Los bonos de EPM Colombia caen cerca a récord por los atrasos de Hidroituango

El precio del bono ha caído durante 16 días consecutivos. ¿La razón? Inversionistas creen que los cambios de fecha de inicio de operaciones generan más riesgo

El agua fluye por el muro de la represa hidroeléctrica Hidroituango en estas fotografías aéreas tomadas sobre Ituango, Colombia, el sábado 8 de junio de 2019.
Por Andrea Jaramillo
28 de abril, 2022 | 01:25 PM

Bloomberg — Los bonos de la empresa de energía de Medellín, Colombia, han caído hacia un mínimo histórico después de que las autoridades pospusieran la fecha de inicio de una nueva represa que eventualmente cubrirá casi una quinta parte de las necesidades de energía del país.

La primera unidad de la represa Hidroituango de Empresas Públicas de Medellín, que lleva más de una década en construcción, no iniciará operaciones antes de agosto, dijo el miércoles el alcalde, Daniel Quintero, en una entrevista radial. La fecha objetivo de inicio era el 26 de julio.

Atraso de represa impulsa al alza rendimientos de EPM. dfd

“Algunos inversionistas pueden considerar que el cambio en las expectativas implica un mayor riesgo”, dijo Sandra Loyola, analista de renta fija en Credicorp Capital en Lima. “Será relevante hacer un seguimiento cercano de cómo avanza la obra dado que los riesgos de construcción han disminuido pero aún existen”.

Los rendimientos de los US$1.000 millones en bonos de la empresa de servicios públicos con vencimiento en 2029 subieron 23 puntos básicos el jueves a 6,98%, acercándose al récord de 7,01% alcanzado en marzo de 2020, según datos compilados por Bloomberg. El precio del bono ha caído durante 16 días consecutivos.

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La empresa, conocida como EPM, indicó que la “magnitud y complejidad” del proyecto hace necesario revisar periódicamente el cronograma. Tiene la obligación con autoridades regulatorias de poner en funcionamiento dos de las ocho unidades de generación de la represa antes del 30 de noviembre.

Las raíces del proyecto se remontan al primer estudio de factibilidad en 1983. La construcción finalmente comenzó en septiembre de 2011 a pesar de las objeciones de ambientalistas que aseguraban que arruinaría un sistema fluvial prístino. Pero en abril de 2018, justo cuando iba a iniciar operaciones a fines de ese año, un deslizamiento de tierra y una inundación masiva amenazaron con derribar sus muros y obligaron la evacuación de 10.000 personas. Si bien el concreto aguantó, el daño resultante ha causado años de retrasos.