Bloomberg — Las acciones de Gap Inc. (GAP) se desplomaron en las operaciones previas a la apertura del mercado, después de que la firma de ropa predijera un impacto arancelario de hasta US$300 millones y revelara una persistente debilidad en dos de sus marcas más pequeñas, Banana Republic y Athleta.
Las acciones cayeron un 16%, con lo que van camino de borrar casi toda su ganancia del año hasta la fecha. En un comunicado posterior al cierre, Gap advirtió de un golpe de entre US$250 y US$300 millones en caso de que los aranceles se mantuvieran en los niveles actuales del 30% para la mayoría de los productos procedentes de China y del 10% para otros países.
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Mantuvo sus previsiones estables con respecto al trimestre anterior y afirmó que cuenta con estrategias para mitigar más de la mitad de ese coste.
Neil Saunders, director gerente de GlobalData, dijo que la caída de las acciones se debió “probablemente a que lanzaron una advertencia sobre los aranceles”.
“La sinceridad ha asustado a los inversores”, dijo, y añadió que los esfuerzos de la empresa por rejuvenecer la marca Gap están dando sus frutos.
Dejando a un lado la cuestión de los aranceles, los ingresos en Banana Republic, la marca con el punto de precio más alto entre las marcas de Gap, cayeron un 3% en el primer trimestre fiscal finalizado el 3 de mayo respecto al año anterior. El progreso ha sido lento en la cadena, y Gap dijo que se centra en “restablecer” la marca y “mejorar los fundamentos”.
La empresa está adoptando un enfoque similar con su marca de ropa deportiva, Athleta, donde las ventas netas cayeron un 6%. “Se está trabajando para restablecer la marca y mejorar el producto y el marketing, lo que llevará tiempo”, dijo Gap.
Los resultados contrastaron con los de Old Navy y Gap, donde las ventas en tiendas comparables aumentaron un 3% y un 5%, respectivamente. Los ingresos de US$3.500 millones en el periodo también superaron las expectativas.
“Está claro que queda más trabajo por hacer para afinar las gamas y mejorar las tiendas, pero se ha hecho un comienzo, y Gap tiene ahora un público creciente que observa y responde a sus movimientos”, añadió Saunders.
Desde que Richard Dickson asumió el cargo de CEO del minorista con sede en San Francisco hace casi dos años, las marcas Old Navy y Gap han repuntado gracias a la renovación de sus líneas de productos, incluidas las colaboraciones de Gap con marcas como Dôen y Cult Gaia. La empresa también está actualizando la distribución y los expositores de algunas tiendas para hacerlas más atractivas.
“Gap y Old Navy son las marcas más grandes de la cartera, y por lo tanto son los dos principales indicadores de la ejecución de nuestro libro de jugadas”, dijo Dickson en una entrevista. Las ventas de ropa vaquera y ropa deportiva fueron las más destacadas en las marcas, añadió.
Dickson se ha centrado en hacer que la empresa vuelva a ser “cool”, lo que ha incluido recurrir a famosos como Lindsay Lohan y Troye Sivan para su publicidad e incorporar al famoso diseñador Zac Posen.
Juntas, Old Navy y Gap generaron cerca del 78% de las ventas de la empresa en el primer trimestre fiscal. Las marcas han hecho incursiones en todos los grupos de ingresos, dijo Dickson.
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Los minoristas han registrado resultados desiguales en este comienzo de año, a medida que los bruscos cambios en la política comercial estadounidense bajo la presidencia de Donald Trump erosionan el sentimiento de los consumidores. Los compradores cautelosos se han retraído de algunas compras discrecionales, pero el impacto ha variado entre las empresas.
American Eagle Outfitters Inc. (AEO) retiró sus perspectivas para todo el año, citando la “incertidumbre macroeconómica”, así como los descuentos en toda la industria y los errores en la mercancía. Por el contrario, Abercrombie & Fitch Co. (ANF) aumentó sus previsiones de ventas, sugiriendo que el golpe de los aranceles será manejable.
Con la ayuda de Subrat Patnaik.
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