“Ir despacio para ir rápido”, la clave para que una startup tenga éxito en Silicon Valley

En esta entrevista a Bloomberg Línea, Brett Yokom, con cuatro décadas en Silicon Valley, aborda los desafíos para emprender en la región y destaca sus ventajas sobre otros centros de innovación globales

El campus Apple Park en California, Estados Unidos
06 de diciembre, 2023 | 02:30 AM

San Francisco, California — En 1848, el descubrimiento de oro en California desató una fiebre que atrajo a miles de personas de todo el mundo. Hoy, casi dos siglos después, Silicon Valley se ha convertido en el moderno El Dorado para emprendedores y startups en busca de éxito.

La editora de Bloomberg Línea en Europa, Michelly Teixeira, viajó a San Francisco* para observar de cerca el ecosistema de las startups en el que se considera uno de los polos de innovación más prolíficos del mundo. Allí, conoció a Brett Yokom, que lleva cuatro décadas trabajando en Silicon Valley y en la región de San Francisco, y da clases en UC Berkeley Extension, Cal Poly San Luis Obispo, Santa Clara University y Saint Mary’s College.

En esta entrevista, el experto habla de los obstáculos para los que quieren emprender en la región – el alto coste de vida, la intensa competencia y la necesidad de una potente red de contactos – y también de las ventajas de Silicon Valley frentes a otros hubs globales de innovación. Brett, que está finalizando un doctorado en Psicología Empresarial sobre las experiencias de los fundadores de startups en el entorno tecnológico, presenta un perfil de los emprendedores de la Bahía de San Francisco y da consejos para que una startup arranque con éxito.

* La periodista viajó a San Francisco, California, como parte del programa del máster en Digital Business de ESADE Business School.

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Lee la entrevista completa, que ha sido editada por motivos de longitud y claridad.

Brett Yokom, con cuatro décadas activo en Silicon Valley y en la región de San Francisco, da clases en UC Berkeley Extension, Cal Poly San Luis Obispo, Santa Clara University y Saint Mary's College.dfd

Con tu amplia experiencia en Silicon Valley, ¿cómo has visto evolucionar el panorama de las startups en las cuatro décadas que llevas en este mercado?

Me remonto a los años 80: si desearas iniciar una empresa en aquella época, era muy caro empezar. Tendrías que buscarte algún mecanismo de obtención de capital, no había manera de empezar como un Shopify gratis o servicios tipo freemium.

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Pero la Ley de Moore [Gordon Moore, el cofundador de Intel, predijo en 1965 que el número de transistores en un chip se duplicaría aproximadamente cada dos años, con un aumento mínimo en el coste] se tradujo en un mejor acceso a la participación tanto de inversores como de startups.

Es decir, en las últimas décadas, la disminución constante en los costes de la tecnología ha bajado significativamente las barreras de entrada para las startups. Con la reducción de los costes viene la disminución del riesgo, de modo que más personas se sienten atraídas por la idea de emprender.

Luego, por supuesto, está el desarrollo de la Internet como un gran acelerador del ecosistema de las startups y las subsecuentes olas tecnológicas. Primero la Web 2.0, donde el usuario se convierte en productor y todo gira en torno al contenido generado por el usuario. Y ahora la 3.0, en combinación con la potencia de cálculo más rápido que permite incluso a las empresas muy pequeñas acceder y aprender de grandes conjuntos de datos. Hace 10 años estaba fuera del alcance de una pequeña empresa analizar una base de datos con 10 millones de registros y 80 variables diferentes. Ahora cualquiera puede hacerlo en su portátil, ¿verdad?

San Francisco se considera el El Dorado de las startups, un lugar donde personas de todas las nacionalidades buscan oportunidades. Teniendo en cuenta el elevado coste de la vida y la intensa competencia en la bahía de San Francisco, ¿cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan los fundadores a la hora de poner en marcha una startup aquí?

Sí, mencionas El Dorado y esa es una comparación muy relevante porque San Francisco nació de la Fiebre del Oro de California de 1848. Así es como nació San Francisco antes de que se descubriera el oro. La población de San Francisco era de unas 1.000 personas, sólo un pueblecito al final de la península, y cuando se descubrió el oro en 1848 vino gente de todo el mundo para hacer fortuna. Siempre ha habido esta mentalidad de riesgo en el ADN de la región y todavía se mantiene ese espíritu de arriesgar lo que sea. El que encuentre la gran pepita de oro hoy es el que cree la gran startup, ¿verdad?

