Fed sube tasa de interés en 25 puntos básicos en busca de frenar inflación EE.UU.

El banco central de EE.UU. espera para este año una inflación del 4,3% mientras que redujo su previsión de crecimiento económico al 2,8% desde el 4%

La Fed
Por Olivia Rockeman
16 de marzo, 2022 | 02:02 PM

La Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos subió la tasa de interés en un cuarto de punto y señaló la posibilidad de más alzas en las seis reuniones restantes de este año, comenzando una campaña para enfrentar la inflación más alta en cuatro décadas incluso pese a los mayores riesgos para el crecimiento económico.

Los responsables de la política monetaria liderados por Jerome Powell, presidente de la Fed, decidieron por 8 votos a favor y uno en contra subir la tasa clave a un rango de entre 0,25 y 0,50%, el primer incremento desde 2018, luego de dos años de mantener los costos de endeudamiento en cerca de cero para amortiguar el golpe de la pandemia de Covid-19 en la economía.

“La economía estadounidense es muy fuerte y está bien posicionada para manejar una política monetaria más estricta”, dijo Powell en una conferencia de prensa luego de una reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto. “Estamos atentos a los riesgos de una mayor presión alcista sobre la inflación y las expectativas de inflación”.

Es posible que esta sea la primera subida de varias este año, considerando que la Fed dijo que “anticipa que alzas continuas dentro del rango objetivo son apropiadas” y Powell se comprometió a ser “flexible”.

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La nueva trama de puntos de la Feddfd

En el llamado diagrama de puntos de la Fed, la proyección mediana de los funcionarios era que la tasa de referencia terminaría en 2022 en torno al 1,9% , en línea con las apuestas de los operadores, pero más alta de lo previsto anteriormente- y luego subiría a alrededor del 2,8% en 2023.

Ellos estimaron una tasa referencial del 2,8% en 2024, el último año de las previsiones, que están sujetas a una incertidumbre aún mayor que la habitual, dado que la invasión de Rusia en Ucrania y los nuevos confinamientos por Covid-19 en China están sacudiendo a la economía mundial.

“La invasión de Ucrania por parte de Rusia está causando un tremendo impacto humano y económico”, dijo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en un comunicado tras la reunión en Washington, la primera celebrada en persona -en lugar de videoconferencia- desde que comenzó la pandemia. “Las implicaciones para la economía estadounidense son muy inciertas, pero a corto plazo es probable que la invasión y los acontecimientos relacionados creen una presión adicional al alza sobre la inflación y pesen sobre la actividad económica”.

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“Los miembros del FOMC han respaldado las palabras agresivas del presidente Powell. Se toman en serio el control de la inflación y están dispuestos a subir las tasas más rápido y más alto de lo esperado”, dijeron las economistas Anna Wong, Andrew Husby y Eliza Winger consultadas por Bloomberg.

Ardua tarea

El índice S&P 500 borró brevemente sus ganancias tras la decisión de tasas de la Fed antes de recuperarse después de que Powell minimizó el riesgo de una recesión.

Los rendimientos del Tesoro a dos años subieron y la curva se aplanó bruscamente tras la decisión. El índice S&P 500 recortó sus ganancias y el índice del dólar apenas reaccionó.

La Fed dijo que empezaría a permitir que su balance de US$8,9 billones se redujera en una “próxima reunión”, sin dar más detalles. Las compras de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas, que concluyeron este mes, tenían como objetivo proporcionar apoyo a la economía durante la crisis del Covid-19 y la reducción del balance acelera la eliminación de esa ayuda.

La Fed se enfrenta a la ardua tarea de asegurar un aterrizaje suave para la mayor economía del mundo por primera vez desde principios de la década de 1990. Si el endurecimiento es demasiado lento, se corre el riesgo de que la inflación se descontrole, lo que exigiría una acción aún más dura. Si lo hace demasiado rápido, el banco central podría agitar los mercados y llevar a la economía a una recesión.

El panorama se complica por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que ha contribuido a que suban aún más el coste del combustible, los alimentos y los metales, y hace temer una estanflación al estilo de los años setenta, al suponer una amenaza para los precios, el crecimiento y la estabilidad de los mercados financieros.

