Bogotá — La USO (Unión Sindical Obrera de la lndustria del Petróleo), el sindicato de Ecopetrol, le salió al paso a las advertencias sobre la Reforma Laboral que hizo el presidente de la petrolera, Felipe Bayón, en entrevista con Bloomberg Línea.
Lo que sucede en medio de un año clave tanto para la empresa como para su organización sindical, debido a que próximamente negociarán la Convención Colectiva del Trabajo, en la que se definirán asuntos clave como salarios, estabilidad laboral, vigencia de la Convención, condiciones para los trabajadores, entre otros.
Y es que el enfrentamiento sucede por dos razones. La primera, el manejo de las horas extras.
Según el borrador que se conoce de la Reforma Laboral, las horas extras serán a partir de las 6:00 de la tarde y se pagarían al 100% y no al 75% como ocurre actualmente. Al respecto, Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, aseguró: “yo no cierro la planta a las 5:00 de la tarde. Nosotros operamos 24 horas al día y 365 días del año, sábados y domingos, las Refinerías no paran, los campos no paran, los taladros no paran. Habría que mirarlo”, enfatizó el ejecutivo.
Asimismo se refirió a la tercerización laboral, asunto en el que el borrador de la Reforma establece que los trabajadores tercerizados que ejecuten funciones de la actividad principal de la compañía deben ser de planta. Una decisión que, según el ejecutivo, también perjudicaría a la petrolera porque los servicios tercerizados son vitales para su operación:
“Nosotros generamos 18.000 empleos directos y 130.000 empleos tercerizados del objeto social de Ecopetrol (...) Si el costo laboral se sube de una manera desproporcionada, uno tiene que tomar decisiones”.
Por lo que Bayón enfatizó que habría que analizar hasta dónde se puede llegar.
Pues bien, frente a estas declaraciones, la Junta Nacional de la USO indicó que “es comprensible, pocos directivos de Ecopetrol han extendido tanto la tercerización laboral, incluso ilegal y de actividades o desmembrado a la empresa arrancándole partes muy rentables del negocio de maneras que no consideramos ajustadas a la Ley en algunos casos”.
Y en esa línea expresa la Unión, presidida por César Loza, que los costos laborales de la petrolera no llegan al 10% de los costos de operación y que limitar la tercerización, hoy desbordada, no los subirá mucho más. “Hasta los puede bajar, pues bien sabemos que la tercerización es usada en muchos casos para impedir la sindicalización o pagar favores”.
Entre tanto aseguran que ahora sí Ecopetrol debe jugar un papel clave en la generación de condiciones de trabajo dignas para sus trabajadores y las comunidades.
El sindicato concluye su pronunciamiento con una enfática defensa a la Reforma Laboral, manifestando que busca darle oportunidades a mujeres y hombres de Colombia para que tengan una vida digna y superen los años de “políticas económicas fallidas que nos condenador a ser una Nación dependiente”.
Aspectos laborales, en el centro del debate
Este enfrentamiento puede ser definido como el segundo encontrón del año entre Ecopetrol y su sindicato. El primero, como lo reveló Bloomberg Línea el mes pasado, fue por la expedición que hizo la petrolera de la Guía de aspectos y condicionales laborales en actividades contratadas por esta organización, es decir, tercerizadas.
En ella se estableció la metodología para la calificación salarial y prestacional de un contrato, así como la homologación de cargos de las tablas salariales. También se determinaron asuntos claves para la empresa y que siempre han resultado sensibles de cara a los trabajadores como el recargo nocturno, las prestaciones convencionales, las primas de vacaciones, de antigüedad y quinquenales.
Un documento de 62 páginas al que la USO reaccionó con fuertes críticas. Primero, porque según Daniel Ossa, secretario del sindicato, “esta guía fue construida y elaborada por parte de la administración de Ecopetrol de manera unilateral. En ningún momento tuvo en cuenta o participó a la organización sindical para su construcción. De manera que rechazamos de manera vehemente este hecho que no permite que se construya la política laboral de trabajadores con nuestra participación”.
La principal crítica estaba relacionada con los 42.000 trabajadores de firmas contratistas que, en gran proporción, dijo el sindicato, no les aplican las tablas salariales de régimen legal ni convencionales simplemente porque los funcionarios que elaboraron esta regresiva guía introdujeron el concepto de dedicación exclusiva del trabajador a la actividad ejecutada.
O cuando en la planeación del contrato caracterizan la mayoría de actividades no operativas dejando a un grueso de esta población sujetos a salarios de mercado, enfatizó en ese entonces la USO.
