Lima — La semana fue positiva para la mayoría de monedas de la región, que cerraron con rendimientos positivos frente al dólar estadounidense luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) subiera en 0,25% sus tipos de interés por primera vez desde el 2018.
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En contraste, el sol peruano fue la divisa que más retrocedió en América Latina esta segunda semana de marzo del 2022, anotando una caída de 2,04% en los últimos cinco días según Bloomberg. Así, el sol pasó de ser la segunda moneda más fuerte entre los mercados emergentes, por detrás del real de Brasil, al cuarto puesto del ránking.
El sol de Perú cerró con una caída de 0,79% a 3,782 soles por US$1, según el Banco Central de Reserva. Los analistas consultados por Bloomberg Línea coincidieron en que la caída de la divisa peruana se debió a la inestabilidad política, la incertidumbre respecto a diversos proyectos mineros que se encuentran entrampados en medio de protestas sociales, y la mayor demanda por dólares de parte de corporativos y offshores para protegerse de la incertidumbre local.
De otro lado el dólar blue (el peso argentino informal) se apreció con fuerza luego de que el Senado le diera luz verde al acuerdo del Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
DÓLAR HOY VIERNES 18 DE MARZO
GUERRA EN UCRANIA: ¿CÓMO HA AFECTADO A LAS DIVISAS REGIONALES?
Las monedas latinoamericanas han tenido un desempeño mixto frente a la divisa estadounidense desde que inició la guerra en Ucrania. Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, explica que en este escenario de un comportamiento disímil de las divisas regionales el sol peruano y el peso colombiano fueron las divisas que anotaron ganancias significativas; toda vez que ambas economías se apoyan significativamente del precio de las materias primas a nivel mundial como el petróleo, cobre y oro, los cuales estuvieron al alza ante los conflictos geopolíticos en Europa del Este.
“Quiero hacer énfasis en que esas dos monedas son de las que más se han apreciado en el mundo desde que inició el conflicto: primero está peso colombiano, luego el rand sudafricano, el tercero es el sol peruano y el cuarto es la rupia de indonesia. Por el contrario hubo ligeras desvalorizaciones, mucho más fuertes que las de otras monedas emergentes (en LatAm)”, señala Velandia.
De hecho, el economista apunta que la moneda que más se desvalorizó (-1,8%) tras el inicio de la guerra fue el peso mexicano y en un nivel similar el peso argentino. “En el caso del peso mexicano como no hay un vínculo tan directo al precio de los commodities, no es un exportador neto o relevante de materias primas, se ve ese comportamiento”, explica.
La apreciación del peso colombiano, por otro lado, tendría que ver sobre todo con el alza del petróleo a nivel global, precisa Velandia. es Colombia es el principal exportador neto de Latinoamérica de petróleo, con casi 5% de su PIB representado en sus exportaciones netas del hidrocarburo.
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En el caso del sol peruano, Velandia considera que se trata de una combinación de un país polimetálico que se beneficia del alza del precio del cobre y de otros commodities como el oro y el zinc, pero adicionalmente se aprecia en las últimas semanas por una prima por riesgo político que ha venido cayendo; aunque la posibilidad de una vacancia podría gatillarla.
“Para el peso, creo que esta tendencia no se va a mantener por mucho tiempo. No solo el petróleo ha retrocedido, sino que entramos en la fase definitiva de las elecciones y hoy por hoy la ventaja la tiene el candidato de extrema izquierda Gustavo Petro que va a generar bastante volatilidad en el mercado. Creo que por ello el dólar en Colombia va a dejar de caer”, prevé el economista.
De otro lado está el sol peruano. Para el experto, lo político será el principal factor que va a jugar hacia adelante en cuanto al valor del sol versus el dólar de EE.UU. y va a ser determinante para el comportamiento futuro de la moneda. “Se puede tener en unos días más claridad sobre lo que pasará con el tema político”, puntualiza.
