Bloomberg Línea — El expresidente peruano Pedro Castillo, que está afrontando un proceso judicial por los delitos de rebelión, abuso de autoridad y perturbación a la tranquilidad pública, en el contexto del ‘autogolpe’ de Estado perpetrado en diciembre de 2022, fue trasladado a un hospital por quebrantos en su salud.
Castillo debió comparecer en la mañana de este jueves ante la Corte Suprema de Justicia, pero el alto tribunal informó que fue ingresado a un hospital debido a una “descompensación” y para descartar un “trastorno hidroelectrolítico y una deshidratación leve”. Presuntamente, el mandatario padece las consecuencias de una huelga de hambre anunciada el pasado lunes en protesta contra el juicio en su contra.
Un documento leído por los jueces durante la audiencia reseñó que el exmandatario fue diagnosticado con un “un posible síndrome conversivo” asociado al estrés. Pese a ello, la audiencia judicial se mantuvo en curso.
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El juicio contra Pedro Castillo comenzó el pasado 4 de marzo, fecha en que se negó a tener una defensa legal, razón por la que le quitó el poder a su abogado. Sin embargo, tras lo sucedido, se le asignaron dos abogados públicos, a los que también rechazó.
Desde diciembre de 2022, el otrora jefe del Estado peruano permanece bajo prisión preventiva en el penal de Barbadillo, conocido como el lugar de reclusión de expresidentes peruanos, donde también han sido encarcelados exmandatarios como Alberto Fujimori y Ollanta Humala.
De ser hallado culpable, podría ser condenado a 34 años de cárcel y debería pagar más de 65 millones de soles (US$17,6 millones), siempre que la justicia atienda la solicitud de la Fiscalía.