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Quito — Adventus Mining y Salazar Resources aseguraron US$ 235,5 millones para el desarrollo del proyecto minero Curipamba, en el centro de Ecuador, tras un acuerdo de venta anticipada de oro y plata con las empresas Wheaton y Trafigura. De ese total, US$ 23,5 millones estarán disponibles para las actividades de preconstrucción de la mina.
De acuerdo con un comunicado de Adventus Mining, el monto se divide en dos, por un lado, el compromiso de Wheaton de US$ 180,5 millones, y por otro, el de US$ 55 millones de Trafigura.
La entrega de Wheaton se hará de la siguiente manera: US$ 175,5 millones en efectivo por adelantado, con un depósito anticipado de US$ 13 millones para las actividades previas a la construcción, y US$ 500.000 para iniciativas de desarrollo de la comunidad local como parte del proyecto Curipamba antes de la producción.
El resto estará disponible en cuatro cuotas escalonadas durante la construcción, sujeto al cumplimiento de ciertas condiciones habituales. “Wheaton también tiene la intención de proporcionar hasta US$ 5 millones en capital a Adventus Mining, sujeto a un nivel máximo de propiedad de Wheaton por debajo del 10%”, detalla el reporte.
El aporte de Trafigura, en cambio, será a través de una línea de crédito de US$ 45 millones, incluyendo un depósito anticipado de US$ 5 millones para las actividades de preconstrucción. El resto estará disponible en dos plazos escalonados durante la futura construcción, siempre que se cumplan ciertas condiciones.
El compromiso incluye “un acuerdo de adquisición que proporciona ciertos derechos a concentrados a Trafigura para la producción futura del yacimiento durante la vida útil de la mina”. Trafigura tiene, además, la intención de aportar US$ 10 millones en capital a Adventus Mining.
Para el CEO de Adventus Mining, Christian Kargl-Simard, este compromiso financiero es un hito importante “y asegura nuestra capacidad para optimizar aún más y comenzar la construcción del proyecto Curipamba. Además, las estructuras competitivas de los acuerdos financieros sirven para proteger los intereses de nuestros inversores y socios comerciales”.
De acuerdo con Kargl-Simard, sobre la base de los ingresos proyectados a pagar a Wheaton, el valor potencial de Curipamba es significativamente superior a US$ 1.000 millones. “Adventus Mining y Salazar se complacen en asegurar estos importantes compromisos a largo plazo de dos de los grupos metalúrgicos y mineros más grandes y respetados a nivel mundial, que ponen de manifiesto tanto la confianza en que el proyecto Curipamba se convierta en una de las próximas minas de cobre modernas como en el creciente sector minero responsable de Ecuador”, añadió el CEO.
El proyecto Curipamba está situado en el centro de Ecuador, en la provincia de Bolívar, y comprende siete concesiones mineras que representan aproximadamente 21.500 hectáreas en un entorno de colinas y llanuras bajas entre 300 y 900 metros sobre el nivel del mar.
Adventus Mining es propietaria del 75% del proyecto, financiará los costes de capital hasta la producción y recibirá el 95% de los futuros flujos de caja libres hasta que sus inversiones sean reembolsadas, después de lo cual los flujos de caja del proyecto se repartirán en un 75% a Adventus Mining y en un 25% a su socio Salazar Resources Ltd. durante la vida de la mina.
