Santiago — La economía chilena anotó un nuevo récord. El Producto Interno Bruto (PIB) creció un 18,1% entre abril y junio con respecto al mismo trimestre de 2020, según reportes del Banco Central de Chile divulgados hoy.
La cifra es mayor a la esperada por el mercado, y supone un crecimiento del 8,8% durante los primeros seis meses de 2021. El informe Cuentas Nacionales atribuye el inédito número a la baja base de comparación del año pasado, donde se sintió con mayor fuerza el impacto de la pandemia.
La expansión también se explica por la incidencia de las medidas gubernamentales de apoyo a los hogares y empresas, los retiros parciales de los fondos previsionales y una mayor adaptación de la economía a las restricciones sanitarias. El crecimiento coincidió con la segunda ola de coronavirus experimentada en Chile, la cual llevó al límite a los servicios de urgencia, y obligó al confinamiento de varias ciudades del país y prolongados toques de queda.
De hecho, en los últimos meses se registra una recuperación de la actividad económica, lo cual impulsó al Banco Central a subir la tasa de interés hasta 0,75% en julio después de 15 meses de mantener niveles mínimos (0,50%) por la pandemia.
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Hacia mediados de julio se comenzó a experimentar una caída de los casos de Covid-19, lo cual permitió un desconfinamiento y relajamiento de las restricciones sanitarias.
Impulso del servicio y comercio
La economía presentó una variación de 1,0% entre abril y junio respecto a los tres meses previos. Se reportó un aumento generalizado de las actividades económicas, destacando las contribuciones de los servicios personales como educación y salud, del comercio y, en menor medida, de la industria manufacturera. “El crecimiento en el resultado con ajuste estacional fue explicado por la actividad comercial y la minería”, expuso el informe Cuentas Nacionales.
El Banco Central también informó que la cuenta corriente de la Balanza de Pagos reportó un saldo negativo de 2.638 millones de dólares en el segundo trimestre. Así, el saldo acumulado en un año llegó a un déficit equivalente a 1.1% del PIB. De acuerdo con el ente emisor el resultado trimestral se explica por “las utilidades devengadas de la inversión extranjera en Chile y, en menor medida, por el saldo deficitario de la balanza de servicios”.
