Poca presencia femenina en startups y en capital de riesgo opaca beneficios de la diversidad

Hasta agosto se tenían registrados más de 900 unicornios en todo el mundo, según Crunchbase, y en sus tableros solo el 11.4% correspondía a una fundadora o cofundadora.

Las emprendedoras son el “catalizador” actual que haría que el PIB mundial aumentara aproximadamente entre un 3% y un 6%, según Boston Consulting Group.
24 de noviembre, 2021 | 10:53 AM

Bloomberg Línea — Las florecientes startups y los relucientes unicornios, pequeñas empresas de reciente creación que llegan a superar el valor de US$1.000 millones, están viviendo su momento dorado en América Latina con emprendimientos ávidos de capital y creación.

Sin embargo, la escasa participación de las mujeres es notoria en una industria aún dominada por voces masculinas que al final genera un circulo vicioso para las emprendedoras. Las empresarias tienen que realizar un mayor esfuerzo y vencer más obstáculos en momentos en que el entorno goza en general de un mayor acceso al capital, hay altos índices de penetración digital y un auge emprendedor para solucionar problemas cotidianos sin tanto papeleo.

“Inevitable, el mundo del Venture Capital (capital de riesgo para financiar empresas en desarrollo) poco a poco ha entrado en mercados emergentes y la realidad es que el PIB de América Latina es la mitad de China, dos veces lo de India y tres veces lo del sureste de Asia, y eso significaba que iba a ser un mercado importante y finalmente ahora está pasando”, comparte con Bloomberg Línea Claire Díaz-Ortiz, fundadora de The Angel Collective, grupo de mujeres líderes en VC que invierten en mujeres fundadoras en cuatro continentes.

La aceleración del ritmo tecnológico alimenta especialmente los sectores como el de tecnología financiera (fintech), que busca mejorar y automatizar el uso de servicios financieros; el comercio electrónico y el sector inmobiliario, señala The Global Startup Ecosystem Report 2021. En ese sentido, la también inversionista ángel o inversora privada, refiere que el mundo de las fintech viene con mucha fuerza en la región captando el 50% de las inversiones. “América Latina es buenísimo cuando estamos hablando de ellas y tiene sentido porque los fundadores están lidiando con problemas en serio cuando estamos hablando de plata”, comenta.

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El 2021 ha gozado especialmente de un mayor auge al ser el año, desde 2018, en el que se ha contabilizado más presencia de unicornios, por ejemplo con el ascenso de Bitso y Clip en México, NotCo y Cornershop en Chile, Vercel y Mural en Argentina, DLocal en Uruguay, y MadeiraMadeira, Nuvemshop y Créditas en Brasil.

Alrededor de 30 startups latinas han conseguido sus alas para formar parte de la nueva comunidad mítica empresarial, según datos de Crunchbase y Sling Hub LATAM.

Tan solo Brasil es un punto de atracción especial con 13.000 startups, 20 veces más que hace una década, y la capitalización del mercado tecnológico en la región crece un 65% anual, frente al 11% en Estados Unidos y el 40% en China, según un estudio de Atlantico Venture Capital.

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Batiendo récords

En este ambiente, se prevé que las startups de América Latina y el Caribe alcancen un valor de US$2 billones para 2030, citando al BIDLab, el brazo de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La financiación anual en América Latina alcanzó hasta septiembre los US$14.800 millones, un 174% más que en 2020 y la cuota de acuerdos en fase inicial alcanzó el 71%, según el informe ‘Q3′21 State Of Venture’ de CBInsights.

El segundo trimestre del año, según este reporte, fue espectacular para las empresas latinas que lograron atraer US$7.300 millones, más de tres veces lo recaudado entre enero y marzo de este año, dejando atrás la incertidumbre generada por la pandemia de Covid-19 que desaceleró las inversiones en 2020.

“Por primera vez en la historia de la región, la inversión en VC (capital de riesgo) cruzó US$10.000 millones en un solo año”, destaca Carlos Ramos de la Vega, manager de Venture Capital, de la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina, LAVCA (por sus siglas en inglés) en un correo a Bloomberg Línea.