La inflación puede tomar un mayor tiempo, del que habíamos previsto, para recuperar la estabilidad que teníamos, toda vez que la proyección de la mediana es del 4,3% este año, 2,7% para el próximo y 2,3% para 2024″, dijo Powell.

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El presidente de la Fed aseguró que “la economía es muy fuerte en contra de una baja en el mercado y una alza en la inflación. Buscamos reducir el tamaño de nuestros balances como una necesidad actual”.

“Aunque la invasión en Ucrania representa un riesgo a la actividad económica, hay participantes que buscan pronosticar el crecimiento sólido. La proyección (de crecimiento) por el producto interno bruto a mediano plazo busca el 2,8% (para este año), el 2,2% para el próximo año y 2% para 2024″.

El giro hacia una política monetaria más estricta es más brusco de lo que esperaban los responsables de la política monetaria hace apenas tres meses, cuando la proyección media era de sólo tres aumentos de tipos de un cuarto de punto este año.

La inflación ha sido más fuerte y sostenida de lo previsto. El índice de precios al consumidor se disparó un 7,9% en febrero, la cifra más alta desde 1982; el objetivo de inflación del 2% de la Reserva Federal se basa en un indicador distinto, el índice de precios de los gastos de consumo personal, que aumentó un 6,1% en los 12 meses anteriores a enero.

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Inflación aceleradadfd

La Fed se abstuvo de subir las tasas anteriormente porque apostó por que el shock inflacionario se desvanecería una vez que la economía volviera a la normalidad tras la recesión pandémica y los confinamientos, aunque también se mostró cautelosa en medio de las nuevas variantes de Covid-19 y los datos que mostraban una agitada recuperación del empleo.

En lugar de ello, el aumento de los precios se aceleró en medio de una mezcla de estímulos masivos del gobierno, el endurecimiento de los mercados laborales, el aumento de los costes de las materias primas y el desgaste de las cadenas de suministro. Powell también ha estado operando bajo un marco de política de la Fed, adoptado a mediados de 2020, para permitir cierta inflación por encima del objetivo con la esperanza de aumentar el nivel de empleo.

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Los críticos afirman que la Fed fue demasiado lenta en cambiar de rumbo y que ahora va por detrás de la curva a la hora de asumir las subidas de precios, que podrían afianzarse si las empresas trasladan los elevados costes a los consumidores, que reaccionan exigiendo mayores salarios.

Al mismo tiempo, el empeoramiento del panorama de la inflación ha dado a Powell cobertura política para subir las tasas mientras espera la confirmación del Senado para un segundo mandato al frente de la Fed. Los hogares y las empresas estadounidenses han reaccionado con alarma ante el aumento de los costes, con la gasolina al por menor superando los US$4 por galón, aunque podría bajar tras la última caída del crudo.

Máxima prioridad

El presidente Joe Biden ha dicho que su principal prioridad económica es controlar la inflación, mientras que a sus compañeros demócratas les preocupa que la falta de contención de los precios pueda costarles sus escasas mayorías en el Congreso en las elecciones de mitad de mandato a celebrarse en noviembre.

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Powell también rechazó algunas peticiones de un aumento mayor, de medio punto, que habría sido el primero desde el año 2000. Algunos en Wall Street estiman que podría llevarla a cabo en los próximos meses si la inflación no se cede.

En el lado positivo, los hogares estadounidenses se encuentran en una posición fuerte, con una tasa de desempleo del 3,8% y un nivel de ahorro que ha aumentado durante la pandemia.

Bloomberg Economics predice que la Fed podría acabar subiendo las tasas hasta el 3,25% en algún momento del próximo año, lo que supondría el nivel más alto desde 2008. Los responsables de la política monetaria ven ahora su tasa de interés de los fondos federales a largo plazo en el 2,4%, frente al 2,5% previsto en diciembre.

La Fed no es la única que se ha vuelto más agresiva. El Banco Central Europeo (BCE) anunció por sorpresa la semana pasada que sería más agresivo a la hora de reducir la compra de bonos. El Banco de Inglaterra también subiría las tasas de interés el jueves en su tercera reunión consecutiva, mientras que el banco central de Brasil subiría su tasa otros 100 puntos básicos el miércoles.

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