Los 100 Innovadores: VU Security, ¿El próximo unicornio argentino?

Sebastián Stranieri, CEO de la empresa de ciberseguridad argentina, conversó con Bloomberg Línea. En el último año, alcanzó a más de 350 millones de personas en 30 países de la región.

Foto: Gentileza Vu Security.
24 de diciembre, 2021 | 05:00 AM

Buenos Aires — “Estamos muy cerca de los unicornios argentinos, pero para mí ser unicornio es una consecuencia. Yo quiero tener una empresa de gente feliz, de gente que crece, que genera impacto en la sociedad”, el que habla es Sebastián Stranieri, CEO de VU Security quien adelanta a Bloomberg Línea que pronto anunciará una “bomba”.

Stranieri fue seleccionado entre los Los 100 Innovadores de 2021 de Bloomberg Línea, dado que su rol durante la pandemia fue exponencial para el crecimiento de la compañía, y vital para muchas empresas de la región.

A pesar de que VU Security venía con un crecimiento sostenido desde su creación en 2011, este último año alcanzó a más de 350 millones de personas de los 30 países donde tienen presencia, atendiendo a empresas como Visa, TodoPago, Globant, Banco Macro y Banelco, entre otras.

A mediados de este año levantaron US$12 millones al cierre de la ronda de su Serie B y en todo 2021 crecieron en equipo un 100%.

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“En términos de valuation nos falta para estar cerca de unicornio, pero estamos a medio camino. Estamos muy cerca de Guibert Englebienne (Globant), de Martín Migoya (Globant), de Marcos Galperin, (MercadoLibre), de gente que ya lo hizo”, dice Stranieri. “A mí me gusta pensar que somos parte de una segunda o una tercera camada de compañías que van a hacer “desastres”, que van a hacer algo groso”.

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La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.

Bloomberg Línea: ¿Se imaginaban una demanda como la que se dio durante la pandemia? ¿Estaban preparado para eso?

Sebastián Stranieri: Mentalmente no. Yo soy un tipo que todos los obstáculos los veo como una oportunidad, pero la pandemia fue un choque a nivel emocional. En lo que tiene que ver con el negocio, nosotros pusimos nuestra primera oficina en 2017, entonces dejar de vernos y seguir trabajando remoto no fue un challenge para nosotros, es un challenge hoy. Hoy estamos todos sufriendo el no vernos. En cuanto a la demanda estábamos preparados, el producto estaba preparado y la compañía estaba ávida de tomar esa oportunidad. Obvio que cuando crecés de 100 a 200 te aparecen un montón de problemas. Prácticamente todos los argentinos tienen un pedacito de tecnología nuestra dentro de su celular, lo mismo en Uruguay, en Ecuador... entonces ya es otro nivel de preocupación y de ocupación porque pasamos a ser parte de las infraestructuras criticas de más de un país.

¿Se complica crecer?

Yo tengo una frase que sigo aplicando hace siete años: todos los días es el día de mayor crecimiento histórico de VU. O sea, hoy somos más grandes que nunca en la historia de la empresa. Cumplimos 14 años y es todo un hito para mí haber armado esta compañía de la nada y hoy tener la presencia y la repercusión que tenemos. Yo salto todos los días de la cama para hacer esto y sumamos gente enérgica que le mete pasión y que se toman las cosas como propias. Mi filosofía de trabajo es dejar que la gente haga, ir acomodando las cosas que creo que son relevantes para que haya un mejor funcionamiento, cuando son 200, a veces se escapan cosas.

¿Y la demanda en en cuánto se incrementó en este último año y medio, en pandemia?

Me gusta primero contar qué impacto tuvo en seguridad. Las denuncias se incrementaron un 700%. El ataque, el nivel de tráfico en las redes aumentó 3.500%, es tremendo, pero tiene sentido. Hoy estamos superando los 200 clientes y estamos creciendo prácticamente el doble en facturación. También tiene mucho que ver con el tipo de clientes que incorporamos, como Santander, Openbank, Telefónica, Globant.

¿Y en cuanto a industrias que se hayan incorporado? Porque hay industrias que por ahí estaban más rezagadas con el tema de seguridad y que no les quedó otra ante este panorama.

Es que todo el mundo estaba no fit, entonces esto obligó a que primero se emparcharan y se pusieran a tono. De hecho los ataques que están ocurriendo son justamente o porque hay infraestructuras débiles o porque los usuarios siguen siendo el target del ataque. Los que seguimos siendo “flojos” somos los seres humanos, que es como el punto de entrega. Así se da estafas por Whatsapp, SMS o por cambio de celular. Les tocó a todos, aunque el panorama fue realmente complejo para las pymes que no tienen a alguien especializado en el área. Tuve decenas de llamadas de personas que entre lágrimas decían que no tenían acceso a la información de su compañía.

