Bloomberg — Los investigadores de la Universidad de Tel Aviv han utilizado una impresora 3D para reproducir un tumor cerebral, un desarrollo que, según ellos, permitirá un tratamiento mejor y más rápido para el glioblastoma, el cáncer agresivo que mató a los senadores estadounidenses Edward Kennedy y John McCain.
El director del Centro de Investigación de Biología del Cáncer de la universidad, Ronit Satchi-Fainaro, dijo que la motivación surgió de la cantidad de tratamientos contra el cáncer que parecían muy prometedores in vitro pero que fracasaron en los ensayos clínicos.
“Podemos hacer fluir a través de los vasos sanguíneos impresos que forman parte de los tumores impresos diferentes fármacos e inmunoterapias para encontrar el mejor medicamento para cada paciente”, dijo. La universidad señaló en un comunicado que el desarrollo también podría acelerar el proceso de llevar nuevos medicamentos al mercado.
Los resultados de la investigación se publicaron el miércoles 18 de agosto en la revista Science Advances publicada por la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
‘Gran salto’
Dinorah Friedmann-Morvinski, investigadora del centro, calificó el desarrollo como “un gran salto” porque “hace posible estudiar la interacción de las células cancerosas con las otras células del cerebro, capa por capa”, dijo.
“Crea el sistema dinámico que falta en la placa de Petri”, apuntó.
Eso, a su vez, podría agilizar el tratamiento, dijo Lakshmi Nayak, director del Centro de Linfoma del Sistema Nervioso Central del Instituto de Cáncer Dana-Farber.
“Los investigadores han demostrado con este modelo que pueden predecir la respuesta a la terapia en pacientes individuales”, dijo Nayak en un correo electrónico. “Si puede ser verdaderamente predictivo de la respuesta, reduciría significativamente el tiempo que toma examinar los medicamentos”, con la salvedad de que cuanto más dinámico sea el sistema inmunológico más difícil será de replicar, agregó.
El equipo intenta ahora recrear tumores similares en 3D para otros tipos de cáncer, principalmente de páncreas, seno, pulmón y melanoma. Dado que los tres últimos avanzan hacia el cerebro, la misma plataforma diseñada para el glioblastoma puede utilizarse para desarrollar y probar tratamientos para ellos también, dijo Satchi-Fainaro.