Japón renueva plan de chips con vistas a triplicar sus ventas a US$108.000 millones

El plan, que se extenderá hasta 2030, forma parte de la estrategia del Gobierno para situar la industria de semiconductores en el centro de su política de seguridad económica

La estrategia revisada pretende intensificar los esfuerzos para desarrollar y producir semiconductores de vanguardia, esenciales para las medidas de seguridad económica y la tecnología avanzada.
Por Yoshiaki Nohara
06 de junio, 2023 | 06:28 AM

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Bloomberg — El Gobierno japonés ha renovado su estrategia sobre chips con el objetivo de triplicar las ventas de semiconductores de producción nacional hasta superar los 15 billones de yenes (US$108.000 millones) en 2030, ya que la tercera economía mundial sitúa los chips en el centro de su política de seguridad económica.

Este objetivo triplica las ventas de unos 5 billones de yenes registradas en 2020. La estrategia revisada, publicada el martes, pretende redoblar los esfuerzos para desarrollar y producir semiconductores de vanguardia esenciales para las medidas de seguridad económica y tecnologías avanzadas como la IA generativa, según el Ministerio de Economía.

El objetivo de ventas para las empresas que fabrican chips en Japón ayudará a garantizar un suministro estable de semiconductores para el país, según la estrategia gubernamental.

“Las empresas japonesas relacionadas con los chips, incluidas las más pequeñas, están realizando diversas inversiones, y nos gustaría apoyarlas”, declaró a la prensa el ministro de Economía, Yasutoshi Nishimura, antes del lanzamiento de la estrategia. “Queremos asegurar el presupuesto necesario para apoyar estos esfuerzos”.

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La estrategia, que consta de un documento de 274 páginas, no dice cuánto piensa repartir el gobierno en los próximos años, más allá de los miles de millones de dólares ya disponibles para animar a Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. a aumentar su capacidad de producción y financiar la empresa japonesa de chips Rapidus Corp.

El mes pasado, el Primer Ministro Fumio Kishida se reunió con los responsables de los mayores fabricantes de chips del mundo para tratar de atraer la producción de semiconductores y la inversión a Japón. Los fabricantes de chips afirmaron que considerarían la posibilidad de seguir invirtiendo en Japón, en función de los incentivos financieros y la demanda.

El gobierno ha prometido ayudas financieras por valor de 330.000 millones de yenes para Rapidus y hasta 476.000 millones de yenes para la nueva planta de TSMC en Kumamoto, al sur de Japón. También ha concedido subvenciones por valor de 92.900 millones de yenes para la planta de Kioxia Holdings Corp. en Mie, en el centro de Japón.

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El gobierno espera que los proyectos de TSMC y Kioxia por sí solos incrementen el producto interior bruto de Japón en 4,2 billones de yenes, creen unos 463.000 puestos de trabajo y generen unos 760.000 millones de yenes en ingresos fiscales, según la estrategia revisada.

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