Sobre los retos, yo diría que el alto coste de vida, sobre todo la vivienda. Aunque esto se compensa con todos los atributos positivos, para mí este sigue siendo el mejor lugar para una startup.

Otro desafío es la cantidad de gente que llega constantemente con nuevas ideas. Si eres nuevo, si no tienes una red de contactos y no conoces a nadie, puede ser realmente difícil que tu idea sea escuchada. Como viste aquí, hay muchas oportunidades para empezar rápidamente a construir una red si no tienes conexiones: en una semana podrías ir a 20 eventos y hacer contactos, aunque siempre habrá gente por delante de ti en el desarrollo de esta red.

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Sí, es una ciudad de ‘non-stop networking’.

Sí, es una ciudad de “trabajo en red” sin parar. Y no todo el mundo tiene esa habilidad de crear contactos. Y yo diría que, más concretamente, las personas con una formación muy técnica no suelen ser muy extrovertidas para crear una red de contactos, pero eso es fundamental.

Empezar con un equipo diverso en un ecosistema acelera ese paso de descubrimiento del cliente, algo muy crucial hacia el éxito.

Brett Yokom

Hablando del coste de la vida, me impresionaron mucho los precios en San Francisco y especialmente en la zona de Silicon Valley. ¿Podrías dar a nuestros lectores una visión general de cómo son los costes?

La vivienda es realmente una de las peores variables. Comprar una casa es realmente difícil: si quieres comprar un pequeño apartamento en San Francisco, estás hablando probablemente de al menos US$600 mil, US$700mil. Los gastos de comunidad en San Francisco pueden ser casi otros US$ 1.000 al mes, ya que muchos de los apartamentos tienen comunidades como gimnasios, piscina... Pero uno siempre puede viajar 50 kilómetros en cualquier dirección para ahorrar.

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¿Cómo influye la diversidad cultural del área de la Bahía de San Francisco en la forma de operar y competir de las startups? Es decir, me gustaría entender el impacto que el paisaje cultural diverso tiene en las startups...

Se necesita tiempo para cambiar este tipo de cosas, ya que el sistema fue construido por hombres y para hombres, pero no creo que haya ningún otro lugar que esté haciendo un mejor trabajo centrándose en atraer y apoyar a las mujeres empresarias, y creo que podríamos decir lo mismo de los profesionales afrodescendientes. Tenemos un porcentaje realmente sólido de mujeres fundadoras, no llega al 50%, pero crece en número y en reconocimiento.

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Pienso que la diversidad ayuda a descubrir el perfil del cliente de manera más precisa. Lo primero que tiene que hacer una startup es entender a sus clientes y conseguir algo que se llama “adecuación del producto al mercado”, empezar con un equipo diverso en un ecosistema acelera ese paso de descubrimiento del cliente, algo muy crucial hacia el éxito.

‘Ir despacio para ir rápido’. No puedes saltarte pasos. Para tener éxito, hay que pasar por todas las etapas del proceso.

Brett Yokom

¿Cuál es el perfil, hoy en día, de los fundadores de startups en Silicon Valley?

Quizás te haya sorprendido el número de fundadores extranjeros en nuestro ecosistema: Silicon Valley es un granero extranjero en un 40%, hay mucha gente que no es de Estados Unidos y que habla otros idiomas. Ese es otro aspecto de la diversidad, gente que aporta nuevas experiencias globales a Silicon Valley.

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En cuanto a la edad, la media de un emprendedor primerizo con éxito es de 38 años, porque ya tiene una gran red de contactos y recursos financieros. Pero hay grupos distintos. Habrás notado en el evento sobre el primer aniversario del ChatGPT [realizado el 16 de noviembre en el edificio de Microsoft de San Francisco] que los fundadores de empresas de inteligencia artificial son, en media, extremadamente jóvenes, 23, 25 años. Luego están los que llevan trabajando en varios proyectos, de entre 35 y 40 años, y estadísticamente tienen muchas más posibilidades de triunfar.

¿Cuáles crees que son las estrategias clave para que una startup tenga éxito en el competitivo entorno de Silicon Valley?

Para resumirlo en una frase muy corta, que oí en alguna parte: “ir despacio para ir rápido”. No puedes saltarte pasos. No hay forma de tener éxito en los negocios saltándose la línea, hay que pasar por todas las etapas del proceso.

