Buenos Aires — A pesar de esbozar algunos interrogantes, buena parte del mercado argentino dio el visto bueno al anuncio del Banco Central (BCRA) sobre el nuevo esquema de ajuste mensual para las bandas cambiarias, además del flamante programa de acumulación de reservas. Mientras los bonos argentinos subían y el Fondo Monetario Internacional (FMI) expresaba su satisfacción con las medidas que el BCRA lanzará a partir del 1 de enero de 2026, Bloomberg Línea consultó al respecto a analistas, economistas y operadores del mercado.
Respecto a la iniciativa —que podría derivar en una acumulación de hasta US$17.000 millones de reservas en 2026—, Gabriel Caamaño, economista de la consultora Outlier, consideró que el objetivo es ganar margen de maniobra para sostener la banda cambiaria y habilitar la compra de divisas. El esquema previo, en cambio, funcionaba con apreciación real y sin capacidad de acumular reservas, representando un obstáculo clave en el objetivo de reducir el riesgo país.
Nicolás Capella, del broker Grupo IEB, subrayó la dimensión política del cambio: al ampliar el rango para que flote el tipo de cambio sin intervención, la medida podría ser clave de cara a las elecciones presidenciales de 2027.
La decisión de lanzar esta nueva fase del programa económico parte de la tesis de que comenzará “un ciclo de expansión en la actividad económica y del crédito al sector privado, impulsado por incentivos de mercado que favorecen la inversión, las exportaciones y el consumo”, según el BCRA.
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Esta nueva fase tiene el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo con el cual Argentina firmó en 2025 un nuevo acuerdo por US$20.000 millones.
“Recibimos con satisfacción el reciente acceso al mercado y las medidas anunciadas para reforzar el marco monetario y cambiario, reconstruir las reservas y promover reformas que fomenten el crecimiento”, dijo a través de la red social X Julie Kozack, portavoz del FMI. Y aseguró que están colaborando “estrechamente con las autoridades en la aplicación de estas importantes medidas”.
¿Qué pasará con el dólar?
El programa establece que el techo y el piso de la banda de flotación cambiaria evolucionarán cada mes al ritmo correspondiente al último dato de inflación mensual (con dos meses de atraso) informado por INDEC.
“Están intentando darle una vuelta a la banda, porque hasta acá iba en un escenario de apreciación real sin capacidad de acumulación de reservas”, dijo Gabriel Caamaño, analista de la consultora Outlier. Y señaló que con esta estrategia “están buscando ganar algún margen de libertad adicional para poder sostener la banda y ver si pueden comprar reservas”.
“Este mecanismo de ajuste le da flexibilidad a las bandas. Es un aporte la reducción de incertidumbre para adelante, cuando las variables son discrecionales y fijas se genera un escenario en el que aumenta la incertidumbre”, explicó en conferencia de prensa el presidente del BCRA, Santiago Bausili.
Para Nicolás Capella, del Grupo IEB, este cambio le dará libertad al tipo de cambio sin intervención. “Esto será de vital importancia en 2027, donde tendremos elecciones presidenciales y seguramente haya mucha volatilidad”, afirmó.
Hubo una aprobación general entre los analistas financieros y económicos consultados por Bloomberg Línea.
Pero también algunos interrogantes. “Este escenario es muy positivo para los bonos en moneda dura, ya que el Banco Central se está moviendo en la dirección correcta, aunque la inflación y el tipo de cambio podrían enfrentar algunas presiones en el corto plazo”, señaló Adcap Grupo Financiero.
El socio de Adcap, Javier Timerman, señaló que “la crítica vendrá por el lado de que puede subir la inflación”, pero que la búsqueda del Gobierno es “ajustar expectativas” .Según Bausili, este nuevo esquema no impactará en las metas de inflación.
Acumulación de reservas
Analistas del mercado han insistido con la necesidad de avanzar en un programa de acumulación de reservas. Y el Gobierno adoptó cambios en ese sentido. El BCRA iniciará un programa de acumulación “consistente con la evolución de la demanda de dinero y la liquidez del mercado de cambios”.
Prevén que podrán comprar US$10.000 millones si la base monetaria aumenta del 4,2% del PBI actual al 4,8%. Y si hay un aumento adicional de la demanda de dinero del 1% del PBI las compras podrían ascender a US$17.000 millones.
La alyc Puente señaló que “la acumulación de reservas era el factor más demandado por el mercado”. Pero marcó que aún hay dudas. “Por diseño, la compra de reservas estará limitado por el volumen de operaciones en el mercado de cambio (que debería aumentar a medida que se liberen las restricciones cambiarias), por el incremento de la demanda de dinero, y por el nivel de las bandas”.
El BCRA señaló que la compra de dólares estará sujeta a la oferta de flujos de la balanza de pagos. Es decir, que dependerá de que efectivamente esos dólares entren al mercado. Los flujos podrán originarse en: superávit comercial, inversión extranjera directa, ingreso de capitales financieros, desembolsos de organismos internacionales y endeudamiento del sector privado en el exterior.
Que esté sujeto a la oferta de flujos de la balanza de pagos implica un condicional en el programa de acumulación de reservas. El BCRA estima que estarán esos dólares, pero implica que la compra de divisas no dependerá sólo de la voluntad de la autoridad monetaria, sino de que la economía genere o atraiga esos dólares.
“Las medidas creemos que van en la dirección correcta y recoge un poco de los pedidos que el mercado venía haciendo”, señaló Capella de IEB. Sobre este punto, Bausili dijo: “Con el mercado no es algo que conversamos, no corresponde hacer esa construcción e interacción con el mercado, si es algo que trabajamos y compartimos con el Fondo, es una fase originada en nosotros y el Fondo nos va acompañando y ayudando”.
