Ciudad de México — La apreciación del peso mexicano, que la coloca como la segunda mejor divisa con mayor avance frente al dólar de una canasta de divisas emergentes, puede no resultar tan benéfico para el país, de acuerdo con tres analistas consultados.
Uno de los principales elementos positivos que presenta son los movimientos del tipo de cambio en la inflación, de acuerdo con el subdirector de Análisis Económico y Financiero en CiBanco, James Salazar.
“El hecho de que se esté apreciando, en términos de flujo de comercio, favorece a que no se intensifiquen presiones inflacionarias adicionales a las que ya se tienen”.
El peso mexicano registró su mejor nivel pospandémico luego de que se diera a conocer que la inflación en EE.UU. subió menos a lo esperado por analistas. La moneda mexicana se apreciaba 1,06% para cotizar en MXN$19,3492 por dólar (Ciudad de México, 10:05 horas del 10 de noviembre), niveles observados en febrero de 2020.
Durante la sesión del 10 de noviembre, el peso mexicano registró un mínimo de $19,3420 y un máximo de $19,5991 por unidad, de acuerdo con datos de Bloomberg.
El estratega de CiBanco explicó que el avance del peso mexicano frente al dólar contribuye a disminuir el costo financiero del gobierno. “Buena parre de la deuda del gobierno, del sector público, está en moneda extranjera. Si la moneda se aprecia por ese lado puede bajar un poco”.
Otro de los elementos positivos es el tipo de cambio para los turistas mexicanos que visitan otros países.
“Siempre es conveniente para la estabilidad mexicana tener una estabilidad en el tipo de cambio, sobre todo por los costos de importación y para el financiamiento de las empresas mexicanas en dólares”, mencionó el economista en Jefe en Rankia Latinoamérica, Humberto Calzada.
Dijo que, en términos de la balanza comercial, la apreciación del peso mexicano no favorece ya que tiende a generar menores exportaciones mermando el desempeño del indicador económico.
“La apreciación puede hacer que la productividad nacional pierda competitividad”, dijo a Bloomberg Línea el analista bursátil, Victor Carmona.
Explicó que se vuelve más barato importar por la fortaleza de la moneda local y, con esto, se abaratan los productos extranjeros ocasionando una pérdida de competitividad.
Otro elemento que resulta negativo es la diferencia cambiaria para el turismo extranjero e incluso con las remesas ya que se entregan menos pesos por billete verde.
Peso mexicano respaldado
La fortaleza del también llamado superpeso es resultado de diversos factores, entre ellos la amplia brecha entre la tasa de interés de EE.UU. y México, además de la entrada histórica de dólares por concepto de remesas que se registran en el país.
Y se agrega el elemento del nearshoring favoreciendo la entrada de flujos adicionales de Inversió Extranjera Directa (IED) tras la relocalización de las plantas productivs del exterior hacia México al estar más cerca de EE.UU., de acuerdo con Victor Carmona.
“Existen, importantes flujos de remesas hacia México a pesar de la esperada desaceleración económica en Estados Unidos. Todo ello alentaría una estabilidad frente al dólar”, mencionó.
El peso mexicano cerraría el año en los $19,62 por dólar, de acuerdo con datos de Bloomberg. Sin embargo, el consenso de analistas estima que se depreciaría cerca de 6% al llegar a los $20,50.