Esta podría ser la mayor victoria de las próximas conversaciones climáticas

EE.UU. y la Unión Europea presionan a los países para que firmen un Compromiso Global sobre el metano que podría reducir el calentamiento hasta en 0,2ºC para 2050.

Almendros caídos en el suelo en un huerto de California. Fotógrafo: David Paul Morris/Bloomberg
Por Akshat Rathi
25 de septiembre, 2021 | 10:06 AM

Bloomberg — Faltan menos de 40 días para el inicio de la cumbre climática de las Naciones Unidas COP26. Hay cinco grandes temas en la agenda y parecía haber poco progreso en cualquiera de ellas, hasta la semana pasada.

Estos son los principales problemas en los que los delegados deben avanzar si quieren mantener vivos los objetivos del histórico Acuerdo de París:

1. Cada cinco años, los países tienen que presentar planes revisados para reducir las emisiones, que idealmente estarían alineados con lo que los científicos dicen que es necesario. Muchos aún no han establecido nuevos compromisos y algunos grandes contaminantes no han aumentado sus ambiciones ecológicas.

2. Los países deben convenir reglas para los mercados de carbono que manejará la ONU. Esas negociaciones no lograron un resultado en la última cumbre de Madrid en 2019 y seguramente serán complicadas en Glasgow este año.

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3. Los países ricos aún no han cumplido con los US$100.000 millones anuales de financiación climática que prometieron recaudar para ayudar a naciones pobres. El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha indicado que las posibilidades de que el dinero se materialice son bajas, aunque el enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, es más optimista.

4. El presidente de la COP26, Alok Sharma, quiere “hacer que el carbón pase a la historia” consiguiendo un acuerdo con los gobiernos para dejar de construir nueva infraestructura para el combustible fósil más sucio. Convencer a los mayores productores, como Australia y Rusia, y a los consumidores, como China e India, está resultando muy difícil.

5. El último informe científico del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático inyectó urgencia en la carrera para reducir las emisiones de metano, el segundo mayor contribuyente al calentamiento después del dióxido de carbono. No ha habido ningún compromiso mundial para hacerlo.

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Luego, el viernes, Estados Unidos y la Unión Europea lanzaron el Compromiso Mundial sobre el Metano, que apunta a una reducción voluntaria del 30% para fines de la década en relación con los niveles de 2020. Varios países declararon su intención de unirse al pacto, que se lanzará oficialmente en Glasgow. La Casa Blanca afirma que, hasta ahora, seis de los 15 países más contaminantes del mundo, que generan aproximadamente una quinta parte de las emisiones mundiales de metano, están a bordo. La lista completa incluye a Argentina, Ghana, Indonesia, Irak, Italia, México y Reino Unido.

“El disparo de salida acaba de realizarse”, dijo Sarah Smith, directora de programas de Clean Air Task Force, una organización sin fines de lucro que aboga por la reducción del metano. “Somos optimistas de que muchos más países se unirán antes de la COP26”.

No es poca cosa. El metano es un gas de sobrecalentamiento que atrapa hasta 80 veces el calor del dióxido de carbono en las dos primeras décadas. Pero eso también significa que reducir las emisiones de metano puede brindar la victoria climática más rápida y brindar al mundo el tipo de respiro que necesita para evitar los peores impactos del cambio climático.

Estados Unidos y la Unión Europea calculan que si todos los países reducen las emisiones de metano en línea con su compromiso durante la próxima década, se podría reducir el calentamiento en al menos 0,2 grados centígrados para 2050. Se trata de una disminución considerable, dado que el planeta ya se ha calentado 1,1ºC y el objetivo es intentar mantener el calentamiento a largo plazo por debajo de 1,5ºC. El compromiso abarca todas las principales fuentes de metano: petróleo y gas, carbón, agricultura y gestión de residuos.

Algunos argumentan que la promesa no va lo suficientemente lejos. Las reducciones de metano más rápidas podrían producirse en el sector del petróleo y el gas, dijo Cat Abreu, fundadora de un nuevo grupo llamado Destination Zero. Para ella, la Alianza Beyond Oil and Gas que Dinamarca y Costa Rica anunciaron el mes pasado es una solución más clara. Los países se han comprometido a eliminar gradualmente la extracción de petróleo y gas para 2050 y están pidiendo a otros países que hagan lo mismo.

Este mosaico de alianzas dirigidas a un sector o a un gas de efecto invernadero está muy lejos del enfoque sistemático y coordinado a nivel mundial que se necesita para lograr una transición ecológica ordenada. Sin embargo, la diplomacia climática es compleja, dice Abreu, y estos acuerdos voluntarios paralelos con objetivos limitados serán probablemente la forma de armar el rompecabezas de la descarbonización.

--Con asistencia de Jennifer A Dlouhy.