Bloomberg Línea — A solo un día de las elecciones presidenciales en Chile, expertos señalan que los precios favorables del cobre, el principal producto de exportación del país, podrían configurar un escenario más optimista para la próxima administración, gracias a un eventual aumento de los ingresos fiscales en 2026.
El metal rojo se cotizó el viernes último en US$5,36 la libra en el Comex de Nueva York, con una tendencia alcista de casi 20% desde los mínimos del año que alcanzó a finales de julio, según datos de Bloomberg.
El Informe de Finanzas Públicas (IFP) del tercer trimestre de 2025, que acompaña el Presupuesto 2026, proyectó un escenario fiscal estrecho para el próximo gobierno. El Ministerio de Hacienda reconoció que incumplirá con la meta fiscal proyectada para 2025. El déficit fiscal estructural se moverá del 1,8% del PIB proyectado en junio al 2,2% del PIB. Esto respondería, de cierta manera, a menores ingresos por el cobre y a deudas acumuladas.
Esta proyección preocupa porque el presidente Gabriel Boric presentó el presupuesto fiscal 2026 que incluso contempla un alza del 1,7%, con foco en salud, trabajo y previsión social, educación vivienda y urbanismo.
“Este es un país en el que el precio del cobre tiene un gran impacto macroeconómico por diferentes caminos”, dice Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, una consultora especializada en minería. “La tributación de la minería privada, los aportes de las empresas estatales, principalmente Codelco, tienen un impacto muy positivo en los ingresos fiscales”.
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¿Qué señalan las proyecciones?
En el último informe de Tendencias del Mercado del Cobre, correspondiente al tercer trimestre de 2025, elaborado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) y el Ministerio de Minería, se proyecta un precio del cobre para 2026 de US$4,55 la libra. Pero hay estimaciones más optimistas como las de Bank of America (BAC) que menciona un precio de hasta US$6, que podría extenderse hasta 2027.
Los valores de las proyecciones son cifras nominales, no reales, porque no están afectadas por la inflación, dice Guajardo. “Esto es una señal de que podría haber espacio para subidas adicionales”, dijo a Bloomberg Línea.
Chile tiene un mecanismo de estabilización del precio del cobre. Cuando el precio del año está al alza, se genera un mecanismo de ahorro, y cuando está con tendencia a la baja, se toman parte de los ahorros de este fondo.
“Yo tengo la sensación de que va a haber un esfuerzo para reconstruir las cuentas fiscales”, dice Guajardo. “Por lo tanto, una parte de este mayor ingreso va a ir a esta reconstrucción de activos fiscales y también una parte va a permitir tener un gasto más alto para el nuevo gobierno”.
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Jorge Cantallopts, director ejecutivo del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (CESCO), explica que los aportes al fisco se elevan gracias a la carga tributaria que tiene Chile. “Gracias al Royalty y al impuesto a la renta, la tasa total de recaudación puede llegar, en algunos casos, al orden del 45%. Por lo tanto, un mejor precio del cobre se traduce de forma directa en mayores aportes al fisco”, dice.
Solo las recaudaciones del Royalty Minero, que es un impuesto específico para las grandes empresas mineras, fueron de US$1.550 millones en 2024, según consultoras mineras.
Para Reinaldo Salazar, gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), los mayores ingresos fiscales, en caso de que continúe una tendencia alcista en el precio del cobre, no deben entenderse como un cheque en blanco.
“Chile opera bajo una regla de balance estructural”, dijo Salazar a Bloomberg Línea. “En este contexto, un escenario de precios altos abre una oportunidad para fortalecer la posición fiscal, reducir presiones de corto plazo o financiar inversiones, pero siempre con una mirada prudente”.
Sin embargo, para Emiliano Fucks, académico instructor del Departamento de Economía de la Universidad Santiago de Chile, el próximo mandatario chileno aún no “puede cantar victoria” respecto a un eventual incremento de ingresos en las arcas fiscales.
Fucks dice que el gobierno proyecta sus ingresos hacia futuro con base en variables tendenciales, no a variables coyunturales. Y explica que el aumento del 25% o 30% que ha tenido el precio del metal rojo a lo largo del año es coyuntural. “En el fondo se hablaría de una mayor holgura económica hacia futuro, solamente cuando la libra del precio del cobre de largo plazo suba. Y el precio del cobre de largo plazo sigue en US$4,3”, agregó el académico.
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La bandera política y el futuro del metal rojo
Tanto el candidato del Partido Republicano, el ultraderechista José Antonio Kast, como la candidata por la centroizquierda Unidad Por Chile, Jeannette Jara, coinciden en que la producción de cobre es fundamental para la economía interna de cara a la transición energética global, pero tienen distintos puntos de vista sobre cómo potenciar la industria en los próximos cuatro años.
Kast, de 59 años, apuesta a realizar alianzas estratégicas con la minería privada para aumentar la producción con menores inversiones y costos, además de impulsar la innovación abierta en eficiencia hídrica. Pretende aprovechar los precios altos del cobre para modernizar minas y plantas mineras.
