Bloomberg — El último rebote de las acciones estadounidenses es un repunte de mercado bajista y se avecinan más caídas, según estrategas de Morgan Stanley (MS).
“Con las valoraciones ahora más atractivas, los mercados de valores tan sobrevendidos y las tasas potencialmente estabilizándose por debajo del 3%, las acciones parecen haber comenzado otro repunte importante de mercado bajista”, escribieron los estrategas liderados por Michael Wilson en una nota el lunes. “Después de eso, seguimos confiando en que todavía se avecinan precios más bajos”.
El S&P 500 subió el viernes después de acercarse a una caída del 20% desde el máximo, ya que los participantes del mercado se vieron atraídos por valoraciones más atractivas. Pero más allá de eso el índice de referencia marcó su sexta semana consecutiva en rojo (la caída más larga desde 2011), ya que los inversionistas temen que la combinación de la creciente inflación y los bancos centrales de línea dura provoquen una fuerte desaceleración económica.
Mientras que algunos estrategas creen que la venta de acciones estadounidenses ha alcanzado posible un suelo, Wilson sigue siendo uno de los más prominentes bajistas, afirmando que el S&P 500 todavía no está totalmente valorado por la desaceleración tanto de las ganancias corporativas como de los indicadores macroeconómicos.
Aunque su caso base no prevé una recesión, Wilson señala que “el riesgo de recesión ha aumentado considerablemente”. Esta es otra razón por la que la prima de riesgo de la renta variable es demasiado baja, y las acciones siguen estando sobrevaloradas en nuestra opinión”.
Prevé que el S&P 500 podría caer hasta los 3.400 puntos (un 16% por debajo de los niveles actuales), que es donde se encuentran tanto la valoración como el soporte técnico, dijo. Espera que el índice de referencia suba hasta los 3.900 puntos para la próxima primavera boreal, aunque afirma que la volatilidad del mercado de valores continuará.
Wilson también tiene un sesgo sectorial defensivo al mantener una sobreponderación en salud, servicios públicos y bienes raíces y una infraponderación en consumo discrecional y hardware tecnológico.
Morgan Stanley no es el único que tiene una perspectiva negativa. Los estrategas de Goldman Sachs Group Inc. (GS), dirigidos por David Kostin, recortaron el viernes su objetivo de final de año para el S&P 500 hasta los 4.300 puntos, desde los 4.700, por el aumento de las tasas de interés y la ralentización del crecimiento.
Su nueva perspectiva de base prevé que no habrá recesión y que la relación precio-beneficio del índice de referencia estadounidense terminará el año sin cambios, en torno a 17. En caso de recesión, el índice caería un 11%, hasta los 3.600 puntos, ya que la relación precio/beneficio se reduciría a 15 veces.
Con la asistencia de Lisa Pham.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha