:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/SJRJ6IQIQZGVPFLAKSH2CWDYD4.jpeg "Fuente: Toyota Argentina.")
Buenos Aires — A tan solo dos días de haber recibido al presidente Alberto Fernández en su planta de Zárate, donde se anunció el proyecto de Ley de Promoción de la Movilidad Sustentable, Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina y titular de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) dijo presente entre los empresarios que participaron del 57° Coloquio de IDEA.
Convencido de que la industria automotriz no puede perder el tren de la movilidad sustentable y preparado para romper un récord de producción este año, conversó con Bloomberg Línea sobre el escenario actual, las previsiones del sector y el futuro de los planes sociales.
A pesar de las obstáculos logísticos que trajo la pandemia, el ejecutivo también proyectó un cierre de año récord para Toyota Argentina en cuanto a la producción de unidades en el país: 143.000 vehículos.
La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.
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Bloomberg Línea: ¿Cómo evalúa este punto de encuentro que parecen estar alcanzando los empresarios y el Gobierno?
Daniel Herrero: Hoy en IDEA hubo gente del Gobierno y ministros de economía de distintos frentes discutiendo y consensuando en políticas para la Argentina a futuro. Ver que hay un espacio de diálogo en donde muchos de los actores políticos hablan de que la grieta no existe y hay que cerrarla me genera optimismo. Quizás estoy sesgado por mi resultado en la industria automotriz, donde el diálogo y el consenso nos permitió duplicar las exportaciones y eso me hace pensar que hay un camino posible. Que venga el presidente Alberto Fernández a cerrar el Coloquio habla de que el crecimiento que necesita la Argentina viene de un consenso entre el Gobierno, los sindicatos y las empresas.
¿Puede tratarse de cierto consenso transitorio de cara a las elecciones de noviembre?
No, porque podrían haber tomado la decisión de no estar, como lo hicieron otros años. Es un gesto de madurez, aún con el riesgo que conlleva estar expuesto a cuestionamientos en periodo electoral. Es valedero estar expuesto a ese diálogo y hacía allí tenemos que ir.
¿Qué previsiones hay para el sector automotriz después de las elecciones?
Está muy complicado el tema logístico y el tema de provisión de semiconductores, que es algo que le afecta a todas las automotrices y a otras industrias también. Todo ello hay que compensarlo con el transporte aéreo. En nuestro caso hemos acordado con los sindicatos trabajar sábados y domingos, haciendo todo lo necesario para mantener la producción y poder crecer. La demanda es muy buena y estamos trabajando para aumentar la producción el año que viene. Prevemos cerrar este con un récord de producción de 143.000 unidades. El 80% de eso va hacia la exportación, y los pedidos que tenemos para los próximos tres años están muy por arriba de lo que nosotros hicimos este año.
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¿El sector está en condiciones de poder afrontar los costos que hoy impone el “desorden logístico” mundial?
Un contenedor que venía de Asia, antes de la pandemia se pagaba US$2.500 y hoy tiene un valor de US$7.000, además de otros costos que se fueron muy arriba. Los fletes aéreos bajaron la cantidad de frecuencias por el tema del transporte de pasajeros con lo que la carga también está limitada. Parte de esos costos se han compensado con medidas como importación incremental cero y el aumento de las escalas de producción. Hay que seguir trabajando en esa dirección, pero creo que el sector está en condiciones de enfrentar este desafío. Si además de eso podemos subirnos al tren de la movilidad sustentable, Argentina tiene una oportunidad fuerte de insertarse como un productor de vehículos eléctricos.
¿Toyota está trabajando para implementarlo en el corto plazo?
Sí. El camino es irreversible y creo que todas las automotrices están mostrando sus versiones híbridas, electrificadas y de gas hidrógeno. Según la infraestructura que se pueda desplegar será la mezcla de vehículos que tenga el país, pero la Argentina va a poder ofrecer esas tecnologías en un par de años.
¿Cómo viene Toyota con el tema de mano de obra calificada, luego de que se conociera que no podían encontrar personal?
Bien, conseguimos los 200 puestos que necesitábamos, aunque no en nuestra zona de influencia (Zárate), sino en Baradero, San Antonio de Areco y Buenos Aires. Pero también a raíz de haber puesto el tema de la educación en la mesa hay una serie de iniciativas, de planes de capacitación, de algunas becas, que se implementaron desde sectores del Gobierno y otras empresas que se sumaron a esta causa, con lo cual creo que fue un buen disparador. Si uno analiza que la educación de un chico conlleva unos 15 años, es decir tres períodos de gobierno, esto tiene que dejar de ser un tema político para pasar a ser un tema de los argentinos que no sea negociable. Desde nuestra empresa, uno de los pilares es la educación para la empleabilidad que hacemos hace muchos años, pero lo reforzamos porque hay que ser consistentes con lo que se dice y lo que se hace. Toyota arrancó con 600 personas para hacer 10.000 camionetas y ahora somos 6.700 para hacer 143.000.
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También trabajan con sectores de la economía popular...
Seguimos trabajando con eso y ahora estamos desarrollando un proyecto donde vamos a producir con las bolsas de los airbags y los restos de los tapizados, bolsos en un taller de economía popular para vender en nuestros concesionarios. El trabajo da la dignidad, el subsidio es algo temporario. Con una ley sola eso no se puede cambiar, cada uno de los que estamos acá tiene que contribuir para incorporarlos formalmente a la economía.