Por otro lado, Jara, de 51 años, propone un aumento de la inversión en un 25% para elevar la producción de cobre en un 10% en los próximos cuatro años y aumentar las exportaciones en US$5.000 millones. En su programa apuesta a que la empresa estatal Codelco capitalice parte de sus excedentes para reducir su deuda y construir una nueva fundición y refinería con altos estándares ambientales, y fortalecer proyectos internacionales y alianzas tecnológicas.

Juan Carlos Guajardo, de Plusmining; Reinaldo Salazar, de SONAMI, y Jorge Cantallopts, de CESCO, coinciden en que las banderas políticas, ya sea de la izquierda o la ultraderecha, no influyen de forma directa en el comercio internacional del cobre.
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Los expertos consultados además creen que el futuro del metal rojo depende de la demanda global, la oferta mundial y las condiciones macroeconómicas internacionales.
Para Salazar, del centro de estudios, el punto de inflexión es que el nuevo gobierno promueva un mercado del cobre competitivo que tenga “estabilidad regulatoria, reglas claras, certeza jurídica y un sistema de permisos que funcione de manera eficiente”.
Cree que el próximo mandatario deberá promover, principalmente, la producción de cobre que no ha tenido un crecimiento significativo. En 2024, según Cochilco, Chile produjo 5,5 millones de toneladas de cobre, con un aumento del 4,5% respecto al 2023 y al cierre de 2025 se proyecta una meta de 5,6 millones de toneladas.
“En la última década, la producción minera se ha mantenido prácticamente estancada”, dice Salazar. “Incluso en escenarios de precios altos. Sortear este escenario implica acelerar proyectos nuevos y expansiones, mejorar la productividad de las operaciones existentes y fortalecer el rol de la mediana y pequeña minería”.
En agosto de 2025, “El Teniente”, la principal mina del país operada por Codelco, enfrentó un derrumbe que paralizó durante nueve días el 90% de operaciones y dejó de producir casi mil toneladas de cobre al día, lo que generó pérdidas de alrededor de US$9 millones diarios a la empresa estatal.
Jorge Cantallopts, de CESCO, señala que otro de los retos urgentes será mejorar la tramitación de permisos de proyectos mineros porque “la situación es crítica y el sistema es lento, fragmentado y poco predecible”.
La minería chilena es ampliamente reconocida por sus altos estándares ambientales y sociales, y eso no puede retroceder, dice Cantallopts. “Lo que sí se requiere es mayor eficiencia institucional, que implica procesos más coordinados, criterios claros y plazos ciertos que entreguen certeza a todos los actores”, explicó.
¿Cómo marcará el contexto internacional?
El anuncio del alza de aranceles del presidente de EE.UU., Donald Trump, fue un punto de inflexión para el mercado mundial. Fucks, de la Universidad Santiago de Chile, asegura que los anuncios arancelarios del presidente estadounidense para proteger la industria de ese país, no se veían en el mundo desde hace más de un siglo.
Las tarifas, según el experto, dispararon la demanda del cobre de EE.UU. a Chile en el primer semestre, pero en este 2026 será muy difícil adelantarse a un escenario económico mundial porque hay mucha volatilidad política que impactará en la economía global.
Según Fucks, lo que es predecible pensar es que existan nuevos avances tecnológicos mundiales que tomarán fuerza, pues la tecnología es el gran estimulante de la demanda de cobre actual.
“Un automóvil, un panel solar, todo aquello que busque transformar energía solar a energía eléctrica va a usar al cobre como conductor, así como el uso de los datos con el data science, el big data va a influir en la demanda del metal. Por ejemplo, China, que está armando data centers alrededor del mundo, necesitará más cobre”, dijo.
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El último informe de Tendencias del Mercado del Cobre, correspondiente al tercer trimestre de 2025, elaborado por Cochilco y el Ministerio de Minería, asegura que en 2026 la producción mundial del cobre alcanzaría 23,8 millones de toneladas y la demanda crecería a 28,2 millones de toneladas.
Por otro lado, Fucks asegura que ha quedado al margen de los debates de los candidatos presidenciales un eventual escenario de que las reservas naturales de cobre se estén terminando por la sobreexplotación y eso implica pensar en qué medidas tomará Chile para cambiar la matriz productiva.
El académico destaca la importancia de que el nuevo gobierno analice la “complejidad económica” que consiste en medir qué tan complejos son los productos que un país exporta.
También hay un subíndice de complejidad económica que predice las industrias en las cuales un país puede desarrollar para ser más competitivo. Esto, a su criterio, permitirá que Chile anticipe acciones y apueste por nuevos mercados comerciales para la venta del metal rojo.
“Creo que lo mejor que puede hacer nuestro país en términos de complejidad económica es tener buenas relaciones con Brasil porque es una potencia económica en Latinoamérica que está liderando, junto a India y Rusia, en este nuevo bloque de los BRICS”, dice.
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