, aunque algunos economistas sostienen que las consecuencias políticas de la subida de los precios son aún peores que las del desempleo, porque el impacto se siente más ampliamente.

Causas y consecuencias

Más allá de las variables clave del empleo, los precios y el crecimiento, hay otras cuestiones económicas que han protagonizado la campaña electoral.

El gobierno de Biden está promocionando su plan de condonar hasta US$20.000 de deuda estudiantil a algunos prestatarios, así como las medidas para fomentar la energía limpia, argumentando que traerán beneficios a largo plazo para la economía. Los republicanos dicen que ambos empeorarán la inflación.

Es más, aunque el estado de la economía será una influencia clave para saber qué partido tiene el poder en el Congreso, lo contrario también es cierto.

La composición de la legislatura determinará si Biden puede promulgar más de su programa, incluidos los planes para hacer más asequibles las guarderías y la educación, en los próximos dos años, y qué tipo de estímulo, si lo hay, inyectará el gobierno estadounidense en caso de recesión.

-- Con la ayuda de Alexandre Tanzi, Andrew Husby y Eliza Winger.

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