¿Cambió el mix de tipo de ataques?

Creció. Desde mi bias el que más veo es el robo de identidad. Hoy con cualquier documento y con datos de identidad de una persona se puede abrir una cuenta en Estados Unidos, en Uruguay, o en cualquier lado. Uno no tiene idea y hay muchas compañías ahora que con el auge de las fintech y de las compañías de lending que prestan por prestar. Hace 14 años que hablo de esto y cada vez está más vigente. El tema de gestión de la identidad de un ciudadano, de una persona, está menospreciado. Nosotros deberíamos contar con un modelo en el cual podamos saber dónde se está usando nuestra información y la tecnología lo permite.

¿Hay más gente queriendo cometer fraudes? Antes siempre hablábamos del empleado infiel, estaba también la persona que se dedicaba a eso. Pero ¿qué pasó en pandemia que fue tan exponencial el crecimiento?

Yo tengo dos teorías. La primera es que antes no lo encontraban a uno en la computadora el 100% del día. Y la segunda teoría es que hoy es cada vez más fácil meterse a hacer fraude. Yo por ejemplo me puedo bajar un kit de ransomware de internet, personalizarlo y lanzarlo, lo único que necesito es que la gente se infecte y que lo popularice. Y otro tema es que nunca hubo tanta información nuestra publicada online, entonces es muy fácil hacer una búsqueda alrededor de la vida de alguien. La pandemia generó mucha más adicción a las redes.

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¿Y cómo está posicionada Argentina con respecto a la prevención de los delitos digitales?

Argentina tiene algunas cuestiones en las cuales está consolidada y son de diálogo común entre todos los actores del sector, y que tienen que ver con las regulaciones, las políticas, las cuales están desactualizadas en buena parte. La ley de protección de datos personales que está cerca de actualizarse es una ley basada en una ley ya vieja de Italia de hace 30 años. ¿Está bien? Sí, pero no es good enough, deberíamos ir a mucho más. Estamos lejos de Brasil, estamos cerca de México. Pero todos los cambios siempre ocurren primero en Brasil, después va México, y luego viene Argentina, Colombia, Chile. Por un tema de tamaño es lógico que ellos vayan a enfrentarse a cualquier tipo de modificaciones antes de tiempo, los problemas se tornan más importantes. El tema de fraude en Brasil es enorme al lado de cualquier otro país, los mejores hackers, los mejores fraudulentos, están en Brasil.

El común de la gente piensa que invertir en seguridad es muy caro.

Yo creo que ese preconcepto o ese prejuicio tiene que ver con falta de formación, capacitación y de gestión de habilidades en torno a ciberseguridad y en torno a tecnología. En muchos de los casos el dueño de una compañía o el responsable de tomar decisiones no tiene idea del impacto que puede causar este tipo de problemas. Hasta el momento en que uno tiene un riesgo, no se toma dimensión de la importancia de prevenir estos temas. Todo lo que vivimos con la pandemia fue un proceso acelerado de concientización en términos de ciberseguridad, porque de golpe ese CEO de empresa o de una pyme se empezó a preguntar: “Cómo sé que mi empleado es el que está accediendo a la red desde su casa? ¿Es segura la red de su casa? ¿La computadora de su esposa o de su pareja tiene algún malware, se puede chupar información de la compañía?”. Sirvió bastante para concientizar en ese sentido. No es suficiente.

¿Hay diálogo con los gobiernos de los países donde están?

Lo primero que hicimos cuando surgió la pandemia fue comunicarnos con todas las agencias y organismos con los cuales tenemos relación y poner a disposición nuestros productos 100% gratis. Yo me considero apartidario y estamos abiertos a colaborar en lo que nosotros sabemos en cualquier circunstancia, porque esto tiene que ver con proteger a los ciudadanos y nuestro propósito de colaborar con generar experiencias sin fricción y seguras es lo que nos mueve. Vemos mucho interés. De hecho trabajamos activamente en Ecuador, en Dominicana, en Uruguay, en Argentina, en Chile, ahora estamos trabajando también con México, Brasil y España.’

¿Y cuál debe ser el rol de los gobiernos?

El gobierno tiene que dar espacio para que las compañías innoven y tiene que generar la conexión con las empresas para entender qué es lo que se viene y que se debería implementar. Firmas como VU tienen que invertir, dar trabajo y ayudar a resolver un problema (como en nuestro caso el de ciberseguridad) y el ciudadano tiene el rol de capacitarse, de entender el contexto. Y si los tres cumplimos con nuestros objetivos y llevamos adelante estas tareas va a ser mucho más fácil generar una sociedad más justa, una sociedad que crezca, que evolucione.

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