La inversión en VC a nivel regional ha crecido con la colaboración constante de inversionistas locales, globales, corporativos y emprendedores como Romero Rodrigues, fundador de BuscaPé e inversionista con Redpoint eventures; y David Velez al frente de Nubank y ángel inversionista.

“Durante 2019, un 30% de las rondas de financiamiento de VC incluyeron por lo menos a un inversionista local y uno global, mientras que este número se incrementó a 56% en 2020, y 70% en el primer semestre de 2021″, destaca el directivo.

Y en medio de esta ‘escenografía emprendedora y digital’ nunca antes vista:

¿Qué papel están jugando las mujeres? ¿Cuál es el libreto que tienen en el nuevo entorno empresarial? ¿Por qué las startups y los unicornios parecen conformar otro escenario con sesgo de género?

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Hasta agosto de este año se tenía registrada la existencia de más de 900 unicornios en todo el mundo, según una revisión global de Crunchbase, y en sus tableros solo el 11.4% correspondía a una fundadora o cofundadora. Durante 2020, solo 10 de los 120 nuevos unicornios (pertenecientes a la Junta de Crunchbase Unicorn) contaron con una fundadora, en comparación con las 21 mujeres que se registraron en 2019.

La baja participación de las mujeres apunta a una gama de diferentes móviles que parten desde las estructuras sociales básicas.

“En mi carrera era muy probable que fuera la única mujer en la mesa y estando en Kavak he visto esto con otros ojos, porque antes lo veía como ‘algo normal, yo tengo que seguir aquí, viendo cómo empujo”, comparte con Bloomberg Línea Loreanne García Ottati, cofundadora de Kavak, startup mexicana de compra y venta de autos seminuevos que este año superó una valuación de US$8.700 millones y que figuró como uno de los Proyectos Más Influyentes del 2021 en LATAM, según Project Management Institute.

“En mi posición actual he visto la gran responsabilidad y el gran compromiso que conlleva ser una de las pocas mujeres en el ecosistema porque hay cosas que puedo hacer para impactar en Kavak y en otras emprendedoras e involucrarme en abrir más caminos para otras mujeres”, afirma.

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En Latinoamérica, destacan los casos de cofundadoras al frente de las riendas en los unicornios como Kavak con García Otatti en México; y Nubak con Cristina Junqueira en Brasil. Asimismo, Kushki con Daniela Espinosa en Ecuador; y Casai con Carmen Herrerías en México.

Loreanne García, cofundadora de Kavak.dfd

Sí, somos muy pocas, todavía hay un montón de cosas sociales y estructurales de cómo nos crían, del nivel de ambición que tenemos que no es tan óptimo para que las mujeres tengan las mismas oportunidades. A mí me ayudó mucho que fuimos un grupo mixto (Roger, Carlos y yo), entonces siempre teníamos la combinación de los superpoderes de los tres, en donde a lo mejor yo no podía estar tan conectada con ciertos networks y ellos sí, y como mujer veía unos elementos que ellos no y llevaba eso a la mesa, lo que nos ayudó a ser un grupo mucho más fuerte”, dice la emprendedora venezolana.

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Mientras las tasas más bajas de emprendimiento femenino en fase inicial se encuentran en Italia, Polonia e India, los niveles más altos se dan en Oriente Medio y África junto con más de una de cada cinco mujeres en las economías latinoamericanas, según el GEM Report 2020 de Global Entrepreneurship Monitor, que analiza la esfera del emprendimiento desde 1999.

Pero cuando en Oriente y África las empresas de mujeres tienen la mitad de probabilidades que las de los hombres de permanecer después de tres años de su creación, en América Latina las compañías de mujeres se retrasan en esa medida de sostenibilidad en 11 puntos porcentuales.

Colombia y Panamá son actualmente los países en la región con la mayor actividad empresarial femenina en etapas iniciales, según GEM Global Report 2020.

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Para García Ottati, en busca de lograr un ecosistema de startups con mujeres empoderadas, es fundamental “estar muy cerca de las mujeres que están a punto de hacer ese cambio de liderazgo, es donde siento que está la clave para que no se vayan: escuchar sus necesidades porque creo que cuando pasas esa etapa de junior a manager, tiendes a quedarte, y estar muy cerca significa asegurar que tengan roles de alta exposición, misiones importantes y el apoyo en entrenamiento para pasar esa transición”.

