Bloomberg — El banco central de Argentina intervino en el mercado para apuntalar el peso por primera vez desde que implementó una banda de fluctuación en abril, sumándose a una creciente lista de reveses para el presidente Javier Milei.
La autoridad monetaria vendió US$53 millones el miércoles, según su informe diario sobre reservas de divisas. El banco central había rebatido antes un informe de Bloomberg según el cual la divisa había cruzado el techo de la banda.
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Hasta el miércoles, la autoridad monetaria argentina no había intervenido directamente para apuntalar el peso desde que Milei aceptó un acuerdo de US$20.000 millones con el Fondo Monetario Internacional en abril. En virtud de ese acuerdo, el banco central de Milei levantó algunos controles monetarios y acordó dejar que el peso flotara libremente en una banda establecida que se amplía gradualmente un 1% al mes.
Una vez que el peso toca el suelo o el techo de la banda, los funcionarios monetarios están autorizados por el acuerdo con el FMI a intervenir directamente. Sin embargo, Milei ha puesto en marcha otros instrumentos, como la venta de dólares por parte del Tesoro argentino o los contratos de futuros sobre divisas, para estabilizar el peso a medida que se veía sometido a una presión creciente en los últimos meses. El gobierno también restringió la demanda de dólares de los corredores de bolsa, con el regulador de valores reinterpretando una norma existente que les limita a acumular sus posiciones en dólares.
Las medidas reflejan la presión sobre Milei para mantener la inflación bajo control con una moneda estable y, al mismo tiempo, mantener las reservas de dólares para que el gobierno pueda seguir pagando sus deudas. A pocas semanas de las elecciones de mitad de mandato, el presidente está tratando de proyectar estabilidad económica para poder conseguir más apoyo en el Congreso para impulsar su agenda.
“A estas alturas del partido, deben avanzar y hay munición para defender la banda en una primera fase”, dijo Alejandro Cuadrado, estratega del BBVA en Nueva York.
La presión continuará a medida que el mercado se vuelva más volátil de cara a las elecciones legislativas argentinas del 26 de octubre, dijo Paula Gándara, directora de inversiones de Adcap Asset Management en Buenos Aires. “La divisa va a permanecer en el techo de la banda”, dijo.
Las pérdidas del peso no podrían llegar en peor momento para el gobierno de Milei. El sentimiento del mercado en Argentina ya es negativo, ya que los inversores cuestionan su vacilante apoyo político tras una dura derrota electoral en una votación provincial en Buenos Aires a principios de este mes.
En más reveses el miércoles, la cámara baja del Congreso rechazó por mayoría de dos tercios los vetos de Milei a los proyectos de ley que aumentarían el gasto en universidades y sanidad. Esos proyectos de ley se dirigen ahora al Senado, aún más hostil al gobierno. Nuevos datos del gobierno confirmaron también que la economía se contrajo ligeramente en el segundo trimestre, mientras que los economistas esperaban un leve crecimiento. Y una nueva encuesta mostró que el índice de desaprobación de Milei alcanzó un nuevo máximo en septiembre.
Los bonos en dólares, que han estado rezagados en las últimas semanas en medio de la creciente agitación política, ampliaron las pérdidas con las noticias. Bajaron unos dos céntimos en toda la curva para liderar las pérdidas en los mercados emergentes.
Las bandas fijadas por los funcionarios en el acuerdo con el FMI se amplían gradualmente un 1% mensual en cada dirección, divididas uniformemente en incrementos diarios. Utilizando esa matemática, el peso superó el límite superior de 1.474,345 el miércoles, cuando cotizó a 1.474,5 por dólar.
Pero el sistema de negociación oficial de Argentina sólo permite pujas en incrementos de 50 centavos, por lo que, a efectos prácticos, el banco central redondea la cifra del límite superior en sus propios cálculos. Eso significa que el banco consideró que 1.474,5 era el límite, lo que significa que no se había producido ninguna ruptura desde su perspectiva.
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Por ahora, los inversores advierten que defender el peso en el límite máximo podría salir muy caro, ya que las reservas netas de efectivo del banco central siguen siendo muy bajas.
“No quieren morir en esa colina”, dijo Thierry Larose, gestor de carteras de Vontobel Asset Management. “Es mejor ajustar la banda al alza. Necesitan bajar las tasas locales para evitar la recesión y mantener la sostenibilidad fiscal. Mientras sea de forma ordenada, está bien. También es importante evitar quemar reservas de divisas en una batalla que probablemente no ganarán.”
Con la colaboración de Manuela Tobias.
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