Píldora Covid-19 de Merck cambia destino de la farmacéutica tras vacuna fallida

Si tiene éxito, sería la primera píldora antiviral desarrollada específicamente para dirigirse al Covid-19 en llegar al mercado.

Sede de Merck
Por Cynthia Koons
02 de octubre, 2021 | 08:00 AM

Bloomberg — Merck & Co. no ha sido un nombre de peso en el Covid-19. La empresa falló dos veces en su búsqueda por diseñar una vacuna y descartó un medicamento que adquirió a través de un acuerdo de US$425 millones meses antes. Pero su píldora para el Covid-19, que también decepcionó a los pacientes hospitalizados en abril, puede terminar siendo la clave para darle la vuelta a esta historia.

El medicamento molnupiravir de Merck, que está desarrollando con Ridgeback Biotherapeutics LP, de propiedad privada, redujo el riesgo de hospitalización o muerte en un 50% en un ensayo clínico en etapa avanzada. Si tiene éxito, molnupiravir sería la primera píldora antiviral desarrollada específicamente para atacar al Covid-19 en llegar al mercado. Los otros medicamentos líderes disponibles deben administrarse en un hospital o centro de salud, poniéndolos en gran medida fuera del alcance de todos los pacientes con excepción de los más enfermos.

La emoción por los resultados fue palpable; las acciones de Merck subieron un 8,4% a US$81,40, su mayor ganancia en cinco años. El analista de Evercore, Umer Raffat, planteó la pregunta de si podría ser un “cambio en las reglas juego en el Covid-19”. Y dijo: “No me gusta usar hipérbole ... pero los datos realmente son muy buenos”.

Antes de los datos del ensayo, la analista de Mizuho Securities Co., Mara Goldstein, dijo que el molnupiravir podría oscilar entre un medicamento de US$1000 a US$10.000 millones, dependiendo de cuán bien funcione y qué efectos secundarios cause.

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La historia de molnupiravir es muy anterior a la participación de Merck. El compuesto químico en el que se basa se conoce desde hace décadas. Actúa interfiriendo con la replicación del virus, previniendo así una infección grave. El molnupiravir no impide que el virus haga copias de sí mismo, sino que introduce errores en el ARN del virus que se replican hasta que desaparece.

Un científico de Emory estaba estudiando el medicamento para la gripe cuando Ridgeback se involucró, inicialmente con la esperanza de que el tratamiento pudiera funcionar contra el ébola. Ridgeback anunció su acuerdo por molnupiravir en marzo de 2020 cuando los confinamientos por el Covid-19 apenas comenzaban en los Estados Unidps., dos meses después, Merck anunció su acuerdo con Ridgeback.