Enchufe.tv: la historia de la millonaria apuesta del humor ecuatoriano

QUITO — ¿Cómo Enchufe.tv llegó a ser el canal de sketches en español más visto del mundo? Con casi 26 millones de suscriptores en su canal de YouTube y 56 millones de seguidores en todas sus redes sociales, la fórmula ha sido apostarle al humor vivencial, “a reírse de uno mismo” y lograr así que todos se identifiquen con sus historias en cualquier punto del planeta.

Este proyecto nació de la mente de cuatro estudiantes de cine que querían hacer algo distinto, algo que aún no existía en el Ecuador, y aunque primero lo presentaron como un piloto de televisión, enseguida se dieron cuenta de que no funcionaría así.

Jorge Ulloa, Christian Moya, Martín Domínguez y Leonardo Robalino se propusieron, entonces, subir videos de tres a cinco minutos en la web para llegar a reunir –al menos- 20.000 seguidores, sin tener en mente que se volverían un fenómeno, cuenta a Bloomberg Línea Ulloa, cofundador y actual director creativo.

La idea de llamarse Enchufe.tv nació de una ocurrencia del propio Ulloa, con la idea de conectar a la gente que los viera, “de enchufarla”. El plan inicial fue la web, pues hace 11 años YouTube no era lo que es hoy por hoy. Entonces, quisieron comprar el dominio www.enfhufe.com “pero era muy caro, costaba como US$ 400, en cambio www.enfhufe.tv costaba como US$ 4 y por eso lo compramos”, explica Ulloa.

¡NOS VOLVIMOS VIRALES!

El 13 de noviembre del 2011 subieron el primer video y tres meses después llegaría lo inesperado y lo que cualquier creador de contenido busca: volverse viral. ¿Con qué video llegaron a ese momento? “El primer viral con el que tuvimos el 400% de visitas fue “Misión Carnaval” en febrero de 2012, cuatro meses después de haber estrenado la página”. Se refiere a este video que grafica cómo los ecuatorianos viven el Carnaval como una verdadera batalla:

A partir de allí no pararon. “La página empezó a colapsar, se volvió la página más visitada del país”, recuerda Ulloa. Pero nada fue casual ni improvisado, aunque eran muy jóvenes cuando iniciaron, estos cuatro creativos querían que su idea se volviera un negocio, por ello desde el inicio registraron la marcha de Enchufe y también formaron la empresa Touché Films, que administraría la marca por varios años.

UNA BODEGA Y UNA CAMIONETA

Sus primeras oficinas funcionaron en la bodega de la oficina de una tía de Ulloa, desde donde además estudiaban los contenidos más buscados por los ecuatorianos en Internet. Los resultados eran: noticias, páginas amarillas y pornografía y, entonces, “nos dimos cuenta de que había un espacio de entretenimiento que no estaba siendo aprovechado”, relata Ulloa.

La concepción de los contenidos, en cambio, surgió en el balde de una camioneta en la que conversando informalmente definieron qué clase de humor querían darle al país, pues su idea era volverse el canal más grande del Ecuador. Así, decidieron retratar el lado más divertido de la realidad de los jóvenes en Latinoamérica. Pequeñas historias que cuentan esas experiencias vergonzosas por las que todos han pasado, parodias extremas de películas y series que marcaron su infancia.

Cuando empezaron a crecer hacia fuera decidieron mantener el localismo, especialmente en el idioma, a pesar de que muchos les decían que nadie los iba a entender. “Al inicio nos dijeron que nadie veía contenido de ficción en español y que si lo hacíamos debía ser en español neutral”. Pero no hicieron caso.

“Por nuestro localismo llegamos a ser universales. Nosotros hemos peleado muchísimo por hablar como somos, por ser valientes como los mexicanos, como los argentinos, los colombianos, ¿por qué no exportar nuestro chuta, guagua, arrarray, achachay?… No nos hemos hecho menos locales, hablamos del chuchaqui, del chuta, del ñaño y ñaña”, reflexiona Ulloa.

REÍRSE DE UNO MISMO

Pero lo que marcó la diferencia fue el tipo de humor al que apostaron: el humor vivencial. En el Ecuador la mayoría de intentos humorísticos se basaban en la comedia observacional, es decir, en burlarse del otro para reírse “y así es fácil caer en el racismo, el sexismo, en la homofobia”.