- ¿Por qué crees que se van? Creo que tiene bastante que ver, dice la empresaria venezolana, con la mentalidad de decir: ‘una vez que sea mamá, no voy a poder manejar esto’, es lo que he visto mucho por cómo está diseñado ahora el mundo corporativo.

“La mayoría de los cambios se están haciendo muy lentamente (...) La buena noticia es que cuando medimos, la plata que hemos invertido en equipos mixtos en los últimos 10 años se ha duplicado, lo que pasa es que cuando estamos hablando de equipos de solo mujeres, nada ha cambiado, el número del año pasado es el peor que el de hace 12 años”, advierte Díaz-Ortiz quien también ha sido nombrada una de las 100 personas más creativas en los negocios por Fast Company.

Según Latin American Business Stories que retoma datos de Crunchbase, el 2020 fue de los peores años para las fundadoras de empresas en cuanto a financiación debido al impacto desproporcionado de la pandemia sobre las mujeres. Aquellas startups en manos de mujeres tuvieron un financiamiento nulo de los US$4.400 millones que recibió América Latina. El monto se inyectó en startups lideradas por equipos mixtos o por hombres en solitario, esta última categoría incluso creció ligeramente pese al contexto pandémico, de US$3.8 millones a US$3.83 millones.

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Previo al inicio de la pandemia, la financiación global para las nuevas empresas fundadas por mujeres mostró un progreso significativo, pero difícil de ver cuando los avances son realmente lentos, creciendo cuatro veces con respecto al periodo 2011-2015.

En 2019 la región incluso fue líder mundial en inversión que llegó a manos de mujeres acompañadas por hombres, según datos de Crunchbase. Las inversiones en equipos fundadores mixtos representaron el 16% de los fondos para América Latina, el 9% en los EE. UU. y solo el 8% en Europa. “Por los equipos mixtos es bueno, estamos viendo que hay al menos una presión en los equipos fundadores de tener algo de diversidad”, refiere la exsocia de Magma Partners, firma de capital de riesgo con presencia en América Latina.

El informe Catalizando la Igualdad, realizado por Value for Women para ONU Mujeres y publicado en julio de este año, arrojó que solo el 6% del total de transacción de capital de riesgo y capital privado y solo el 5% del financiamiento que llega a América Latina y el Caribe se destina a empresarias.

Mujeres y diversidad en la esfera inversionista

Pam Kostka, directora ejecutiva de All Raise, organización sin fines de lucro de EE.UU. que promueve a mujeres en VC, opina que los datos demuestran que el sesgo de género persiste, de inicio, entre los inversores. “Hay cada vez más fundadoras con negocios a escala de riesgo que están tocando puertas, pero el dinero no llega (...) el sesgo inconsciente es insidioso”, dice segín Crunchbase News.

Aunque el compromiso y la intención hacia la inversión con objetivos de género ha crecido en el sector, solo el 41% de los fondos tienen objetivos específicos para incluir empresas dirigidas por mujeres en sus carteras, según el informe Catalizando la Igualdad.

Además, señala que las mujeres comprenden solo el 34% de la junta directiva o del comité de inversión y solo el 37% de los 28 fondos encuestados contaba con mujeres en puestos de alta dirección.

“Lo más importante es que necesitamos mujeres inversoras en posición de socias que sí puedan escribir cheques”, resalta la capitalista de riesgo Díaz-Ortiz.

Claire Díaz-Ortiz.dfd

La masculinidad, los privilegios y las estructuras de clase que prevalecen dificultan la transformación sistémica, según el informe, que también muestra que solo el 11% de los fondos tenían estrategias para abordar las desigualdades relacionadas con las poblaciones afro e indígena o la comunidad LGBTQ+.

“Está faltando hacerlo más inclusivo para todos lados”, considera García Ottati, “rediseñarlo para que la cultura no sea tan masculina siempre y eso implica que también sea válido para el hombre asumir su rol cuando es papá, cómo hacemos para que esto no sea tabú y que estemos en un mismo juego”.

