La economía peruana creció 3,47% en noviembre del 2021: ¿Por qué se desaceleró?

Los conflictos sociales en ciertas zonas del país pasaron factura al desempeño del sector minero, luego de que mantuvo una evolución positiva entre agosto y octubre del año pasado

La economía peruana creció 3,47% en noviembre del 2021: ¿Por qué se desaceleró?
15 de enero, 2022 | 01:07 PM

Lima — En el penúltimo mes del 2021 continuó la desaceleración en el crecimiento de la economía peruana, que se recuperó a lo largo del año anterior tras haberse desplomado un 11,12% al cierre del 2020 por la pandemia del Covid-19.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) la producción nacional se incrementó en 3,47% en noviembre del 2021, por debajo del 4,55% de expansión que registró la actividad económica de Perú en el pasado mes de octubre.

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Aunque hubo rubros que destacaron por su contribución económica en el mes analizado como otros servicios (inmobiliarios, servicios personales), alojamiento y restaurantes, transporte y almacenamiento, manufactura, comercio, telecomunicaciones y servicios prestados a empresas; los rubros más representativos de la economía nacional como la minería y la construcción, clave para la demanda interna, retrocedieron.

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Por un lado el sector construcción disminuyó en 5,78% a raíz de la reducción del avance físico de obras (-19,64%) y de un menor consumo interno de cemento (-1,33%). En tanto, el sector de minería e hidrocarburos registró una contracción de 5,29%, con respecto al nivel de producción de noviembre del 2020, tras mantener una trayectoria ascendente por tres meses continuos, como consecuencia del desempeño negativo, tanto de la actividad minera metálica ( -5,85%) como del subsector de hidrocarburos (-1,88%) ante la menor explotación de líquidos de gas natural y de gas natural.

Desempeño del sector construcción en Perú - Noviembre 2021.dfd
Desempeño del sector minería e hidrocarburos en Perú - Noviembre 2021.dfd

No obstante este resultado, el INEI destacó que la producción nacional en el período enero-noviembre del 2021 aumentó en 14,68% y durante los últimos 12 meses (diciembre 2020 - noviembre 2021) el incremento ascendió a 13,26%. La expectativa de la mayoría de agentes económicos y oficiales (como el Ministerio de Economía y el Banco Central de Reserva) es que la economía peruana haya cerrado el año anterior con un crecimiento por encima del 13%, incluso por encima de sus niveles prepandemia.

LA RAÍZ DE LA DESACELERACIÓN

De acuerdo al reporte del INEI la desaceleración del crecimiento de la actividad económica peruana en noviembre del 2021 se debe, en parte, a que en el mismo mes del 2020 ya estaba vigente la cuarta fase de reactivación económica, en la que se dispuso la habilitación de diversas actividades económicas que hasta entonces se mantenían suspendidas. La base de comparación entre los meses de noviembre del 2021 y noviembre del 2020, en ese sentido, es más estrecha a diferencia de meses previos.

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Pero no puede dejarse de lado la afectación al sector minero, considerando que el 31 de octubre del 2021 la compañía Antamina (una de las más importantes en el país) tuvo que paralizar sus operaciones ante las protestas de la comunidad campesina de Aquia, que inició un paro indefinido bloqueando las vías de tránsito desde y hacia la mina. Antamina recién reanudó sus operaciones el 12 de noviembre, lo que generó pérdidas diarias en producción de millones de dólares.

El desempeño de la actividad minera metálica en noviembre de 2021 refleja un menor tonelaje procesado en las plantas concentradoras y menores leyes en el mineral tratado, agravada por la continuidad de los conflictos sociales con medidas de fuerza adoptadas por las comunidades de las zonas de influencia de las operaciones mineras, con los constantes bloqueos de vías en diferentes tramos del Corredor Vial del Sur que comprende a las regiones de Apurímac y Cusco, en Áncash, Ayacucho y en otras regiones del país”, precisó el INEI en su último reporte, reconociendo el impacto de las protestas en Antamina y en otras zonas del país como Apurímac y Cusco, donde se agravaron los conflictos en Las Bambas, el segundo productor global de cobre, lo que llevó a que a mediados de diciembre las actividades en la zona se paralizaran.

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El INEI también apuntó que el menor tonelaje procesado de minerales como cobre, zinc, plomo, entre otros, se debió a la toma de diversas instalaciones “que no permitieron un normal desarrollo de las actividades en algunas unidades mineras y que incluso determinaron la paralización de operaciones”. Este fuer el caso en las unidades mineras Pallancata e Inmaculada ubicadas en la región de Ayacucho, donde las empresas mineras Ares, Apumayo y Sami se hallan en conflicto con las comunidades de las provincias de Parinacochas, Paucar del Sara Sara y de Lucanas, que demandan el cierre de las operaciones mineras por la presunta contaminación de las cuencas de agua en la zona.

Mirtha Vásquez remarca que gobierno de Perú no desconocerá acuerdos en Ayacucho.dfd

De acuerdo al Reporte de Conflictos Sociales de la Defensoría del Pueblo, los conflictos activos relacionados a la actividad minera durante el mes de noviembre de 2021 representaron el 63,6% (63 casos).

Así, por ejemplo, durante el penúltimo mes del año anterior la producción de cobre disminuyó en 6,48% tras mantener una evolución ascendente en los tres meses previos, determinado por la caída en los niveles reportados por Antamina, Las Bambas, Southern Perú Copper Corporation, Minera Antapaccay, Chinalco Perú y por Minera Shouxin Perú. Esta caída fue compensada en forma parcial por el aporte de Marcobre que reporta producción desde julio 2021 y el mayor volumen obtenido por las compañías Cerro Verde, Gold Fields La Cima, Hudbay Perú y Volcan.

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Por otro lado el sector construcción se vio arrastrado principalmente por el menor avance físico de obras (-19,64%) que se debió a la disminución en el nivel de inversión pública ejecutada en los tres ámbitos de gobierno: Gobierno Local (-20,70%), Gobierno Regional (-30,02%) y Gobierno Nacional (-9,56%).

Finalmente el sector financiero y seguros disminuyó en 4,03% con respecto al mismo período del 2020, sosteniendo un comportamiento negativo por tercer mes sucesivo, como consecuencia del menor nivel de los depósitos de la banca múltiple y de los créditos de consumo.

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