:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/WWOANPD5QRDHZDK2Y7AJWOWGRU.jpeg "En 2012 la UE prohibió que viajara a los países del bloque por motivos de seguridad y en 2017 tuvo una suspensión parcial de sus servicios")
Chile, Argentina, Perú y España fueron los destinos anunciados por la aerolínea venezolana Conviasa para una programación especial, que incluye diciembre y enero, en medio de las restricciones en el país tras la llegada de la pandemia, sumado a la crisis en el sector con el éxodo de líneas aéreas internacionales en los últimos años.
Los días 20 y 27 de diciembre así como todos los lunes del mes de enero son los dispuestos para la ruta Caracas - Buenos Aires, con un costo de 1.547 dólares la ida y 861 dólares el regreso. Para el vuelo entre Caracas y Santiago de Chile, los días disponibles son 16, 23 y 30 de diciembre y todos los jueves de enero, para un precio de 1.187 dólares ida y vuelta.
En el caso de Perú solo se cuenta con disponibilidad para el 21 y 28 de diciembre mientras que en enero, los vuelos especiales están contemplados para todos los martes del mes. La tarifa es de aproxmadamente 1.405 dólares ida y vuelta.
Para la ruta entre Madrid y Caracas solo se cuenta con una frecuencia de tres vuelos en enero y dos en diciembre. Se desconoce si luego de estos vuelos especiales se contará con nuevas programaciones, sin embargo entre las rutas ya establecidas para el 2022 se mantiene: Cancún, Guayaquil, La Habana, Moscú, Panamá, Quito, Santo Domingo, Teherán, Toluca y Viru Viru en Bolivia.
Conviasa, en febrero de 2020, fue incluida en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EEUU (OFAC) por sus nexos con la administración de Nicolás Maduro y el traslado de funcionarios del chavismo, pese a estar igualmente sancionados, de forma individual, acusados por corrupción.
La sanción impuesta por Washington también afectaba a la flota de la aerolínea, que incluía 40 aeronaves, entre ellas un Airbus A340, un Airbus A319, 16 aviones Embraer 190, siete Boeing 737, siete Cessna 208, tres ATR-42, tres ATR-72 y dos Havilland Canadá Dash 7.
Desde entonces, la aerolínea a la que también se le había prohibido en 2012 viajar a países de la Unión Europea por motivos de seguridad y en 2017 sufrió una suspensión parcial de sus servicios internacionales por falta de pagos para la adquisición de seguros, había estado funcionando bajo una mínima capacidad, con algunos vuelos hacia países de la región y otras naciones aliadas como Rusia e Irán.
“A pesar del bloqueo imperial, ahí está Conviasa, dando la batalla en el aire, ahí están sus alas poderosas surcando todos los aires, y lo hemos visto con este vuelo entre Venezuela y China”, decía la vicepresidenta Delcy Rodríguez, el año pasado, para referirse a un vuelo que buscaba más de 700 toneladas de ayuda humanitaria en fármacos y equipos médicos.
Ayer, las palabras de Rodríguez se centraron en cuestionar nuevamente a las sanciones de Estados Unidos, luego de que se le haya prohibido ingresar a los Países Bajos, en un vuelo de esta aerolínea, para un encuentro planificado con el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan. El Gobierno holandés habría alegado haber cumplido la normativa internacional por supuestas cuestiones de seguridad de la aeronave.