Apenas el año pasado, de acuerdo con LAVCA, varias firmas importantes en la región agregaron a su primera socia mujer como: Mariana Donangelo, en KaszeK Ventures; Carolina Strobel, en Redpoint e.ventures; Claire Diaz-Ortiz, en Magma Partners; Valentina Terranova, en Draper Cygnus; y Ariadne Caballero, en SP Ventures.

En la edición 2020 del Top Women Investors in Latin American Tech, que busca visibilizar a mujeres inversoras socias, LAVCA registró 103 mujeres invirtiendo y operando, un aumento del 16% comparado con la anterior.

“Necesitamos más mujeres en las etapas muy tempranas por el lado de los inversionistas, el número de jóvenes entrando está aumentando, pero en el de socias en fondos se ven cambios muy pequeños”, refiere Daíz-Ortiz.

La esfera inversora aún es “un grupo mucho más de hombres, donde ellos se relacionan de cierta manera y donde tal vez no tendría el acceso completo si hubiese estado yo sola”, manifiesta la cofundadora de Kavak.

Un factor que Díaz-Ortiz analiza es el que considera que grupos de personas con características similares siguen una misma tendencia, lo que hace que el capital de riesgo siga siendo una industria muy homogénea. “Necesitamos inversores que se vean distintos a los otros inversores. La mayoría en los últimos 50 años se ven muy parciales, hombres blancos de Silicon Valley que estudiaron ingeniería en Stanford, y bueno si es así, van a tener la tendencia de invertir en cosas parecidas.

“Veamos esto en cómo América Latina ha crecido como un mercado en el mundo del VC, Hernán Kazah hizo un unicornio para darse cuenta y decir ‘mira, ya tengo mi plan de Mercado Libre y ya comprobé que este mundo está funcionando y ahora voy a invertir en él’ (…) Es un ciclo, y lo mismo está pasando con mujeres y con veganos”.

Mejores rendimientos y resultados

Diversos estudios coinciden en que el liderazgo femenino se traduce en mejores resultados organizacionales, productivos y financieros.

Las mujeres invierten en emprendedoras y directoras ejecutivas a una tasa casi tres veces mayor que los inversores. “En otras palabras, más mujeres inversionistas en América Latina llevarían a más cofundadoras y a salidas (estrategias a futuro en las que se reportará el beneficio a los inversores) más rápidas con valoraciones más altas”, escribe Díaz-Ortiz en su blog.

De acuerdo con All Raise, las empresas con mujeres en sus equipos probablemente saldrán al menos un año más rápido en comparación con el resto del mercado, y el número de salidas de empresas con al menos una fundadora crece a un ritmo más rápido año tras año que las salidas de empresas con solo fundadores.

Está comprobado que cuando las mujeres tienen toma de decisión a niveles de comités de inversión, boards de corporaciones y family offices (firmas privadas de asesoría para administrar patrimonio), tienden a invertir con mirada más abarcadora que los hombres y por ende, llega más dinero a las emprendedoras”, declara Susana García Robles, Executive Advisor e integrante del Board of Directors de LAVCA.

Susana García Robles.dfd

En una investigación de 2018, Boston Consulting Group deja en evidencia que “cuando las propietarias de negocios presentan sus ideas a los inversionistas en etapa inicial, reciben significativamente menos que los hombres. Sin embargo, las empresas fundadas por mujeres en última instancia generan mayores ingresos (más del doble por dólar invertido) que las fundadas por hombres, lo que hace que las empresas de mujeres sean mejores inversiones para los patrocinadores financieros”.

“Me emociona el nivel de éxito de compañías lideradas por mujeres, porque eso cambia mucho el discurso que se tenía en el pasado. No quiero poner en tema de género porque esa no es la idea, pero sí hay cosas sobre las mujeres en temas de organización, empatía e involucrar a más personas para tomar decisiones”, asegura la emprendedora al frente de Kavak.