El marco que siguen todos los fundadores de éxito aún es el Lean Startup y el Modelo Canvas, tan conocido y esencialmente no se puede saltar. Tienes que desarrollar tu cliente y entenderlo, lograr que el producto encaje en el mercado, validar la idea. Luego hay que asegurarse de que la gente pagaría por ella. A continuación, definir el modelo de negocio y saber realmente cuándo la gente empieza a pagar por ello, sólo entonces estás listo para escalar. La clave es no dejarse llevar por la idea de un éxito de la noche a la mañana o de hacerse rico rápidamente, porque no es así.

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Por ejemplo, la gente piensa que OpenAI vino de la nada. No, llevan ocho años trabajando en esto. Uber tampoco surgió de la nada: no hicieron su oferta pública inicial (OPI) hasta nueve años después de su fundación, por lo que estos son ciclos largos y la mayoría de los fondos de capital de riesgo son a 10 años.

Para las startups, la IA se ha convertido rápidamente en una especie de electricidad para el ordenador, todas las ideas van a tener algún elemento de IA.

Brett Yokom

¿En qué se diferencia la cultura de las startups de Silicon Valley de la de otros centros emergentes?

Hay varios puntos, pero creo que uno de los grandes es que cuando la gente tiene éxito en Silicon Valley permanece involucrada en el ecosistema porque tenemos la suerte de vivir en este lugar hermoso, con grandes universidades, y es uno de los cinco mejores lugares en el mundo para tener un estilo de vida y climas muy agradables, comparados a otros lugares como Austin, que es como el segundo gran dentro tecnológico en EE.UU. o de Londres. O sea, más que en otros sitios, tienen éxito, se quedan y siguen contribuyendo al sistema.

Además, el área de la Bahía tiene una historia de pensamiento creativo que se remonta a los comienzos de la década de 1960. Fue un lugar increíble para la ola de música rock que se apoderó del mundo, por lo que siempre ha habido estas diferentes olas de creatividad en esta área. Silicon Valley es parte de eso y esta es otra razón por la que a la gente le gusta estar aquí.

¿Qué consejo le darías a las startups de América Latina que buscan tener un impacto en el escenario global?

Encontrar a esas otras personas que están pensando de una manera diferente, formar una “tribu” y construir un ecosistema robusto con esta mentalidad de innovación.

¿Cuáles son las últimas tendencias e innovaciones en el mundo de las startups aquí en Silicon Valley que los emprendedores deberían estar al tanto?

Sobre todo el poder de la IA generativa. Es absolutamente increíble el número de fundadores de startups enfocado en esta tecnología que se proliferó en un cortísimo espacio de tiempo, desde que el ChatGPT debutó [hace exactamente un año]. Para las startups, la IA se ha convertido rápidamente en una especie de electricidad para el ordenador, todas las ideas van a tener algún elemento de IA. O sea, la IA es parte de la solución y la clave es cómo puedes hacer algo diferente con ella para seguir resolviendo los problemas de manera más eficaz y barata.

Para construir equipos eficaces, cada miembro necesita esta conciencia de sí mismo como un atributo.

Brett Yokom

Estás a punto de terminar un doctorado en Psicología Empresarial centrado en las experiencias de los fundadores de startups en el ecosistema tecnológico. ¿Qué habilidades “blandas” son las más cruciales para los fundadores de startups, especialmente en lugares de alta presión como Silicon Valley?

Primero, la autoconciencia. Entender cuáles son tus fortalezas, sus competencias blandas y técnicas y cuáles son las lagunas de habilidades que necesitas trabajar. Realmente comprender quién eres como persona, reconocer las piezas que faltan y luego tratar de construir un equipo que llena todas las piezas faltantes. Para construir equipos eficaces, cada miembro del equipo necesita esta conciencia de sí mismo como un atributo.

Pero la red es tan importante que tienes que ser capaz de salir ahí fuera, hablar con la gente regularmente, decirles qué estás haciendo y qué necesitas: ser capaz de comunicar muy directa y claramente tu idea en un pitch de 30 segundos. No todo el mundo tiene esa tenacidad, pero esa es una habilidad que necesita ser desarrollada, porque tu trabajo número 1 se convierte en vender. Comprender la ecuación del capital social te obliga a ser extrovertido. Por último, hay que ser capaz de comunicar ideas de forma concisa y comprensible para cualquier tipo de público, a todos los stakeholders.

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