Xi finalmente llamó a Zelenskiy, pero la parte difícil comienza ahora

Más allá de la charla, los funcionarios chinos siguen sin abordar cuestiones clave en su búsqueda de mostrarse como mediadores en el conflicto

El presidente chino
Por Bloomberg News
27 de abril, 2023 | 12:00 PM

Bloomberg — Xi Jinping habló finalmente con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, tras semanas de especulaciones. No obstante, ahora llega la parte más difícil de su campaña para poner fin a 14 meses de guerra.

El anuncio en una reunión informativa especial celebrada a última hora del miércoles en Pekín desvió rápidamente la atención del revuelo causado por un diplomático chino que cuestionó la soberanía de los antiguos Estados soviéticos.

Aunque Pekín se distanció del comentario, éste socavó el intento de Xi de presentar a China como un intermediario neutral, sobre todo teniendo en cuenta su estrecha relación con el dirigente ruso Vladimir Putin.

Xi dijo a Zelenskiy que las negociaciones eran “la única salida viable a la crisis de Ucrania”, mientras que el dirigente ucraniano la calificó de “conversación productiva de una hora”. Aun así, Zelenskiy reiteró su opinión, mantenida desde hace tiempo, de que no puede haber paz a menos que Rusia devuelva el territorio que tomó en la invasión y abandone también Crimea, de la que el gobierno de Putin se apoderó en 2014.

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Más allá de las vagas perogrulladas sobre la paz, esbozadas a grandes rasgos en el plan de 12 puntos de Xi para poner fin a la guerra publicado en febrero, los funcionarios chinos presentes en la sesión informativa eludieron o ignoraron las preguntas sobre cuándo visitaría Ucrania un enviado chino, qué países podrían sumarse al proceso, por qué Xi tardó tanto en llamar a Zelenskiy y, lo que es crucial, si Pekín apoyaría cualquier esfuerzo de Rusia por conservar el territorio arrebatado.

En una reunión informativa celebrada el jueves, el Ministerio de Asuntos Exteriores aún no tenía detalles que ofrecer. Todo se revelaría “a su debido tiempo”, dijo a los periodistas el portavoz Mao Ning.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia dijo que veía una “amplia resonancia” entre sus puntos de vista y los del documento de posición de China sobre la resolución del conflicto. Pero la portavoz Maria Zakharova dijo que ahora hay pocas esperanzas de conversaciones debido a las “exigencias poco realistas” de Kiev.

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A “kilómetros de Distancia”

“Todos los fundamentos son los mismos”, dijo Alexander Gabuev, director del Centro Carnegie Rusia Eurasia, tras la llamada de Xi-Zelenskiy. “Ucrania se está preparando para una contraofensiva, Rusia no busca ninguna resolución del conflicto y las partes están a kilómetros de distancia en cuanto a cómo podría ser la resolución final”.

“Al mismo tiempo”, añadió, “aumenta la presión sobre China para que demuestre que está realmente implicada en esta resolución pacífica y que no se pone del lado de Rusia”.

Desde que comenzó la guerra en febrero de 2022, China se ha hecho eco de Rusia al culpar a la expansión de la OTAN de causar la crisis y ha amplificado la desinformación de Moscú, incluida la de que Estados Unidos dirige biolaboratorios de armas en Ucrania. Pekín también ha evitado referirse a los combates como una “guerra”.

Una pista del pensamiento de Xi fue el nombramiento de Li Hui, de 70 años, para dirigir la delegación a Ucrania. Pasó 16 años de su carrera trabajando en la Unión Soviética o en Rusia, y fue embajador de China en Moscú de 2009 a 2019.

Durante ese tiempo, Li supervisó la elevación de los lazos bilaterales a “asociación estratégica integral de coordinación”, frase que indica que las relaciones con otra nación se encuentran en uno de los niveles más altos. Putin lo condecoró con la Orden de la Amistad, que Rusia concede a personas que se han esforzado mucho por impulsar los lazos.

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Philippe Le Corre, investigador principal del Instituto de Política de la Sociedad Asiática, describió a Li como “un peso pesado de la diplomacia china”, y añadió que era probable que la llamada se estuviera preparando antes del paso en falso de Lu Shaye, embajador de China en Francia.

Macron, Lula

La reciente visita de Xi a Moscú y sus numerosas interacciones con Putin “han tenido un impacto muy negativo en la reputación y la imagen de China, especialmente en Europa”, afirmó Le Corre. “En muchos sentidos, ésta es una forma de mostrar buena voluntad a los europeos”.

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Aún así, no está claro adónde irán las cosas a partir de ahora. Xi ha intentado dar un impulso más amplio a algún tipo de iniciativa de paz, cortejando a visitantes de alto nivel a Pekín, como el presidente francés Emmanuel Macron y el dirigente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.

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Ese esfuerzo se desbarató después de que se emitiera una entrevista con Lu el 21 de abril, en la que dijo que las antiguas naciones soviéticas no tienen estatus soberano como países independientes. Ello obligó a Macron, que ya estaba siendo criticado por mostrarse demasiado próximo a Xi, a condenar esas declaraciones.

Con la llamada de Zelenskiy, Xi dio un paso hacia la rectificación, al afirmar que “el respeto mutuo de la soberanía y la integridad territorial es el fundamento político de las relaciones chino-ucranianas”.

Pero sigue estando muy en duda si podrá conseguir que Rusia y Ucrania se pongan de acuerdo sobre la gran cuestión de la soberanía territorial. Aunque Xi se ha anotado recientemente algunas victorias diplomáticas, como ayudar a Irán y Arabia Saudí a restablecer lazos diplomáticos, no muchos apuestan por que pueda conseguir que Putin y Zelenskiy se den la mano.

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“Los chinos llevan tiempo sopesando los pros y los contras de implicarse diplomáticamente en la crisis entre Rusia y Ucrania, pero veían un riesgo considerable de alienar a Putin, por un lado, y de tener que rendir cuentas por su intransigencia, por otro”, declaró Daniel Russel, ex secretario de Estado adjunto para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico en la administración Obama. “Además, a diferencia de los saudíes y los iraníes, ni Moscú ni Kiev están dispuestos a dejar de luchar.”

Con la asistencia de Daryna Krasnolutska.

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