Según, Boston Consulting Group, hay tres razones detrás de la disparidad:

  • Las fundadoras están sujetas a más desafíos: más mujeres informan que se les pide que demuestren que comprenden los conocimientos técnicos. A menudo, los inversores simplemente suponen que las fundadoras no tienen ese conocimiento.
  • Es más probable que los fundadores hagan proyecciones y suposiciones más audaces en sus presentaciones.
  • Muchos inversores masculinos están poco familiarizados con los productos y servicios que las fundadoras comercializan para otras mujeres.

“Como emprendedora, creo que en la manera de que soy latinoamericana, a las mujeres nos posicionan muchísimo más en un tema de: ‘bueno, monta algo, pero no tan grande, hazlo un poquito más pequeño y que puedas controlar sin que te tome mucho tiempo y, son esas cosas que al final limitan”, dice la también la directora de Recursos Humanos de Kavak.

Una investigación de First Round Capital sostuvo que las empresas fundadas por mujeres a las que respaldaba se desempeñaron un 63% mejor que los equipos exclusivamente de hombres, y la Fundación Ewing Marion Kauffman demostró que el retorno de la inversión de los primeros es un 35% más alto.

“Creo mucho en la diversidad y en poder tener distintas perspectivas. Las mujeres somos el 50% del mercado, obviamente si tienes un equipo completamente masculino se está perdiendo ese porcentaje, la magia está en poder combinar, que cada quien pueda traer su aporte y ser escuchados”, refiere la emprendedora venezolana.

¿Cuál es el enigma entonces?

En palabras de Díaz-Ortiz:

El gran problema, la gran hipocresía del VC es que nosotros como inversores no estamos haciendo decisiones dentro un sistema de meritocracia, no estamos tomando decisiones objetivas. La razón es que los inversores que hacen los cheques de semilla no están midiendo métricas objetivas al firmar.

Si invertís en startups, estás invirtiendo en la persona, en su ambición y confianza y estás de acuerdo en que el mundo necesita su idea, y si pensás en todo eso, es obvio que mujeres van a invertir mucho más en mujeres y hombres mucho más en hombres y veganos mucho más en veganos.

Es así y uno de los ejemplos más obvios es el sector del women’s health. Hace 10 años cuando se comenzó a decir ‘bueno soy una fundadora y tengo una idea para un women’s health startup, la mayoría de los inversores con el 90% de hombres blancos no entendían que era un mercado tan grande porque ellos no vivían eso todos los días y ahora vemos que obviamente lo era, todo eso también está cambiando en los últimos cinco años.

Consejos de Loreanne García para las mujeres al frente de startups en fase inicial

1.- Pensar en mercados grandes: si tienes un mercado donde puedes crecer mucho, a los inversionistas les llama más la atención

2.- Vender el potencial del negocio: muchas veces las mujeres vendemos los resultados a hoy y a los inversionistas lo que les interesa es el potencial y qué necesitas para poder alcanzarlo

3.-Los inversionistas no son solo dinero: son socios estratégicos con los que construyes a la par

4.- Tocar muchas puertas: nosotros hablamos con un gentío, había algunos que nos decían ‘están muy chiquitos, qué hacen aquí’. No puedes crear capital cuando lo necesitas, tienes que crear relaciones en el camino

¿Qué hacer para derrumbar las prácticas machistas, ver más equipos diversos de inversionistas y muchas más fundadoras en acción?

En palabras de Susana García:

Lo importante es lograr hacer el business case de por qué una industria más diversificada en género da mejores resultados financieros, lo cual está ya analizado (en diferentes geografías). También es cuestión de un cambio generacional: las generaciones más jóvenes que están en la industria de VC y PE, family offices y grandes corporaciones ya no tienen esta actitud.

Iniciativas locales y regionales (como Mujeres Invirtiendo en México y WeInvest Latam entre otras) que resaltan el número creciente de equipos de fondos en la región con fundadoras o socias, ayudan a que no se pueda decir que no hay mujeres en la industria, y que así aparezcan en eventos de la industria contando sus experiencias.

Lo que el Club de Toby está dejando ir

El Club de Toby es un concepto que se utiliza para aludir a los espacios, eventos o contextos en los que quienes asisten o actúan son, en su mayoría, hombres.

