Bloomberg — Francia intenta retrasar una votación de la Unión Europea prevista para esta semana sobre un acuerdo de libre comercio con algunas de las mayores economías sudamericanas, afirmando que las medidas para proteger a los agricultores y consumidores del bloque son insuficientes.
Aunque la Comisión Europea ha presentado salvaguardias, el Parlamento Europeo aún no las ha aprobado y su efectividad deberá garantizarse, dijo el primer ministro francés Sebastien Lecornu en un comunicado el domingo. La Comisión, que también se comprometió a realizar controles de seguridad adicionales en las importaciones a Europa, aún tiene que presentar propuestas para garantizar un terreno de juego equitativo para los productores.
“Estos avances aún están incompletos y deben implementarse de manera operativa, robusta y eficaz”, dijo Lecornu en el comunicado. No se han cumplido las condiciones para la firma del acuerdo con el grupo Mercosur de países sudamericanos en una cumbre de líderes de la UE el 20 de diciembre, ya que aún queda trabajo por hacer para proteger la agricultura europea, añadió.
El acuerdo propuesto es un intento de crear un mercado integrado de 780 millones de consumidores, impulsando el sector manufacturero de la UE, que está en apuros, así como la vasta industria agrícola del Mercosur. Ayudaría a que ambas regiones se diversificaran alejándose de Estados Unidos después de que el presidente Donald Trump impusiera aranceles mundiales en un intento de remodelar el comercio global para beneficiar a la economía estadounidense y también fortalecer la presencia de la UE en una región donde China se ha consolidado como un importante proveedor industrial y el principal comprador de materias primas.
Bloomberg informó la semana pasada que el gobierno francés quiere retrasar la firma del acuerdo con el bloque Mercosur, que incluye Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, al menos hasta principios del próximo año. No firmar el acuerdo antes de que acabe el año —que lleva 25 años en marcha— corre el riesgo de colapsar el trabajo actual sobre el acuerdo, según han dicho personas familiarizadas con el asunto.
Varios países europeos, especialmente Francia y Polonia, llevan tiempo oponiéndose al acuerdo por el impacto que tendría en el sector agrícola europeo. Los agricultores europeos temen que la entrada de bienes procedentes de América Latina, producidos a estándares más bajos, les ponga en desventaja.
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