“Nuestra propuesta fue de humor vivencial, en el que te burlas de ti mismo para poder reírte y por eso hay tanta identificación. Ese fue un gran giro: apropiarnos de nuestra idiosincrasia, ser valientes y poder hablarlo”, aclara el cofundador de Enchufe.

A esto se suma que desde siempre hicieron todo con mucho cuidado, completamente apegados a la producción y a su formación cinematográfica, y “muchísimo respeto a la comedia”, pues creen “que es un arma para decir discursos muy poderosos”. “No nos estamos mostrando como seres aspiracionales, nos mostramos con nuestras máculas. Arraigar la identidad es lo más difícil pero es nuestro aporte más grande”, añade Ulloa.

NO ESTABAN PREPARADOS PARA LA FAMA

Pero ellos no estaban preparados para ese crecimiento tan estrepitoso, sobre todo cuando empezó a llegar el dinero por el gran alcance que tenían y las empresas querían trabajar con ellos. Como reconoce Ulloa: “Éramos niños, cineastas estudiando cine, sin ningún administrador al mando, con lo que los errores administrativos fueron enormes”.

“Rompimos relaciones personales importantes que se han ido recuperando, pero fueron errores que casi hicieron que la empresa cierre. Nos sostuvimos por la creatividad, nada más”, añade. Así, muchos salieron y gente nueva entró, incluso el propio Ulloa estuvo fuera de la empresa por tres años. Pero nunca dejaron de producir, con altos y bajos Enchufe ha mantenido siempre su producción.

“Hemos ido en contra de la tendencia de hablar de la vida privada y la polémica. Nos hemos sostenido diez años con muchísima polémica interna que no ha sido expuesta para ganar más seguidores sino muy reservada y con el fin de sostener el equipo”, enfatiza Ulloa, quien orgullosamente aclara además que son el único proyecto audiovisual de ficción del país que tiene un proceso sostenible.

MÉXICO, SU PRINCIPAL AUDIENCIA

México, Ecuador, Perú, Colombia y Argentina son los principales mercados de Enchufe. La audiencia mexicana representa el 25% del total. “Es el primer canal de sketches en español del mundo y el tercero de sketches en general. Nos ganan solo dos canales de la India”, cuenta a BL Arturo Yépez, actual CEO de la marca.

En 2018, 2btube -una empresa española con oficinas en EEUU, México y España- adquirió el 51% de las acciones de Touché Films, aunque la operación permaneció de manera independiente en Ecuador; sin embargo, a inicios del 2021 se dan cuenta de que no tenía sentido trabajar por separado y entonces Touché absorbe la operación de 2btube en México y se convierten en 2bLatam.

A finales de ese año, 2btube adquiere las acciones de dos de los socios originales de Touché y así se convierte en accionista mayoritario de la firma que actualmente fusiona “lo mejor de Touché Films con lo mejor de 2btube”, sostiene el CEO.

CUATRO LÍNEAS DE NEGOCIO

Hoy, 2bLatam trabaja en cuatro líneas de negocio:

1. Enchufe.tv, que es el canal de sketches de humor más grande del mundo en español y de donde proviene el 30% de sus ingresos. Además, el eje de negocio más sostenible.
2. La agencia creativa con la que dan servicio a las marcas para la creación de sus propias comunidades digitales, de branded content y para el manejo de pauta dentro de la red. Aquí se genera entre el 35 y 40% de ingresos.
3. El network, con el que ayudan a los creadores de contenido con la conexión y burocracia con las plataformas. Es decir, ayudan a los creadores a recibir la monetización que genera su contenido y ellos participan de un porcentaje. El network les da entre 10 y 15% de ingresos.
4. El contenido premium, con la misión de crear contenido desde Latinoamérica para el mundo con el humor como gran diferencial. Ejemplos de aquello son las dos películas que produjeron Dedicada a mi ex (Netflix) y Mis Fit (HBO Max), además del especial por los 10 años Somos millones que se reprodujo por TNT. El 20% de ingresos proviene de esta parte del negocio.

Hace poco suscribieron, además, un acuerdo con Warner Media para la coproducción del contenido de Enchufe de este año.

Este trabajo ha visto sus frutos, con US$ 2,9 millones en ventas en 2020, US$ 2,1 millones en 2021 y una proyección de US$ 3,2 millones en 2022.