La innovación es el móvil en el que coinciden las tres voces femeninas consultadas:

“Estamos perdiendo mucho por el lado de innovación porque esta viene de la diversidad de ideas y necesitamos fundadores que sean distintos para inventar nuevas cosas, es fundamental que tengamos eso. Tenemos casi 200 países en el mundo con distintas culturas y cada forma de pensar es importante y válida y el único modo de progresar (...) Estamos perdiendo plata, no estamos ganando la que podríamos ganar”, afirma la socia de Magma.

Loreanne García, Kavak:

- Muchísimo performance y mejores resultados

- Un mejor ambiente de trabajo con personas diferentes de las cuales aprender

- Una mejor sociedad porque mujeres y hombres tenemos nuestros superpoderes que están hechos para que contribuyamos y hagamos algo mejor y más grande que nosotros, tanto en la parte profesional como personal

Susana García, LAVCA:

- Muchas oportunidades de negocios

- Si los equipos de las compañías no incorporan la visión de la mujer en cómo diseñan sus servicios y productos, probablemente tengan menos tracción y menos llegada a su público-objetivo

- Las mujeres también tienden a crear empresas que tienen fines lucrativos incorporando más elementos de cuidado medioambiental y temas sociales, sin descuidar el retorno financiero

Boston Consulting Group señala que las emprendedoras son el “catalizador” actual que haría que el PIB mundial aumentara aproximadamente entre un 3% y un 6%, impulsando la economía mundial entre US$2.5 y US$5 billones, una gran pista en el camino del sector tras el golpe que dejó la pandemia.

“Una economía de la innovación y el conocimiento típica de este siglo, no puede prosperar si ignoramos al 50% de la población mundial. No se trata de apoyar a equipos solo de mujeres, sino a equipos con hombres y mujeres que se complementen en sus habilidades diferentes y mirada de negocios”, afirma García Robles y Díaz-Ortiz añade “si queremos aumentar el PIB de cualquier nación o continente, hay que crear un equipo diverso de personas que ejecuten las ideas”.

Salir de la caja

La cofundadora de Kavak relata -con un tono de satisfacción- que “a medida que (la startup) ha crecido, ahora más bien (los inversionistas) me buscan más y también mujeres que quieren emprender para poder desarrollar esa red.

Sí hay cosas diferentes, por ejemplo el networking que están haciendo los hombres es que están tratando de salirse de la caja y empezar a ver mujeres, sí se tienen que salir de su zona de confort, aunque ahora es más fácil conectar con ellos en busca de capital”, dice.

García Ottati y Díaz-Ortiz coinciden en que un gran paso en el progreso de la inclusión y el cambio en la industria es que es un tema que ya está abordándose y se mantiene activo en el pensamiento de las personas. “Hace 10 años ni estaríamos hablando de esto”, dice la estadounidense.

“Nos estamos dando cuenta de que tenemos que meterle foco, tener estructuras y medirlo para que de verdad tenga un resultado. Aún no tenemos claro qué es lo que mueve más la aguja y no tenemos la receta secreta de ver cómo podemos hacer para que haya mucha más inclusión, es para allá que vamos a empezar a ir pronto”, acentúa la venezolana.

Sin embargo, la inversionista ángel duda al ser cuestionada sobre si considera que los cambios para la equidad y la inclusión podrán acelerarse pronto: “No sé -dice entre pausas- no sé exactamente en este momento cómo”, y haciendo referencia al fenómeno sobre el efecto del centésimo mono, “hay un momento en que algo deja de ser marginal y estamos esperando ese punto, pero no sé cuál va a ser”.

Latinoamérica tiene la oportunidad de liderar un cambio más profundo y más rápido que en otros mercados más desarrollados, sostiene García Robles de LAVCA al señalar que ya se cuenta con grandes historias como las cofundadoras de Nubank, Kavak, Kushki, Casai, entre otras. “Estas compañías han derribado el mito de que las mujeres se quedan estancadas en rondas seed y no crecen más”.

“Especialmente cuando veamos equipos de solo mujeres recibiendo plata, ese va a ser un gran momento”, resuelve Díaz-Ortiz.