Ciudad de México — México registró una caída en la producción de petróleo y condensados líquidos tras una explosión en una plataforma marina de la compañía estatal Petróleos Mexicanos, conocida como Pemex, durante julio de este año.
La extracción de hidrocarburos líquidos fue de 1,918 millones de barriles diarios, un retroceso de 2,2% o 43.000 barriles por día, según las cifras más recientes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Pemex registró una explosión en la plataforma Nohoch-A, ubicada en el Golfo de México, donde murieron dos trabajadores y uno más sigue desaparecido. La compañía perdió cerca de 1,5 millones de barriles o US$107 millones, según cálculos de Bloomberg Línea hechos con datos y declaraciones de la petrolera sobre el tema.
Los campos más productivos en México son Maloob, Quesqui, Zaap, Tupilco Profundo, Ayatsil, Xanab y Balam —todos de Pemex— los cuales representan 53% del total de la producción nacional.
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador estableció una política energética en apoyo de Pemex para lograr una producción de 2,5 millones, pero tras la pandemia de Covid-19 recortó a 2 millones de barriles diarios. Actualmente la compañía está cerca de alcanzar su meta para este sexenio.
La estrategia de Pemex ha reposado sobre la explotación de cerca de 10 campos que contienen condensados de gas natural, conocidos como gasolinas naturales por su facilidad de refinación, los cuales aportan 282.400 barriles diarios a la producción nacional.
Aunque la contabilidad ha generado algunas críticas en México por no ser propiamente crudo, la Administración de Información Energética (EIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y la consultora Rystad han incluido los condensados en la métrica total.
Pemex aporta 95% de la producción nacional, mientras que el sector privado extrae el 5% restante y menos de la mitad de su meta para este año y el resto del sexenio.
Una fuente con conocimiento del tema dijo previamente a Bloomberg Línea que las compañías privadas están ralentizando actividades por la incertidumbre que ha ocasionado la política del Gobierno de López Obrador, aunque también por la falta de plataformas de perforación.
